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Objetivo: Investigación+Igualdad+Inversión

Desarrollar una carrera científica es difícil. Y mucho más para las mujeres. Becas como las que desde hace una década otorga L'Oréal puede conducirlas al éxito.

Ana Montero Pedrazuela y María Mittelbrunn / V. Vergara

Beatriz González
BEATRIZ GONZÁLEZ

Cuenta nuestra célebre bióloga Margarita Salas que, cuando entró en el laboratorio del prestigioso investigador Alberto Sols para pedirle que dirigiera su investigación, este pensó: "¡Bah, una chica! Le daré algo poco importante". Él mismo se lo confesó años después. Salas se convertiría luego en la primera española en ingresar en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, en doctora honoris causa por 10 universidades y es, a sus 77 años, profesora ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Elizabeth Blackburn, premio Nobel de Medicina en 2009 vivió una situación similar: cuando era adolescente, un profesor le preguntó qué hacía una chica tan guapa como ella decantándose por las ciencias.

Apenas el 20% de los puestos estratégicos en laboratorios lo ocupan las mujeres.

De ambas anécdotas hace ya más de medio siglo y, aunque la situación no es la misma, queda aún mucho camino por recorrer. Según el Informe Mujeres Investigadoras 2015 del CSIC, los puestos estratégicos ocupados por mujeres en laboratorios, universidades y centros de investigación apenas llegan a un 20%. Un informe de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas concluye, por su parte, que solo el 18% de los galardones de ciencia en España recaen en ellas. Y solo el 3% de los Nobel.

Todos esos números hablan de la necesidad de un cambio. Y son, en parte, los que han impulsado programas como el de L'Oréal-UNESCO For Women in Science, que en España ha celebrado su 15 aniversario con el manifiesto Ayúdanos a cambiar las cifras, firmado por más de 2.000 personalidades de distintos ámbitos. Con él se pretende potenciar la visibilidad y el trabajo de las científicas en España, donde hace ya 10 años que la filial de la compañía viene apoyando sus investigaciones. En ese lapso de tiempo, 47 de ellas han recibido ayudas por valor de 815.000 €.

Conversamos con dos de esas investigadoras sobre cómo el binomio mujer y ciencia intenta superar obstáculos.

Ana Montero Pedrazuela y María Mittelbrunn / V. Vergara

Ana Montero Pedrazuela

Doctora en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora del departamento de Fisiopatología Endocrina y del Sistema Nervioso en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols del CSIC y la UAM.

"Hay que dar visibilidad a las científicas para que sean referencia de las que vienen"

Ana Montero Pedrazuela

Habla de las hormonas tiroideas con la misma familiaridad con que un actor hablaría de guiones o un sommelier, de vinos. Quizá porque han estado tan presentes en su vida que hoy no concibe su rutina laboral sin estudiar alguna de sus acciones. Pertenece a la primera generación de científicas que disfrutó de la bolsa de investigación de L'Oréal, y en cierto modo ese reconocimiento definió su futuro: cuando presentó su tesis, su directora tenía en marcha un proyecto del que quería que ella formara parte, pero no tenía presupuesto para contratarla. Gracias a la ayuda pudo continuar.

A ella siempre le gustaron los animales. Por eso le resultó normal interesarse por la Biología. Fue después, cuando empezó a estudiar la ciencia más básica, cuando le llamó la atención la genética.

  • Mujerhoy: ¿Sabía dónde se metía? Ana Montero Pedrazuela: No [risas]. El problema fundamental de esta profesión es que es muy precaria. Ahora mismo, la precariedad es común a muchas otras profesiones, pero quizá en este sector la ves de forma más continua porque siempre ha estado ahí, también antes de la crisis.

  • Mujerhoy: El eterno problema de la financiación... Ana Montero Pedrazuela: Sí, especialmente en la ciencia básica. Parece que solo se financia la aplicación inmediata. Yo siempre me he interesado por proyectos que puedan tener alguna aplicabilidad aunque sea a muy largo plazo, pero no puedes financiar únicamente ciencia aplicable porque si no conoces cómo es la estructura de un edificio no sabes dónde poner los remedios para que no se caiga o para mejorarlo.

