La huida de Tamara Falcó en busca de su detox espiritual

"Hola! He decidido hacer un pequeño 'detox' de Instagram durante un tiempo para poder estar más tranquila. Nos vemos pronto. Besos". Ese es el mensaje con el que Tamara Falcó se despedía del mundo para poner rumbo a una experiencia mística en la que la tecnología no esté al alcance de su mano. Un lugar en el que no comparta con nosotros imágenes tan tiernas con el 'staff' de Miraflores o de los regalos que le hace su padre, el marqués de Griñón.

Un par de días después de esta despedida de sus seguidores en las redes sociales, era vista en el aeropuerto de Barajas. No quiso hablar con la prensa. Ni desvelar a dónde le llevaría ese vuelo que estaba a punto de coger rumbo al rincón del planeta donde pretende desintoxicarse.

Ella misma ha reconocido que está enganchada a su teléfono móvil y ha decidido darse un tiempo alejada del mundanal ruido y ordenar sus pensamientos. En esta escapada, con la que parece lanzar un grito ahogado de SOS, es probable que haya influido las dos polémicas en las que se ha visto envuelta desde aquella aparición, el 16 de noviembre en los Prix de la Moda de Marie Claire.

La primera de ellas tuvo que ver con el aumento de peso que evidenció en aquella ocasión y que le valió tantas críticas como apoyos por parte de los medios de comunicación y de los usuarios de las redes. La segunda cuando, dos semanas después, apareció en la portada de su revista de cabecera con un retoque más que notable. O lo que es lo mismo: no había dieta milagro que hubiese podido hacer reducir volumen en un tiempo récord.

Lo que provocó el enfado de ella fueron las fotos en el interior, desde un ángulo que, según ella, no le favorecía ni se le habían enviado para dar el visto bueno. Estos dos capítulos son los que han provocado que haya decidido poner tierra de por medio.

Mientras su anterior pareja, Enrique Solís –sí, por fin ha confirmado que mantuvo algo más que una bonita amistad con la hija de Isabel Preysler y lo puedes leer aquí– rehace su vida sentimental con una joven que atiende al nombre de Rocío, ella no parece estar lista para abrir la puerta al amor.

Centrada en recuperar su estado de salud, sabe que tiene al clan Preysler a su lado para apoyarse. Y nosotros, donde quiera que esté, también le mandamos un mensaje de ánimo.

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