actualidad

Jane Birkin: "Cuando cantaba aquellas canciones no tenía ni idea de lo tristes que eran"

La eterna musa de Serge Gainsbourg regresa con una edición sinfónica de su repertorio. De la pérdida de su hija, de la relación con su propia leyenda y de por qué a su edad valora más que nunca la belleza del mundo hablamos en su entrevista más personal

Jane Birkin / d. r.

GUILLERMO ESPINOSA

en la azarosa biografía de Jane Birkin (Londres, 1946) todo parece casual, y ella suele insistir en que así fue. Estar en el lugar y momento adecuados con las personas correctas pudo ser el principio. Pero hoy no parece posible que alguien distinto a ella hubiese llegado a lograr lo mismo. La muchacha que con 20 años deslumbró a medio mundo (y escandalizó a la otra mitad) apareciendo desnuda en la película Blow Up (1966) de Antonioni, es hoy una mujer de 70 años con la vitalidad suficiente para montar una gira mundial e iniciarla en Tokio con una campaña a favor de las víctimas de Fukushima.

Esos conciertos se han convertido ahora en un disco, Birkin-Gainsbourg: Le Symphonique (Warner/Parlophone) que reúne esas versiones orquestadas de las hoy legendarias canciones que interpretó junto a Serge Gainsbourg, su amante durante 12 años y quien la catapultó a símbolo de la liberación sexual femenina con Je t'aime... moi non plus (1969). Una canción compuesta para Brigitte Bardot (que se negó a interpretarla) y que culminaba con los gemidos de un orgasmo.

A pesar de su ruptura con Gainsbourg a principios de los 80 (como ella misma ha reconocido en multitud de ocasiones, "por sus problemas con el alcohol, pero también porque me comenzaron a atraer otros hombres"), él se mantuvo fiel a su amor (tres días antes de su muerte, en 1991, aún le regaló un diamante) y la convirtió en su musa eterna e insustituible, componiéndole canciones de forma continuada. La cantante no se volvió a casar, pero tuvo años después a su tercera hija, Lou, con el cineasta Jacques Doillon. La primera, Kate, nació del único (y breve) matrimonio de Birkin con el compositor John Barry, y con Gainsbourg tuvo a la segunda, Charlotte, que es actriz.

Gracias a su carisma, y a una voz rota y frágil, el fallecimiento de Gainsbourg no acabó con su carrera: en los 90 editó sus primeros discos en solitario y comenzó a implicarse cada vez más en causas humanitarias, de las que este último disco es quizá la cumbre. Elaborado junto al compositor y pianista japonés Nobuyuki Nobu Nakajima, más que un homenaje es en realidad un cambio radical para canciones con más de 30 años de vida. Una vida intensa con sus alegrías y sus desgracias: en 2013 su hija Kate, fotógrafa de moda y la menos conocida de su prole, apareció muerta en su piso parisino. Con la posibilidad seria de un suicidio, Birkin tuvo que rehacerse desde el dolor. Este disco quizá también sea un resultado de todo esto.

  • Mujerhoy Es increíble que las canciones, siendo las mismas, suenen tan distintas en estas versiones. ¿Era esa la idea? Jane Birkin Sí, sí. De hecho, en los conciertos, la gente no las reconoce al principio. Me encanta, porque percibo desde el escenario ese clic de la memoria: casi cada tema les resulta una sorpresa.

  • Mujerhoy ¿Ha cantado estos temas con el mismo espíritu que cuando Gainsbourg estaba vivo? Jane Birkin Posiblemente las he cantado con mayor gracia. [Risas] Ya sabes: siempre ha existido mucho ruido sobre cómo lo dejé... En cierta medida me han hecho sentir culpable. Aunque todos sabemos en qué consiste el amor: cómo también puede arruinar algunas cosas, cómo bascula entre la pasión y el dolor, lo terrible que puede ser... Por aquella época, mi máxima preocupación era cantarlas bien. Incluso puede ser que no comprendiera del todo su sonido, ni vislumbrara los conceptos que escondían, ni lo tristes que eran. Con los años he aprendido a valorar más la belleza del mundo que cuando las canté por primera vez.

