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Cuando el fotógrafo es la estrella

A veces hay más personalidad detrás que delante de la cámara. Y más talento, más fama, más excentricidad y más capacidad de provocar. Es lo que sucede con estos fotógrafos, que marcaron una época y se convirtieron en los auténticos famosos.

De izquierda a derecha, George Hurrell, Terry Richardson, Ellen von Unwerth y David Bailey. / Agencias.

CARLOS GONZÁLEZ

Estamos acostumbrados a ver sesiones de fotos con modelos espectaculares. Imágenes en las que el centro de atención es la persona que presta su anatomía y su pose a la cámara. Sin embargo, muchas veces son los que toman esas instantáneas las verdaderas estrellas.

Recordamos a seis fotógrafos que consiguieron, con su trabajo, eclipsar a los modelos que tenían delante.

George Hurrell, el hombre que lleno Hollywood de glamur

Iba para pintor hasta que una rica heredera le hizo un encargo. Florence Leontine Lowe Barnes, conocida como Pancho Barnes, pilotaba aviones y necesitaba sacarse la licencia. Solo había un problema: a Orville Wright, inventor de la aviación y encargado de dársela, no le gustaba que las mujeres pilotaran.

Hurrell la retrató de una forma tan ambigua que la foto dio el pego. En la imagen, ella aparece fumando, con la camisa abierta y llena de glamur. Tanto, que los amigos de ella no tardaron en pedirle que les fotografiara. Como Ramon Novarro, que se enfrentaba al paso del cine mudo al sonoro. O Norma Shearer, ligeramente bizca y considerada demasiado buena chica para protagonizar 'La divorciada'. El papel iba a ser para Joan Crawford, pero después de pasar por el estudio de Hurrell, Norma le robó la película y él consiguió un contrato en exclusividad con la Metro. A partir de entonces, trabajó con Myrna Loy, Jean Harlow, Clark Gable, Marion Davies, Carole Lombard…

Solo la Garbo se le atragantó y a ella no le gustó nada el resultado. Bette Davis empezó también de forma borde. "Cuidadito con el glamur –le dijo–, no quiero parecer una fruta de cera", pero luego se entusiasmó. En la MGM no duró mucho. Le despidieron cuando le pillaron trabajando para otros estudios y Hurrell se lo montó por su cuenta. Cobraba 500 dólares por sesión en los años 30, pero las estrellas siguieron contratándole. Después de la II Guerra Mundial, su estilo empezó a parecer viejo. Entonces se volcó en la publicidad. Hasta que en los 80, con más de 70 años, volvió a resultar moderno. Lo mismo retrataba a Queen para un disco que a Joan Collins casi desnuda para 'Playboy'.

Cecil Beaton, 'dandy' y cotilla

Provenía de una familia acomodada, lo que le permitió estudiar en los colegios más elitistas y que la niñera le enseñara a utilizar la cámara. Durante más de cinco décadas retrató a los personajes más famosos, desde estrellas del cine a miembros de la familia real británica, su debilidad. Aunque además hizo otras cosas, como fotografiar la Inglaterra de la II Guerra Mundial, ser reconocido como uno de los hombre más elegantes o ganar tres Oscar por el vestuario y los decorados de ‘Gigi’ y ‘My Fair Lady’. También en el terreno sexual fue polivalente y amó lo mismo a hombres que a mujeres. Durante años mantuvo una relación con el espadachín Kinmont Hoitsma y entre sus conquistas femeninas figuran la bailarina Adele Astaire, hermana de Fred, o Greta Garbo, con la que quiso casarse, pero ella le rechazó.

Garbo tampoco pudo perdonarle que hiciera público su romance. Aunque esta no fue su única indiscreción. Los diarios de Beaton están llenos de impertinencias. De Mick Jagger dijo que parecía "un eunuco". La piel de Katharine Hepburn le resultó "repugnante y como no se aplica suficiente maquillaje da la impresión de haber pasado la viruela". La cara de Grace Kelly era como la de un “ternero” mientras Liz Taylor resultaba "vulgar". Isabel II, sin embargo, era "serena y magnética". Lástima que "su auténtico encanto, como el de su madre, no pueda transmitirse en las fotografías".

David Bailey, un famoso entre famosos

“Antes de los 60, un fotógrafo de moda era alto, delgado y afeminado. Pero nosotros tres éramos distintos: bajos, gordos y heterosexuales”. La frase la pronunció Brian Duffy, refiriéndose a él, a Terence Donovan y a David Bailey. Ellos, además, eran auténticas estrellas del Londres de los 60. La modelo Penelope Tree recuerda así a Bailey: " Era el rey león de la sabana: muy atractivo, con algo peligroso, eléctrico, el más brillante". Con razón fueron pareja, aunque ella no fue la única modelo en la vida de alguien que, según él mismo contó, necesita enamorarse de quien va a fotografiar.

