ELENA DE LOS RÍOS

El pasado septiembre, durante la última 'fashion week' en Nueva York, todo el mundo quería saber si íbamos a poder ver la sexta colección de Yeezy, la firma de Kanye West. Editores de moda de todo el mundo estaban dispuestos a interrumpir sus agendas y recorrer kilómetros para asistir a un nuevo espectáculo de Mr. West. Al no producirse la cita, corrió el rumor de que el desfile se había cancelado, pero instancias oficiales confirmaron que no, que el desfile jamás estuvo en su calendario. Ahora sabemos por qué.

Este fin de semana, Kim Kardashian ha confirmado que lleva un par de semanas presentando en cada una de sus salidas distintos 'looks' de la última colección de Yeezy. Han sido los paparazzi los que se han encargado de que las prendas dieran la vuelta al mundo en el cuerpo de la diva de la televisión. Kim ha llegado a lucir nueve estilismos en un solo día, una jornada maratoniana en la que estrenó leggins-casi-medias, pantalones ciclistas, tops, sombreros, gafas de sol y sudaderas.

Anteriormente, Kim ya había lucido algunas prendas inéditas, como una de las colaboraciones de Yeey con Adidas, pero este despliegue de 'looks' en un solo día es totalmente inédito. La lógica de Kanye y Kim no puede ser más aplastante: ¿por qué realizar el dispendio económico y organizativo de un desfile, cuando tu pareja es la mujer más fotografiada del mundo y la más experta en acciones de marketing y relaciones públicas? Sin anunciarlo ni anunciarse, Kim se ha convertido en una semana de la moda en sí misma. Y seguramente venderá tanto o más la colección que si se hubiera pasado en cualquier 'fashion week'.

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