  • Mujerhoy: Y no ayuda que en España apenas haya financiación privada... Ana Montero Pedrazuela: Efectivamente, en otros países sí existen empresas y mecenas privados apoyando la ciencia, pero hay muy poca tradición en España. Por eso tiene aún más mérito que empresas como L'Oréal o fundaciones como la Asociación Española Contra el Cáncer apoyen proyectos, sobre todo en estos momentos de crisis.

  • Mujerhoy: ¿Sigue siendo excepcional que una mujer científica destaque? Ana Montero Pedrazuela: Recuerdo que hace 10 años, cuando me dieron la beca, L'Oréal había organizado una exposición, La Estirpe de Isis, sobre las mujeres en la ciencia. Entré y lo primero que vi fue un panel lleno de fotos de mujeres. Recuerdo que me sorprendió mucho porque entre las españolas conocía muchas, la mayor parte trabajaban en mi centro. Mis referentes directos y mentoras han sido la mayoría mujeres porque he tenido la suerte de trabajar rodeada de científicas. En mi centro hubo una mujer pionera en el campo de la endocrinología moderna, Gabriella Morreale. También mi directora de tesis fue una mujer, Ana Guadaño. Y mi jefa actual, Ana Aranda, que también trabaja en hormonas tiroideas, es otra mujer... Quizá se debe a que este campo de trabajo, el de las hormonas tiroideas, interesa especialmente a la mujer científica.

  • Mujerhoy: ¿Ha mejorado la posición de las científicas españolas? Ana Montero Pedrazuela: Creo que algo sí hemos avanzado. Soy consciente de que mi centro no es la norma, pero lo que pasa en él indica que las cosas pueden cambiar: de 64 investigadores de plantilla, 29 son mujeres, casi la mitad. Y si vas al nivel más alto, que serían los profesores de investigación, lo que equivaldría a un catedrático en la universidad, hay seis mujeres y ocho hombres. Es decir, que en el nivel más alto hay casi paridad. Sin embargo, en la parte de mi laboratorio que gestiona la universidad, donde solo hay dos niveles (el profesor titular y el catedrático) solo hay tres catedráticas por siete catedráticos.

  • Mujerhoy: Solo el 18% de los galardones de ciencia en España recae en científicas. ¿Qué le sugiere este dato? Ana Montero Pedrazuela: No me sorprende porque normalmente el galardón se le da al cabeza de laboratorio, y si hay más hombres en posiciones elevadas, es lógico que recaiga en ellos. Creo que es un dato que habría que cambiar. Somos muchas mujeres haciendo ciencia, quizá lo que haría falta es dar más visibilidad a las científicas para que sirvan de referencia a las que vengan.

María Mittelbrunn

Doctora en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina por la Universidad Autónoma de Madrid.

De pequeña, llegó a conocer a Severo Ochoa: el premio Nobel nació en su mismo pueblo asturiano, Luarca. María no se lo pensó dos veces antes de pedirle un autógrafo. Ya entonces le apasionaba la Biología y tenía clarísimo que quería ser científica. Pero de bata, no de bota: le encantaba el laboratorio. Tanto que ha dedicado su trayectoria a investigar los mecanismos de comunicación celular, un trabajo sobre el que ha publicado 38 artículos científicos.

"Si no publicas porque has sido madre, pareces menos competitiva que los hombres"

María Mittelbrunn

Cofundadora del Grupo Español de Investigación en Vesículas Extracelulares (GEIVEX), su sueño es que algún día sus investigaciones contribuyan a mejorar la calidad de vida de los enfermos. Mittelbrunn acaba de conseguir un Contrato Miguel Servet, con el que creará su propio grupo de investigación vinculado al Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre, en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.

