actualidad

Mujeres de la ciencia cuyos nombres queremos recordar

Sus trabajos, investigaciones y desvelos regalaron al mundo algunos de los avances científicos más importantes de la historia. Pero no eran hombres y quizá por eso no se recuerde tan a menudo sus nombres.

Hedy Lamarr, inventora de la Wi-fi, pero más conocida como actriz. / D.R.

Raquel Alcolea
RAQUEL ALCOLEA

Lamarr, Anning, Lovelace, Curie, Meitner, Noether, Payne, McClintock, Hopper, Carson, Hodgkin, Franklin, Lederberg, Goodall, Burnell, Jemison... Estos apellidos merecen páginas doradas en la historia de la ciencia. Sin embargo, quizá solo hayas oido hablar de una o dos de ellas. Tres, con un poco de suerte... Porque sí, estos apellidos corresponden a algunas de las científicas más relevantes de la historia. Y es que, como explica Núria Salán, que acaba de ser galardonada con el premio 'II Premio Mujer y Tecnología' de la Fundación Orange, "necesitamos que haya visibilidad de lo que han hecho las mujeres a lo largo de la historia y de lo que están haciendo". ¿Sabías, por ejemplo, que la Wi-Fi fue inventada por Hedy Lamarr y sin embargo, a Hedy se la conoce como actriz? ¿Y que el Kevlar (tejido muy resistente al desgaste y que ha permitido el desarrollo de chalecos de protección y elementos de protección deportivos) fue inventado por una mujer, Stephanie Kwolek, cuyo nombre, según recuerda Salán no sale en ningún libro de texto y a la que no dieron el Nobel por ello? "Si hubiese sido un hombre, no tengo ninguna duda de que le habrían dado un Nobel. O dos... En ocasiones, el reconocimiento ha llegado al final de la vida de las científicas y tecnólogas... Sí, es reconocimiento, de acuerdo, pero en esos momentos ya no son eficaces, porque esas mujeres ya no pueden actuar como ejemplos para las generaciones que les siguen (si están ya "retiradas", la influencia es mucho menor que si están "en activo")", explica Núria Salán tras hacerse eco de esos ejemplos.

Si los medios no se hacen eco de los logros conseguidos por mujeres, la sociedad no los conoce, no los reconoce y pasan desapercibidos"

"El lavavajillas también lo inventó una mujer, y hoy día no se concibe la restauración sin este elemento (quiero huir del ejemplo doméstico, que es el menor volumen de uso de este tipo de "dispositivo"). Y no se conoce ni el nombre de la inventora. Por cierto, fue Josefine Cochrane, y su invento data de 1886. Y podríamos estar así, un buen rato...", revela Salán.

La difusión de los logros conseguidos es, a su juicio, una de las acciones que consideraía necesarias para dar esa necesaria mayor visibilidad de las mujeres en la ciencia. "Si los medios no se hacen eco de los logros conseguidos por mujeres (no sólo de los actuales, sino de los conseguidos a lo largo de la historia), la sociedad no los conoce, no los reconoce y, por tanto, pasan totalmente desapercibidos", explica.

La experta está convencida de que esta difusión de perfiles de mujeres tecnólogas y de éxitos de la tecnología que han venido de la mano de mujeres (solas o formando parte de equipos con otras mujeres y con hombres) contribuiría a que las generaciones que ahora están en fase de "¿Qué quiero ser de mayor?" consideren opciones de este tipo. ¡Luego ya las descartarán, si no les convencen! Pero, como mínimo, las considerarían... En estos momentos, la invisibilidad es tan grande que ni se consideran estas opciones", asegura.

Este fue uno de sus principales empeños durante su labor como coordinadora del Programa de Género de la UPC, cargo que ejerció hasta 2015: "Mi función fue dinamizar las estrategias de captación de talento femenino para los estudios tecnológicos de la UPC (Programa Dona, Mentorías M2m, etc). Y, naturalmente, el desarrollo e implantación de los dos primeros Planes de Igualdad de Oportunidades, que fueron liderados por las Vicerrectoras Marisol Marqués y Elisa Sayrol (muy buenas profesoras e investigadoras, con quien mantengo una relación personal y profesional excelente)".

El premio de la Fundación Orange, de periodicidad anual (en la anterior edición fue para Begoña García-Zapirain), reconoce precisamente en Núria Salán un ejemplo de mujer volcada al servicio de la sociedad por su trabajo como docente, investigadora en materiales y en innovación docente y en metodologías de aprendizaje, así como en la captación de talento femenino y en el empoderamiento de nuevas generaciones de mujeres tecnólogas en todos los ámbitos (ingeniería, arquitectura, informática, telecomunicaciones, etc.).

De cara al futuro, su visión es esperanzadora. Cuenta que en los estudios de ciencias, las mujeres son muy numerosas (Medicina, Biología, Farmacia, Químicas...), pero que los porcentajes se reducen a medida que se "asciende" de categoría, "hasta llegar a invertirse los porcentajes. En el caso de la tecnología, explica que los porcentajes de estudiantado son muy inferiores (rondan el 30% en promedio, en las universidades politécnicas españolas) y esos porcentajes se mantienen en el colectivo de profesorado. "Quiero pensar que sí, que tendrán más visibilidad y que su promoción no será tan complicada. Hasta ahora no ha sido así (cuando yo estudiaba metalurgia, éramos 2 de 12, y esos porcentajes siguen siendo idénticos en algunas de mis clases). Me gustaría pensar que esto cambiará. Y no lo tendrán más fácil, porque no les regalarán nada. Pero si se animan y no se frenan, ya habremos ganado mucho.

Leí hace unos días que lo mejor que se puede hacer para animar a las chicas a estudiar tecnología, es tan sencillo como no desanimarlas. ¡Pues eso!", sentencia.

Núria Salán, II Premio Mujer y Tecnología de la Fundación Orange. / Fundación orange

Una vida dedicada a la ciencia

  • Con una formación en Ciencias Químicas (Metalurgia) por la Universitat de Barcelona (UB) y un Doctorado en Ciencia de Materiales e Ingeniería Metalúrgica por la Politècnica de Catalunya (UPC), Núria Salán inició su carrera en el ámbito de Materiales en la UPC hace 25 años y actualmente es profesora y subdirectora de Promoción Institucional y Estudiantado de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT). Desde enero de 2016 es Presidenta de la Societat Catalana de Tecnologia (filial del Institut d'Estudis Catalans). Además, ha coordinado el Proyecto RIMA desde 2008 hasta 2016, que ha gozado de reconocimiento nacional e internacional como programa pionero en la creación y consolidación de Grupos de Interés en metodologías de aprendizaje en entornos tecnológicos. También ha sido Coordinadora del Programa de Género de la UPC desde su creación hasta 2015. Ha participado en actividades de investigación sobre mujeres y tecnología, y sus últimos proyectos han sido el programa de mentoría y empoderamiento de mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología dirigidos a chicas politécnicas, 'M2m', y la exposición 'El ingenio (in)visible. Mujeres y Tecnología: pasado, presente y futuro', que destaca la conciencia social acerca de la invisibilidad que, históricamente, han tenido las mujeres tecnólogas, así como sus inventos y logros.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?