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“Tengo que vender mi casa para pagar a Hacienda”

La actriz estrena obra de teatro y habla, sin tapujos, de sus problemas con Hacienda. ¿Su corazón? Asegura que su teoría vital le insta a no buscar nada nuevo, pero... ¿quién sabe?

Hablamos, en exclusiva, con Bibiana Fernández de sus problemas con el Fisco./Alberto bernárdez.

Hablamos, en exclusiva, con Bibiana Fernández de sus problemas con el Fisco. / Alberto bernárdez.

BEATRIZ CORTÁZAR

Con una comedia musical y junto a su ‘hermano’ Manuel Bandera, la actriz Bibiana Fernández se sube al escenario para hablar de amor. Ella, que a sus 62 años confiesa que no sabe si volverá a enamorarse, se descubre como una mujer positiva, llena de ilusión y consciente de que es una afortunada. Y eso que tendrá que vender su casa tras sus problemas con Hacienda.

  • Corazón: Verla sobre el escenario del teatro Infanta Isabel con la obra El amor está en el aire es sentir que está en donde más le gusta. Y encima con su gran amigo Manuel Bandera. ¿Mucho tiempo para llegar hasta aquí? Bibiana Fernández: La idea la tuvimos junto a Félix Sabroso y Dunia Ayaso cuando aún vivía. En esa primera fase hubo un desencuentro con la productora, luego llegó la muerte de Dunia y se paralizó todo. Félix tenía necesidad de hacer una película en su memoria y fue después, en una comida de cumpleaños, cuando Loles León recuperó el proyecto poniéndonos en contacto con el productor de Seda y relanzando esta idea. Tanto Manuel como yo queríamos trabajar juntos y volver al teatro. Es muy fácil para los dos, la comunicación es perfecta. Tenemos claro que podremos compaginar esta gira con los proyectos que nos surjan. A mí, por ejemplo, me han ofrecido actuar en el Liceo, el año que viene, con la ópera La hija del regimiento y me hace muchísima ilusión. Por eso haré un hueco en la gira para poder cumplir con este objetivo. Eso es lo bueno de trabajar con un amigo, que nos entenderemos desde la amistad.

  • Corazón: ¿No le asusta mezclar la amistad y el trabajo? Manuel es como un hermano para usted. Bibiana Fernández: Todo lo contrario. Cuando trabajé con mi amiga Loles León nos peleamos mil veces y no pasó nada. Además, Manuel tiene otro carácter. Loles era menos adaptable. La adoro y me pelearé mil veces con ella, pero no pasa nada. Fíjate que ha sido la madrina de esta obra. Con Manuel puedo estar cien años que siempre estaremos en el mismo sitio. Le considero mi hermano, ya que la palabra amigo está muy desprestigiada. En todo caso sería amigo con mayúsculas. Lo cierto es que no hemos discutido nunca. Sabemos que nuestro beneficio es la suma de los dos.

  • Corazón: La obra se centra en una historia de amor que atraviesa por todas las fases, de la pasión al rencor. Bibiana Fernández: No soy una mujer rencorosa, ya que guardo buenos recuerdos de todas mis relaciones, independientemente de lo que haya pasado. Por suerte, el dolor no tiene memoria, pero eso no quita que en muchas parejas sí exista el rencor. La obra revisa todas esas facetas, hasta llegar al reencuentro, que me gusta vivir como si se tratara de un amor nuevo. Recuerdo que, cuando me enamoraba en el pasado, siempre quería que fuera como el primer hombre de mi vida. Deseaba ser una nueva mujer para esa persona, empezar de cero, sin renegar de los anteriores, pero sí queriendo descubrir todo como si no hubiera un pasado.