Esta asturiana es una de los cinco ganadoras de la última edición de las bolsas de investigación que otorgan L'Oréal y UNESCO, dotadas con 15.000 € cada una.

  • Mujerhoy: ¿Qué significa esta ayuda para usted? María Mittelbrunn: Un reconocimiento, y eso es un gran empujón. Nos da visibilidad, algo fundamental para que se entienda nuestro trabajo. En cuanto a la parte económica, justo en el momento en el que estoy, en que necesito comprar de todo, desde batas a pipetas pasando por ordenadores, ese dinero es básico. Los científicos recibimos constantemente muchos "no" debido a la escasez de recursos.

  • Mujerhoy: Alguna vez ha dicho que usted estudia el Whatsapp de las células... María Mittelbrunn: Mi trabajo consiste en averiguar cómo la célula se comunica a todos los niveles: cómo se comunican las células entre sí; cómo es la comunicación dentro de la propia célula, entre los distintos orgánulos que hay; y también la comunicación entre los tejidos. Por eso digo que, en cierta forma, lo que estudio es el Whatsapp de las células [Risas]. Los resultados se pueden aplicar a distintos campos, por ejemplo el de las enfermedades raras.

  • Mujerhoy: Lleva trabajando como investigadora 16 años. ¿Es una carrera dura? María Mittelbrunn: Sí, sobre todo porque nadie te asegura qué pasará cuando termines la beca o el contrato que tienes, es una profesión muy inestable. No sé cuántas becas y contratos habré enlazado a lo largo de estos 16 años, pero nunca he tenido un contrato indefinido.

  • Mujerhoy: ¿Y compensa? María Mittelbrunn: Sí, porque también es muy gratificante, la disfruto muchísimo. Para mí ir a trabajar no es ningún sacrificio, me lo paso muy bien. Pero eso no quita que sea una carrera de obstáculos.

  • Mujerhoy: ¿Qué le parece la iniciativa por la visibilidad de las científicas #cambialascifras? María Mittelbrunn: Aunque se está evolucionando mucho, las mujeres aún lo tenemos más difícil que los hombres. Lo dicen las cifras. En la facultad, por ejemplo, la mayoría éramos de mujeres... algo ocurre cuando a los puestos de responsabilidad llegan, sobre todo, los hombres.

  • Mujerhoy: En su currículum figura que se tomó dos bajas maternales tras el nacimiento de sus hijas. ¿Por qué en el sector científico es necesario incluir ese dato? María Mittelbrunn: Porque si en esos años has tenido dos bajas maternales eso justifica que hayas publicado menos, por ejemplo. Lo que se está haciendo ahora es ampliar un poco los plazos y, si eres mujer y has tenido dos hijos, en lugar de preguntarte lo que has hecho en los últimos cinco años te preguntan lo que has hecho los últimos siete. De lo contrario parecemos menos competitivas que los hombres.

  • Mujerhoy: ¿Han cambiado más cosas en su sector en estos 10 años? María Mittelbrunn: La verdad es que, en ese sentido, los cambios en el mundo de la ciencia son difíciles de valorar, ya que han coincidido con la crisis. Y desde 2007 ha habido un retroceso general. Pero sí se ha notado en esta última década que hay más apoyo a la mujer, hay una predisposición a ayudarnos que ha ido cada vez a más. Otra cosa es que se consiga, pero sí que hay esa intención.

  • Mujerhoy: ¿Le gustaría que sus hijas se dedicaran a la ciencia? María Mittelbrunn: Creo que sí, porque al poner las cosas positivas y negativas en la balanza, y pese a que se sufre, también se disfruta mucho, y a mí me gustaría que ellas lo experimentaran, si les gusta. Ahora que una tiene cuatro años y la otra ocho, les encanta el tema. El año pasado fui a la clase de la mayor, pedimos a los niños que se enjuagaran con un poco de agua la boca, de ahí sacamos su ADN y les hicimos una pulsera a cada uno con él. ¡Fue un éxito rotundo!

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