  • Mujerhoy Las letras de estas canciones son auténticos poemas. Es difícil encontrar canciones hoy con esta profundidad intelectual. Jane Birkin Mira a Cole Porter y toda esa tradición de la música popular americana. Serge tuvo que tocarla al piano cuando era un pianista de bar. Partiendo de esa base, creó por ejemplo L´Aquaboniste. Que no es el nombre de una persona o de una profesión, es una palabra inventada en un poema irracional. El estilo de Serge fue una revolución en su momento, asociada también a Boris Vian, al que él admiraba. Serge tenía alma de poeta: escribía maravillosas frases y se sentía muy orgulloso de tener ese talento. Le excitaban las palabras. Pero no le preocupaba demasiado si el público llegaba a entender sus letras o no.

  • Mujerhoy Estas canciones son legendarias. Pero usted también lo es, un icono. ¿Cómo se maneja en esa condición de leyenda viviente? Jane Birkin No es que tenga muchas opciones para zafarme, la verdad. Ahora justo vengo de una sesión de fotos, posando hecha un adefesio [Risas]. Son las cosas del oficio. Yo trato de no estar demasiado presente en la vida pública, de no ir a estrenos ni eventos donde me puedan fotografiar.

"Quería que mis hijas estuvieran a salvo, pero con Kate no lo conseguí"

  • Mujerhoy Su aparición desnuda en la película de Antonioni o el tono tan carnal de Je t´aime... moi non plus revolucionaron la mentalidad de una generación y apuntalaron la libertad del cuerpo femenino. ¿Qué piensa del feminismo ahora mismo? Jane Birkin No lo sé. Cuando me preguntan sobre estos grandes temas, realmente nunca sé qué contestar. Yo he intentado siempre hacer las cosas de una forma bonita, sin preocuparme exactamente por las consecuencias o por lo que pudiera significar para otros. No he tenido nunca ese sentido de trascendencia, o no le he dado la más mínima importancia. Cuando me preguntan por el Swinging London y por lo libres que parecíamos, lo único que puedo decir es que yo no me sentía libre en aquella época. Me tuve que casar [con John Barry, a los 19 años] porque mis padres no habrían aceptado una relación amorosa fuera del matrimonio. Lo conocí cuando tenía 17 años, lo que era normal en aquella época pero hoy resulta extraordinariamente joven. Desde luego no era libre para tomar decisiones. Aquel hombre era tan importante, tenía tanto talento... Y yo empezaba en la música: lo sorprendente es que tanta gente de ese calibre me quisiera tener a su lado...

  • Mujerhoy Pero usted también tenía talento. Y lo ha transmitido: se convirtió en madre de una saga de personalidades. ¿Qué transmitió a sus hijas para convertirlas en lo que posteriormente se convirtieron? Jane Birkin Pues no estoy del todo segura. Siempre fui una persona entusiasta. Nunca las obligué a nada, las dejé elegir, y les transmití que se dedicaran a lo que quisieran con pasión. Mi hija mayor, Kate [de su matrimonio con John Barry], quiso estudiar moda, y la animé. Luego se convirtió en esa extraordinaria fotógrafa que fue. Tuvo problemas con el alcohol y las drogas desde que era una adolescente, y luego dedicó sus últimos 10 años a ayudar a las personas que tenían este mismo problema. Era una luchadora y yo sigo sintiéndome muy orgullosa de lo que hizo y de las vidas que ayudó a salvar. Con Charlotte [fruto de su relación con Gainsbourg] lo tuve más claro: desde los 12 años ya le gustaba la interpretación, así que la animé a presentarse a castings. Quería que fuera alguien por sí misma, a través de sus logros, y no una eterna hija de Serge Gainsbourg o la protagonista de escandalosas canciones compuestas por su padre, como Lemon Incest [otro de los escándalos promovidos por Gainsbourg, empeñado en burlar la mentalidad pequeño-burguesa]. Quería que la admiraran por ella misma, no por la familia que tenía alrededor, porque sé lo duro que es eso. Yo, además, nunca tuve la intención ni las ganas de ser actriz, pese a haber hecho películas y seguir haciéndolas. Pero Charlotte sí. Y yo quería que fuese feliz y estuviese a salvo, ya que con Kate no lo había logrado del todo. Con Charlotte fue milagroso: inmediatamente, la interpretación la convirtió en una mujer satisfecha. Con Lou, la menor, fue totalmente distinto: era la más pequeña y veía a sus hermanas labrándose sus carreras con éxito. Al principio quiso ser actriz, pero yo no la veía tan segura como Charlotte: finalmente se convirtió en una compositora y una cantautora excepcional, y eso fue para ella como un renacer. Todos estábamos felices, y entonces Kate murió. Y yo entré en shock: realmente no creí que pudiera volver a ser feliz jamás. Nada en este mundo te asegura una felicidad duradera: eso ya lo he aprendido. El éxito no es una garantía de nada.

