Ocho consejos para nadar seguros

Ocho consejos para nadar seguros:

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   Mantener la vigilancia: Es el primer consejo y absolutamente imprescindible. Los niños deben estar bajo la atenta mirada de los adultos ya que el resto de precauciones pueden quedarse en nada si se deja a los pequeños sin supervisión.

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   Dar ejemplo: La prudencia, que no el miedo, es algo que se transmite a través del ejemplo de padres a hijos. Llegará una edad en la que los niños nadarán de forma independiente y jugarán con los amigos en la piscina y en la playa. Unos buenos hábitos adquiridos a lo largo de los años de respeto al agua y a la naturaleza favorecerán su comportamiento seguro.

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   Conocimiento del medio: Es importante que los niños conozcan la piscina o la playa en la que se encuentran, por eso, es interesante que antes de empezar la jornada se observe el lugar en que se encuentra el socorrista si lo hubiera, se localicen los posibles peligros como roqueos, corrientes u oleaje y se comprueben las medidas de la piscina para conocer la zona menos profunda y, en su caso, establecer los límites por en los que pueden nadar.

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   En compañía: Si los niños no saben nadar deben estar siempre acompañados. Los flotadores y manguitos adaptados a su edad son para que se sienta más independiente pero nunca, nunca se les puede dejar solos dado que existe un gran riesgo de ahogamiento.

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   Juguetes: Cuando los niños no estén en la piscina, todos los juguetes deben sacarse del agua ya que son un gran atractivo para los pequeños que no se lo pensarán a la hora de salir corriendo y lanzarse al agua para coger su juguete favorito, tanto si saben como si no saben nadar.

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   Seguridad: Siempre hay que seguir las normas de seguridad, para eso es importante leerlas en familia y enseñar a los niños a interpretarlas en el caso de banderas y de carteles informativos. Además, las piscinas comunitarias tienen que seguir la normativa vigente por lo que han de estar valladas y contar con socorrista en caso de que sus dimensiones así lo requieran. En el mar, hay lugares por los que no se puede pasar o prohibiciones del baño según las condiciones naturales que han de ser respetadas. Del mismo modo, en alta mar o en actividades náuticas, debe utilizarse el preceptivo chaleco salvavidas y contar con todos los dispositivos de rescate necesarios.

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   Actividades de riesgo: Los saltos arriesgados y los golpes son una de las causas de lesiones medulares, traumatismos que pueden llegar incluso a causar la muerte, de ahí que no debamos cansarnos de decir tantas veces como sea necesario la prohibición de saltar de cabeza en piscinas o en lugares en los que se desconoce su profundidad. Además, hay que tener en cuenta que en el mar, las subidas y bajadas de marea hace que ésta varíe a lo largo del día.

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   Aprender a nadar: Siempre es un buen momento para que los niños aprendan a nadar. Si tenéis oportunidad no dudes en facilitar a tus hijos clases de natación, en otro caso, también puedes enseñarles tú las nociones básicas de natación para que sepan defenderse en el agua.