Natalia Vodianova brilla en la final del Mundial de Rusia

Cada evento deportivo tiene su musa y la de este mundial, con permiso de Georgina Rodríguez y de Pilar Rubio, ha sido Natalia Vodianova. La modelo rusa fue la encargada de amadrinar el trofeo en el partido inaugural del Mundial de Rusia 2018 y ayer fue la también la encargada de llevar este mismo trofeo al estadio Luzhniki de Moscú, donde se celebró la final entre Francia y Croacia y que acabó con la selección gala como campeona del mundo.

La modelo estaba radiante, igual de dorada -o más- que el propio trofeo del Mundial, con un vestido mini de lentejuelas doradas diseñado por Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton. Los zapatos eran de la misma firma y las joyas, de Chopard. El resultado, espectacular, lo enseñaba la propia Natalia en Instagram antes de salir del hotel hacia el estadio Luzhniki.

Una vez en el estadio, Natalia estaba emocionada y feliz por ser embajadora en su tierra y porque Francia, su país adoptivo, estuviera en la final. Ella misma lo decía en su Instagram: "Orgullosa de estar en la más impresionante final de un campeonato mundial y de haber traído el trofeo al estadio en un momento histórico como este. Un campeonato histórico, Francia", escribía. Tan emocionada estaba que, como había prometido, se arrancó a bailar una canción popular rusa delante de las cámaras de televisión de su país. Una imagen muy divertida y poco habitual en la modelo. Es que los mundiales son una auténtica caja de sorpresas hasta para el mundo de la moda.

En las gradas, disfrutando de la final junto a ella, estaba su marido, Antoine Arnaulty sus hijos, como buenos hinchas de la selección francesa. La alegría de todos fue enorme cuando la combinación gala se proclamó campeona del mundo con un reasultado de 4 a 2 frente a Croacia. Francia es el país de su marido, que estaba eufórico tras la victoria de su equipo. Natalia se sumó a la alegría familiar y felicitó a su chico con este romántcio beso.

Una final en la que además de goles y trofeo con acento francés, hubo también mucha moda y muhco amor.