Cuando conoció a Jean Shrimpton, acababa de casarse con la mecanógrafa Rosemary Bramble. El matrimonio duró nueve meses y dio paso a una relación de cuatro años con Jean en la que ella se convirtió en la modelo mejor pagada. La ruptura –Jean le dejó– fue traumática: "No solo perdí el amor de mi vida, también mi trabajo. Fue como si me quedara sin mi cámara favorita". La pena no le duró mucho. Al año siguiente se casó con Catherine Deneuve.

"Todavía la quiero. Solo porque no puedas vivir con alguien no significa que la dejes de querer", comentaba el fotógrafo hace dos años. Después vendrían dos matrimonios más: con Marie Helvin y Catherine Dyer, con la que lleva 30 años. Ahora es uno de los mejores retratistas. "El glamur no me interesa, me interesan las personas", dice.

Ellen von Unwerth, una modelo detrás de la cámara

Ella no quería nada, solo iba andando y entonces se le acercó un hombre. Y no, no era un canalla ni un psicópata, era un fotógrafo que la lanzó a la fama. Aunque su caso tiene algunas peculiaridades, como su infancia en orfanatos y centros de acogida, su pasado como ocupa en Munich o su trabajo en el circo. Ella era la ayudante del mago y del lanzador de cuchillos. Después vinieron sus años como modelo y reconoce que no fueron los mejores que su vida, ya que se sentía muy limitada.

Un novio fotógrafo le dejó una cámara y en un viaje a Kenia comenzó a utilizarla. Eso lo cambió todo. "Mi carrera como modelo se terminó cuando empecé a dar consejos sobre iluminación y ajustes de cámara a los fotógrafos con quienes trabajaba", ha contado. El éxito le llegó gracias a una campaña de Guess para la que contó con una desconocida Claudia Schiffer. A partir de ahí, se disparó la carrera de las dos y ella se hizo un hueco en un mundo dominado por los hombres. "La diferencia es que yo no me quedo babeando detrás de la cámara. Creo que las mujeres se abren más delante de una mujer fotógrafa", ha comentado.

También sabe que a ella lo que le gusta es retratar mujeres. "A veces fotografío hombres, pero ellos son como un accesorio", dice. Madonna, Carla Bruni, Monica Bellucci, Eva Mendes, Kate Moss o Gisele Bündchen son solo algunas de las famosas que han posado para ella.

Steven Meisel, el fotógrafo que quería ser invisible

Dice Madonna que él fue quien le metió en la cabeza la necesidad de ‘reinventarse’. A cambio, ella le convirtió en toda una estrella cuando le eligió para que hiciera las fotos de ‘Sex’, aquel libro con el que protagonizó uno de sus escándalos de los 90. Meisel, sin embargo, detesta la fama. Apenas concede entrevistas ni hay fotos suyas y el único libro que ha publicado lleva años descatalogado.

Ha trabajado con todas las supermodelos y ostenta un récord: ha sido quien ha hecho la portada de todos los números de la edición italiana de 'Vogue' durante más de 25 años. Incluidas las más polémicas: aquella en la que las modelos parecían salir del quirófano o la del llamado 'black issue', en el que solo retrataron a mujeres negras. El año pasado organizaron una exposición sobre su obra. Cuando le preguntaron si se sentía satisfecho con alguna imagen, respondió que no y luego comentó: “Es muy difícil mirar mis fotos del pasado, o pienso que podría haberlo hecho mejor o me echo a llorar. Soy ridículamente sensible”.

Terry Richardson, cuado la provocación llega demasiado lejos

Él se ha definido como “crudo y transgresor”, aunque eso no le ha impedido triunfar en la moda y entre las ‘celebrities’. Hasta Obama ha posado para él. Por no hablar de Miley Cyrus o Beyoncé. Dos de sus últimos trabajos han sido una sesión con Kris Jenner para ‘Harper’s Bazaar’ y una portada con Rita Ora en toples para ‘Lui’. Se ha dicho que gana 58 millones de dólares al año y, sin embargo, su figura está rodeada de sombras. Richardson dice que quiere "explorar la sexualidad" o lograr "imágenes potentes", pero hay quien lo ve como humillaciones hacia unas mujeres, siempre mayores de edad, pero a veces en una situación de debilidad respecto a él.

Algunas hasta le han acusado de haber hundido su carrera por fotos que solo pueden ser calificadas de pornográficas. Su actual pareja, Alexandra Bolotow, embarazada de gemelos, ha protagonizado también algunas de esas imágenes. Sin embargo, le defiende: "Creo que ser una mujer fuerte significa ser dueña de tus decisiones. Intentar responsabilizar a otros de ellas es cobarde y deshonesto". Incluso ha habido quien ha pedido que se le boicoteara, pero no ha servido de nada: solo para hacerle aún más famoso.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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