Los hijos de papá

Cuando eres hijo de padres muy, muy famosos, tienes dos alternativas: o te escondes detrás de los muros de tu mansión de Bel Air o te conviertes en adolescente viral. Jaden, el hijo de 17 años de Will Smith optó por esta última: mucho cine, algo de rap, una línea de moda, un dúo con Justin Bieber y hasta una supuesta relación con Kylie Jenner... Y todo puntualmente compartido con el universo entero, tuit a tuit.

Otro de los retoños multitask y omnipresentes en las redes es el primogénito de los Beckham, Brooklyn. Juega al fútbol, le entusiasma la fotografía, se deja ver con la actriz Chloë Moretz, protagoniza portadas de revistas y acumula millones de seguidores en sus perfiles. En la misma onda, está también el modelo Patrick Schwarzenegger, hijo de Arnold y con genética Kennedy por parte de madre, que desde los 15 años tiene su propia firma de moda solidaria, Project 360, y que, claro, también actúa.

También crecen nuevas ramas en el árbol genealógico musical. Tara Ferry destaca ya como batería de talento tocando en alguno de los álbumes de su padre (sí, Bryan Ferry) y en su propia banda, Rubber Kiss Goodbye. Pero también (¡cómo negarse!) ha jugado a la moda, formando parte de una campaña de Burberry junto a la modelo Tali Lennox (sí, la hija de Annie).

Otra joven promesa en ebullición es Gabriel-Kane Day Lewis (hijo de Daniel Day Lewis e Isabelle Adjani): compone, toca el piano y aspira a seguir los pasos de sus ídolos, Sam Smith y John Legend. La moda también le ha abierto de par en par la puerta grande: a sus 20 años, el joven es uno de los nuevos fichajes de Karl Lagerfeld. Con él del brazo hizo su entrada en el Grand Palais parisino Julianne Moore, en el desfile de la colección otoño/invierno 2015-2016 de Chanel.

Otros miembros de la rockaristocracia: Matt Gilmour, heredero del mítico cantante de Pink Floyd, que ha resuelto con acierto la misma ecuación de rythm & fashion y es otro pupilo de la escudería Burberry.

Las pasarelas adoran a los hijos de. Por ejemplo Peter y Harry Brant (22 y 18 años), los hijos de la top Stephanie Seymour y del millonario Peter Brant, han encontrado su camino en la vida al grito de : ¡Yo quiero ser it boy! Dylan Brosnan, encantador retoño de Pierce parece haber heredado su elegancia de Bond, James Bond; Charlie Oldman (hijo del también actor Gary) ya contagia su particular estética, mezcla de mucha actitud, atrevimiento y desaliño adolescente (¿suena familiar?); y Rafferty Law, el hijo de Jude Law y de la acriz Sadie Frost, está sacando un gran partido de los genes british que lleva en el ADN y ya ha desfilado para Bottega Veneta.

Aunque será difícil hacerle sombra a otro pura sangre inglés: Romeo, el segundo hijo de David Beckham, uno de los "cachorros" más cotizados (70.000 dólares por campaña, a punto de cumplir 14 años) y envidiados del momento.

En la meca del cine, llama la atención Scott Eastwood que, tras tomar impulso en títulos de su padre (¿un tal Clint?), busca consolidarse con apariciones en Snowden, dirigida por Oliver Stone; Overdrive, producida por Luc Besson; y Live by night, la próxima de Ben Affleck como director. ¿También hace moda? Por supuesto: le hemos visto en campañas de Hugo Boss y del perfume Cool Water.

Otro actor con apellidos ilustres es Hopper Penn, que acaba de debutar ante la cámara... de papá (Sean Penn) con el beneplácito de mamá (Robin Wright). Y uno más que, según dicen, ni consideraba seguir los pasos de su padre es Jack Kilmer (20 años), el hijo de Val, al que, casualidades de la vida, su compañera de colegio de la infancia, Gia Coppola (sí, la nieta de...) le propuso un papel en su opera prima, Palo Alto.