  • Corazón: ¿Cree que puede volver a enamorarse? Bibiana Fernández: Yo no sé lo que me va a pasar, pero es cierto que hubo un tiempo en que lo vivía con más energía e intensidad. Hoy no tengo ese entusiasmo. Es más, la última vez que creí que lo sentía, noté que era como una caricatura de mí misma. Buscaba repetir una historia de una manera forzada y entendí que no quería sucedáneos. O como caviar o como mortadela barata, que me encanta porque me recuerda a mi infancia, pero siempre desde la verdad. A partir de una edad vivir esos amores es complicado. Si te gusta la gente joven no tienes nada que contarles. Tampoco me apetece hacer de madre, incluso con los mayores.

  • Corazón: Sorpresas te da la vida. Mire el caso de María Teresa Campos, que pensaba que no iba a tener novio hasta que apareció Bigote Arrocet. Bibiana Fernández: Me parece un ejemplo que demuestra que el amor no tiene edad. Ella no lo esperaba y estaba ahí.

  • Corazón: ¿No será que es muy exigente consigo misma? Bibiana Fernández: No lo creo. Pero pienso que hay etapas para todo en la vida. Yo las quemé cuanto me tocaba. Reventé las calles, las botellas, las discotecas, la vida… Es verdad que tengo amigas deseosas de aventuras e, intuyo, que quieren revivir su juventud, pero no es mi caso, ya que yo la alargué hasta pasados los 50, que fue cuando decidí que ya estaba bien de querer vivir como una joven. Por supuesto que todo esto es la teoría. Seguramente si me enamorara, mi vida daría un vuelco.

  • Corazón: Hoy su gran amor son sus perros. Bibiana Fernández: A mis perros les cuento todo lo que hago. Cuando volví la noche del estreno, les senté y les hablé de todo lo que había pasado. Creo que me miraban pensando que estaba loca, pero es que a ellos todo les vale con tal de que esté a su lado. Aquí están como si fueran dos alfileres de pecho, pegados a mí todo el tiempo.

  • Corazón: El año lo ha comenzado con su sueño de volver al teatro, con salud y muy delgada, como le gusta. Bibiana Fernández: A la vida hoy solo le pido salud. Con el trabajo soy feliz, pero lo importante es la salud. Esa es la gran fortuna de mi vida y eso que he dado motivos para no tenerla así de bien. He aprendido a disfrutar con lo que tengo, no con lo que deseo, y por eso doy gracias a Dios todos los días por estar sana. En esta fase me encuentro con muchísima energía y es ahí donde está la verdadera juventud, cuando sientes que estás haciendo las cosas por primera vez.

  • Corazón: La única sombra en este momento son sus problemas con Hacienda? Bibiana Fernández: Pero esos problemas tienen solución. Sé que tengo que vender mi casa para arreglar las cuentas, pero el único problema es conseguirlo. Cuando lo haga me iré a vivir de alquiler y, como no tengo hijos a los que dejar nada, no me agobio. Seré feliz donde quiera que esté, independientemente de donde viva. Quiero solucionar el problema, pero una vez esté zanjado, no me importará donde tenga que vivir. Me da pudor hablar de estos problemas en público, porque tengo una vida privilegiada y pienso en los que no tienen ni para comer.

  • Corazón: Pero después de toda una vida trabajando es como empezar de cero. Bibiana Fernández: Eso es algo que he hecho desde niña cuando me fui de casa, porque necesitaba dibujar mi vida desde la distancia. Tenía una inquietud que requería salir. A los 17 también me exilié para ganarme la vida por mi cuenta y riesgo. Siempre he empezado de cero y no me ha ido mal. Por eso no me da miedo. Lo malo sería si no tuviera ganas. De ahí que mi único miedo sea no poder ser independiente.

  • Corazón: ¿Y al futuro? Bibiana Fernández: A la enfermedad la temo, pero a la muerte no. Puestos a pedir me gustaría irme de esta vida sin dar la lata, sin enfermedad, sin depender de nadie, sin dejar miserias para los demás. Hay que aprender a despedirse. Ojalá Dios me dé el valor y la claridad para entender que, cuando llegue el momento, sepa retirarme con dignidad. Pero, hoy por hoy, te aseguro que estoy pletórica de salud.

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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