El nombre de una pistola

Aunque han pasado ya más de 20 años de la muerte de mi abuela...

SUSANA TAMARO

Siento que entre mi abuela y yo existe todavía un vínculo muy fuerte. Ella fue el faro de mi infancia y de mi adolescencia. Era la luz que brillaba intermitente en mi día a día y la luz que tantas veces me salvó del naufragio en medio de la tempestad. Mi abuela había leído a Freud cuando en Italia quién era y estado más familiarizada con el I Ching, el libro de las mutaciones taoístas que con la Biblia, que aun así era su libro preferido. Era una mujer hermosa, con mucha personalidad; amaba la literatura y, a los 80 años, seguía recibiendo ramos de flores de admiradores; culta e inquieta, se lamentaba de no haber podido sacarle partido a su gran inteligencia, por la época y el ambiente en el que nació. Fue mala madre pero, sin duda, dio lo mejor de sí como abuela.

Gracias a su perspicacia y a su sexto sentido, una Navidad, me encontré al pie del árbol un traje de vaquero igual al de mi hermano. Aún recuerdo la emoción de ceñirme el cinturón y colocarme la estrella de sheriff en el jersey. Cuando luego descubrí que el nombre que había grabado en la pistola era el mío -Susanna-, una paz inmensa se adueñó de mi corazón. Unos años después, fue mi abuela de nuevo la que me regaló por carnaval un uniforme de carabiniere. Aquel carnaval, para mí, duró un año entero, pues en cuanto podía me colocaba el traje. Solo dejé de hacerlo cuando la tela se había literalmente deshilachado a la altura de las rodillas. ¡Qué felicidad llevar un uniforme!

Con los años, me he cuestionado más de una vez el por qué de esta propensión mía hacia lo marcial, ya que nunca he sido amiga de los símbolos de poder ni menos de la violencia. Lucir un uniforme era sinónimo, en cualquier caso, de adherirse a un orden -algo que anhelaba con verdadera ansia- y también de estar dispuesta a luchar por ese orden. ¿Y es que acaso eso mismo no lo supe yo desde siempre? En el fondo, mi vida no iba a ser otra cosa que una única lucha sin cuartel.

19 de febrero-20 de marzo

Piscis

Como elemento de Agua, los Piscis son soñadores, sensibles y muy empáticos. La amistad con ellos es siempre una conexión profunda que dura toda la vida... Si puedes soportar su carácter pesimista y su tendencia a guardar secretos y a ver siempre el lado negativo de las cosas. Ver más

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