Madres cazatalentos

Has leido los libros, pero no sirven de nada. Vas a yener que aprender sobre el terreno

CARE SANTOS

El archiconocido maestro del terror norteamericano Stephen King contó en su libro 'Mientras escribo' (Ed. Debolsillo) lo mucho que influyó su madre en su incipiente carrera literaria. Pasaban bastantes estrecheces y la mujer tenía que trabajar en todo tipo de cosas. Sin embargo, siempre tenía un rato para leer los primeros cuentos de su hijo. A los 11 años, el futuro escritor le dio su primer relato y ella le dijo que merecía ser publicado.

El autor escribe: "Desde entonces, no me han dicho nada que me haya hecho tan feliz". Su madre fue su primera lectora y su primera compradora: le pagaba 25 centavos por cuento, lo cual para el adolescente aspirante a escritor fue un poderoso incentivo. Además, su madre compartía los relatos con sus hermanas. De modo que también fue su primera promotora. ¡Y sin redes sociales!

"Como trates a tus hijos, así te tratarán ellos el resto de sus vidas", dice una máxima de las terapias sistemáticas. Pues bien, tras leer este libro de King -a quien por cierto no visitaba como lectora desde los 16 o 17 años-, me ha quedado claro que su madre supo tratarle del modo en que él necesitaba para convertirse en un hombre seguro de sí mismo y de su don, dispuesto a comerse el mundo. Algo que, en lo suyo, ha hecho.

Qué repsonsabilidad, la de ser madre de adolescentes, sabiendo que nos toca desempeñar el papel de descubridoras de cualquier tipo de talento. Y más aún: fans, promotoras, mecenas y hasta community managers. Y eso que solo somos humanas. Richard Ford, premio Princesa de Asturias de las Letras, también tuvo una madre lectura: Edna Akin. Cuando ella murió, dedicó un emocionante libro a intentar conocerla. Se titula, precisamente, 'Mi madre' (Ed. Anagram). En él escribió: "Uno de los primeros retos que se nos presentan es saber que a nuestros padres, suponiendo que vivan el tiempo suficiente, merece la pena conocerlos". Conocer a nuestos hijos para que algún día también ellos nos conozcan. Menudo reto.

Modernidad:

Las de mi generación hemos tenido madres chapadas a la antigua a quienes tratábamos de convencer de que los tiempos habían cambiado. En algunos temas el entendiemiento era casi imposible. El sexo, por ejemplo. Ahora tenemos hijas más tradicionales que nosotras, que nos miran sin comprendernos y que no ven la necesidad de ser tan avanzadas ni de ir tan deprisa. Así que nosotras fuimos, ¿qué? ¿El eslabón inevitable hacia la tranquilidad?

Ilustración: Maite Niebla

Temas

Libros

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?