Arriba, la fotógrafa Kate Barry, el fruto de su breve unión con John Barry, que apareció muerta en 2013 (a los 46) tras caer desde la cuarta planta de su apartamento. A la dcha. la cantautora Lou Doillon (34) y la actriz Charlotte Gainsbourg (45), sus hijas menores. / gtres / getty / cordon

  • Mujerhoy Sin querer insistir en temas dolorosos, usted dio uno de sus últimos conciertos en la sala Bataclán antes del atentado. ¿Cómo ve a su país después del suceso? Jane Birkin Creo que la gente ha sido muy valiente en la forma en que se ha enfrentado a esta pesadilla, pero me temo que va a tener unas consecuencias lastimosas. Espero que Marine LePen no termine ganando precisamente por esto...

  • Mujerhoy ¿Es una preocupación compartida por los intelectuales y los artistas franceses? Jane Birkin Y por todo el mundo. Estamos todos imbuidos en una corriente política terrible: los ingleses con el Brexit, los americanos votando a Trump... Una situación que se lo pone todo muy fácil a la extrema derecha francesa. Y esto no va a hacer que la gente gane más dinero ni que el país vaya mejor... Estar fuera de Europa no es una ventaja. Pero los ingleses lo han hecho y eso sienta un precedente y vuelve más fácil que la gente termine engatusada por discursos como el de Marine LePen. La gente está agotada con la corrupción y la inoperancia institucional. Se ha creado un cisma social y eso ha cambiado las reglas. Hablo con taxistas que me dicen que realmente no les gusta nada LePen, pero que aun así la votarán porque quieren que las cosas cambien. A mí me parece un cambio de mierda, y perdón por la expresión. Cinco años es mucho tiempo para estar de mierda hasta el cuello.

De arriba abajo: con su padre (1970); con John Barry (1966); con Serge Gainsbourg (1969) y con Jacques Doillon (1984). / d. r.

"Nada te asegura la felicidad duradera, eso ya lo he aprendido"

  • Mujerhoy Pero, ¿van a movilizarse ustedes públicamente contra ella, como ha hecho Hollywood en Estados Unidos contra Trump? Jane Birkin Espero que sí. Hablando con otro taxista, me comentó que votaría a Benoît Hamon, el nuevo líder del socialismo francés, porque es nuevo y la política no le ha salpicado aún. Quizá la gente joven se movilice y le vote, sin dejarse arrastrar por ese sentimiento de que no hay diferencia.

  • Mujerhoy Este disco que comenzó por una serie de conciertos benéficos en Japón para ayudar a los damnificados de Fukushima. ¿Es el momento de pensar ya en esa ayuda a los vecinos de una forma global? Jane Birkin Indudablemente. Yo me saqué un billete y me planté en Tokio a ayudar a la gente. El mundo actual nos habilita para poder hacerlo. Tenemos los medios. Bueno, los tenemos los que podemos, y por eso es necesario que lo hagamos. La música en esto es primordial, es nuestro lenguaje universal. De lo que se trataba, aparte de recaudar dinero, era de dar ánimos. Eso es lo que más me gusta de mi oficio a día de hoy: ver cómo la música puede hacer que la gente baile aún por las calles, o arrancarles una sonrisa.

  • Mujerhoy Es asombroso que, a su edad, mantenga esta vitalidad y se anime a hacer estas giras mundiales por una causa... Jane Birkin De otra forma solo quedaría esperar la muerte. Y me niego. Hay que ser valiente y sacar fuerzas. No sabes lo afortunada que me siento.

  • Mujerhoy ¿Por qué no incluyó Je t´aime... moi non plus en este disco? Jane Birkin Porque no la he vuelto a cantar desde que murió Serge. Bueno, creo que una vez la canté en un concierto benéfico en Inglaterra. ¡Es una canción para dos voces, no solo para mí!

  • Mujerhoy ¿No se animaría ni a cantarla con otro artista? Jane Birkin No, no, no, no... Serge se pondría furioso allí donde esté. [Risas].

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?