Su acción deshace el patrón natural de tu onda. Pásate al peine de púas grandes, gruesas y con bastante espacio entre ellas, ya que no afecta al movimiento natural del bucle, sino que lo sigue sin abrirlo ni forzarlo. Utilízalo para desenredar, siempre bajo el agua de la ducha y con el cabello bien impregnado de acondicionador.
El pelo rizado tiende a la sequedad. Su forma hace que las cutículas se eleven y se abran en cada curva. Eso lo hace más poroso y por eso se encrespa tan rápido. Además, su intrincada configuración dificulta que los lípidos que producen las glándulas sebáceas de tu cuero cabelludo lleguen de manera natural hasta las puntas de tu pelo, que es su modo orgánico de abastecimiento. Tienes que proporcionarle la nutrición que necesita con bálsamos, aceites y mascarillas.
La clave de tus rizos está en el secado. Hacerlo al viento en pleno invierno puede suponerte un catarro, así que añade a tu secador un difusor. Su forma acampanada y la distribución que hace del aire te permiten tratar medios y puntas sin aplastarlos ni someterlos a una presión de corriente excesiva. Utiliza la temperatura intermedia, úsalo con la melena boca abajo y enfoca el calor hacia las raíces.
Cada rizo es un mundo, pero para todos ellos hay una opción. Si se retuerce mucho, busca aceites y cremas ultrahidratantes para suavizar su curva natural sin que pierda forma ni elasticidad. Si se ondula solo a medias, utiliza activadores del rizo que ayuden a la sujeción de la espiral y eviten su relajación.
21 de marzo-19 de abril
Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más
¿Qué me deparan los astros?