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Tu personalidad es clave para adelgazar

Los entrenadores personales aseguran que si no saben quién eres, es imposible que una dieta funcione.

Una mujer, haciendo anotaciones en un cuaderno. / fotolia

SILVIA TORRES

Lo dicen los entrenadores personales más revolucionarios del momento. Y no solo eso, aseguran que ellos pueden personalizar los objetivos de peso de cada quien según su temperamento, su comportamiento y las cosas que los motivan en la vida.

Una de ellas es Jen Widerstrom, experta en dietas y entrenamientos de adelgazamiento y entrenador del programa de la NBC The Bigger Loser. Su nuevo libro se llama Diet Right for Your Personality Type: The Revolutionary 4-Week Weight-Loss Plan That Works for You y promete una dieta que funciona gracias a que se basa en el estudio de la personalidad del cliente.

“La mayoría de los regímenes para adelgazar no incluyen al individuo, si no identificamos quien eres es imposible que una dieta funciona”, asegura la entrenadora. Ella ha estudiado y definido cinco tipos de personalidades de acuerdo a los patrones de comportamiento que se desarrollan frente a las dietas, y a desarrollado un régimen de más de un mes de duración basado en lo que mejor funciona para cada una de ellas.

Cuáles son estas personalidades y en cuál encajamos mejor:

  • La organizada emprendedora. Es una persona estructurada que lleva muy bien su agenda y se hace listas para cada cosa. Tienen una vida muy organizada, cumplen sus horarios a rajatabla, su dieta suele ser monótona y les cuesta mucho cambiar de hábitos. Lo bueno es que si encuentras un buen para ellos lo seguirán disciplinadamente. Necesitan una dieta, explicada paso a paso que no deje espacio a la improvisación. Debe reflejar exactamente lo que hay que comer hasta en cada una de la meriendas y tentempiés del día. Solo necesitan información suficiente para trazarse un plan suficientemente estricto que los haga sentir cómodos, seguros, y sobre todo con la sensación de que todo está bajo control.

  • La libertina. Es el alma de la fiesta y la alegría de la huerta. Se apuntan a un boot camp o a yoga porque es trendy. Conocen el nombre de los instructores del gimnasio y de cada uno de los clientes. Hacen más vida social que tonificación muscular en las máquinas del gimnasio y necesitan una dieta que se adapte a su agitada vida social y tienen una tendencia más que marcada a saltarse todo tipo e dieta o a cambiar de una a otra, dependiendo, claro, de lo que en cada momento sea cool y divertido. Necesita un régimen que le de variedad de opciones y que les de la ilusión de que siempre son ellos los que deciden y escogen. Hacerles siempre creer que ellos siguen el régimen que quieren (aunque no se a verdad).

  • La heroína cotidiana. Son esas personas sacrificadas, que se pasan la vida ayudando a todo el mundo y se ponen ellas en el último lugar de la lista. Estas personas se pueden encontrar en los hospitales, en los comedores sociales, cuidando a todo el mundo menos a ellas mismas. A estas personas hay que cambiarles las prioridades y enseñarles a darse un poco más de importancia. Lo primero es suscribirlas a una newsletter para que los consejos de salud personalizados le lleguen a su email, de manera que no tengan excusas para leerlos. Suelen tener unas agendas repletas por lo tanto su programa de adelgazamiento debe ser simple y fácil de seguir. Una lista detallada de la compra con unos platos fáciles de cocinar y que le exijan un tiempo mínimo pueden conseguir que estas heroínas cotidianas empiecen a cuidarse un poco más.

  • Las never-ever (Nunca jamás). Son inteligentes y eficientes pero tienden a negar la realidad o evitan enfrentar los problemas de salud. Se asustan porque viven en la negación y les cuesta asumir, por ejemplo, que necesitan perder peso. Hay que ayudarles a combatir su miedo al fracaso y crear un plan que les haga ver rápidamente las ventajas y los beneficios de cambiar de estilo de vida. Cada semana hay que darles nuevas directrices y metas para que no abandonen a la primera y no sea aburran.

  • La rebelde. “Es un tornado”, según las describe Widertrom. Son caóticas e impredecibles. pero una vez que se metalizan nada las saca de su objetivo final. Les gusta encontrar su propio camino y aceptan ningún tipo de tutelaje o guía, así que hay que se muy discreto con los cambios de hábitos de alimentación o de entrenamiento que se les proponen. Para satisfacer su espontánea e impulsiva personalidad hay que darle algunas pistas pero sin muchas obligaciones, siempre darles la opción de controlar las porciones y regular los horarios de comida. Eso sí, se necesita crearles algunas rutinas y cierta estabilidad para que su vida sea más saludable.

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