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Mireia Belmonte vuelve a marcar el camino

La badalonesa abre el medallero español, como el londres 2012, esta vez con un bronce.

Mireia Belmonte consigue una medalla de bronce en Río 2016 / Gtres

Mujerhoy .
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Y al sexto día, España resucitó en el medallero. Mireia Belmonte (Badalona, Barcelona, 10 de noviembre de 1990) desplegó las alas de su estilo mariposa, se fundió en un apasionante 'sprint' final y tocó la pared en segunda posición. La delegación nacional iba a irse de Londres, al menos, con una medalla: la suya -la primera, porque le dio tiempo a colgarse otra más-.

Aquel 1 de agosto de 2012 comenzó a forjarse la leyenda de 'La sirena de Badalona'. No solo en las piscinas, sino también como imagen de diferentes marcas que se rifaban a una joven que empezó a dejar quererse por unos y otros. Y como una de las deportistas más buscadas por medios de todo tipo en busca de unas declaraciones o de un posado. Porque Mireia, además de tener una brazada espectacular, tiene un don especial para seducir a la cámara.

Desde aquella cita mágica que sirvió para hacerse un nombre a nivel internacional en el mundo de la natación y que nos ayudó a olvidarnos de Nina Zhivanevskaya, Mireia se ha colgado, entre europeos y mundiales, 20 medallas: 10 oros, 6 platas y 4 bronces. Suficiente respaldo como para pensar que, como en Londres, estaba llamada a romper el cero en el medallero.

El lunes vuelve a afrontar otro reto: los 200 metros estilo

Mireia no ha fallado. 3.49 de la madrugada. Final de 400 metros estilos, quizá la prueba en la que menos esperábamos de ella. La badalonesa se echa al agua y consigue una medalla de bronce con la que deja claro que, si ella ha decidido nada seis pruebas en estos Juegos, es porque se encuentra en condiciones de hacerlo. Una primera presea con la que ir abriendo boca, porque el lunes vuelve a afrontar otro reto: los 200 metros estilo.

Como comentamos, su protagonismo ha trascendido la piscina y los entrenamientos. Esos los mismos que compagina mientras estudia el Grado en Publicidad en Relaciones Públicas por la Universidad de Murcia. Porque, finalmente, a pesar de que tuvo ofertas del extranjero para mejorar su técnica a su vuelta de los pasados Juegos, se decantó por el UCAM Club de Natación Fuensanta.

Más allá del agua

San Miguel 0,0, Renault, imagen mundial de P&G junto a su madre... Sí, su madre también participa de la enorme fama y la demanda hacia Miss Belmont -así se denomina ella misma en sus redes sociales-. Y con ella hablamos en Mujer hoy hace unos meses.

Allí explicaba cómo Belmonte comenzó a nadar a los tres años, cuando el pediatra le detectó una escoliosis y le dijo a ella, Paquí García, que la niña tenía que nadar para corregir ese problema de espalda.

Pero también relataba cómo sufren mientras ella sonríe y disfruta: "Lo peor es la tensión de las competiciones, ahí sufro. Y con la presión que tiene. Dicen que es una de las grandes esperanzas para medalla y yo pienso en ese listón cada vez más alto... Pero ella está orgullosa de representar a su país y sería muy feliz si ganara una medalla para dedicársela a España. Así es como lo siente: si las cámaras la enfocan a ella, están enfocando a su país".

Efectivamente todos confiamos en ella. El primero, su chico que, por cierto, de competitividad sabe bastante. Javier Hernanz es piragüista y su competición en Río no comienza hasta el 19 de agosto, por lo que va a poder morderse las uñas desde la grada de la piscina.

Ya la ha defendido en público y se organizó un revuelo en las redes 'olímpico'. Sucedió en la clasificación para estos Juegos Olímpicos en la prueba de aguas abiertas. Mireia se quedó fuera y, al salir a la superficie, se observaba cómo tenía un ojo morado. Javier insinuó que su compañera Erika Villaécija no había jugado limpio... y ella dijo que le demandaría.

Ahí quedó la cosa y ahí debe de quedar. El objetivo ahora, ser la Mireia competitiva que no deja de reír, ni debajo del agua.

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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