Las heroínas de la generación Z

La esquiva Generación Z ya no tiene que buscar en el pasado a sus heroínas. Nativas digitales, ciudadanas de una aldea global hipercomunicada e hiperconsumista, cada vez son más las millenials que, visibilizadas por la fama mediática, se hacen eco de las causas que comparten con millones de seguidoras. Desde el feminismo, la lucha por la igualdad transgénero o el combate contra el racismo y el acoso escolar, estas chicas, que aún no han salido de la adolescencia, han decidido no limitarse a ser celebrities y convertirse en militantes.

Instagram, Youtube, Facebook o Twitter, plataformas que llenan de contenidos de alto vuelo y mensajes reivindicativos que sus fans escuchan y reproducen. Estas influencers no huyen de la industria del espectáculo, la usan como caja de resonancia. Y lo tienen todo: un lenguaje en el que sus iguales pueden reconocerse, un mensaje limpio y habilidad para moverse en las redes.

No tienen vocación de 'it-girl' y son la muestra de que los jóvenes no solo se deslumbran con chicas guapas y con estilo, sino también con las que tienen algo que decir. Sus ídolas pueden ser ambas cosas. Y más.

Desde 2011 es Arya Stark en 'Juego de Tronos' y en 2015 fue Ashildr en la serie 'Doctor Who'. Mientras aprende a ser una asesina letal en 'Juego de Tronos', se ha convertido en una activista abierta a todos los frentes: la paridad, el ciberacoso o la investigación sobre el cáncer de mama (su madre lo padeció).

Es la realizadora de cine más joven del mundo, conocida por sus trabajos en defensa de la educación de las niñas en África. Ha rodado cuatro documentales y entrevistado a 17 presidentes de Gobierno. Estadounidenses de ascendencia nigeriana y mauritana, en 2013 lanzó DUSUSU (Dream Up, Speak Up, Stand Up), un programa de ayuda a las escuelas primarias.

Es columnista de The Guardian, da charlas TED y dice que aspira a ser presidenta de EE.UU: ¿Su causa? El acceso a la educación de las niñas en países pobres. Es la persona más joven entrevistada por Forbes (con 10 años). En el Mundial de futbol lanzó la campaña #FollowTheBallForEducation, con una lista de impresionante de donantes. Conoce a los presidentes de 23 países.

Fue la chica más jóven destinada a morir en la tribu, un papel que lanzó su carrera en el cine y en el activismo. ¿Sus causas? El hambre en el mundo, la igualdad racial y la denuncia de los intentos del start system de apropiarse de la cultura africana con fin comercial. La revista Dazed & Confused la ha definido como "La voz de su generación".

Ha crecido muy expuesta a las redes sociales. Sin embargo, está empezando a cuestionar el impacto de internet: "Entonces me asusto, pongo distancia y busco un contacto más real... a veces solo hablo con mis amigos en lugar de publicar algo en Instagram o mandar un mensaje. Me parece más tangible, me ayuda a recuperar el contacto con los demás. Cuando me siento así, conecto con la gente y me doy cuenta de que el mundo sigue siendo real".

Con cinco años protagonizó la serie Girl Meets World y luego Spy Kids 4. ¿Su causa? El feminismo, los derechos humanos, el control de las armas. Tras la victoria de Trump, colgó su foto en Twitter con un cartel que decía: “Creo en mi generación, creo en las niñas, creo en las mujeres, creo en los negros, creo en el colectivo LGBTQ, creo, creo, creo”.

Cuando un fan le preguntó por el feminismo blanco, que ignora que las mujeres negras sufren una doble discriminación, dijo: “El modo en que experimentan el sexismo y la desigualdad es diferente a cómo lo sufren las mujeres blancas, las transgénero y las hispanas. Quiero que mi feminismo incluya a todas”. Su respuesta en Instagram fue replicado por varios medios de comunicación. Tras ello, fue invitada a hablar en la tribuna de la ONU dentro de la campaña He for She, lanzada por Emma Watson.

Nació chico y se convirtió en una de las personas transgénero más jóvenes de su generación y en reconocida Youtuber con múltiples apariciones en televisión. En 2007 creó con sus padres la Fundación Transkids Purple Rainbow, para ayudar a los jóvenes trans. Protagonizó un reality sobre su vida, I Am Jazz, y ha escrito el libro autobiográfico Being Jazz: My life as a (trasgender) teen, en 2014.

¿Su causa? La lucha por los derechos del colectivo LGBTQ, la igualdad para las personas trans. Su experiencia personal y su habilidad para contarla: explica , por ejemplo, que cuando tenía tres años, soñó que un hada convertía su pene en una vagina con una varita mágica. Se lo contó, feliz, a su madre, que recuerda ese momento como el punto en el que entendió que su hija no estaba bromeando.

El vídeo de su tema 'Soy yo' ha superado los seis millones de visitas. Barack Obama la invitó al evento del Orgullo Hispano. Sarai, según su padre, sufrió acoso escolar, por nerd, por latina, por gorda, por gafotas, por chica... Siempre fue muy segura de sí misma. En su habitación tenía un cartel que decía: “Soy genial” . Ha ayudado a reafirmar la identidad de los niños acosados y su mensaje ha encontrado eco entre los latinos.

¿Sus armas? La canción y ella misma, una niña simpática, gordita, con gafas, torpe y segura, que va por la calles de Brooklyn plantando cara a quien se burla de ella. Se ha convertido en el símbolo de una de las minorías más importantes Estados Unidos, los latinos, ninguneada y despreciada por el ya elegido presidente de Estados Unidos. Bajo el hashtag #Soyyo, en las redes sociales se han agrupado millones de adolescentes.