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¿Por qué siempre lo dejas todo para mañana?

Somos humanos y como tales, nos gusta evitar o retrasar una tarea en concreto días, semanas e incluso meses. El acto de procratisnar, un hábito irracional que nos perjudica.

Pincha en la imagen para descubrir los alimentos que te ayudarán a mantener tu cerebro sano./pixabay

Pincha en la imagen para descubrir los alimentos que te ayudarán a mantener tu cerebro sano. / pixabay

Silvia Torres
SILVIA TORRES

Se llama procrastinación al arte de dejarlo todo para después. Y después puede ser un día, una semana, un par de meses… Se trata de un fenómeno universal que no solo consiste en evitar o retrasar una tarea en concreto, sino que además es un hábito irracional, poco productivo e innecesario.

Según explica Alexander Rozental, investigador de la procrastinación del instituto Karolinska, la gente procrastina porque le da poco valor a la tarea que tiene que hacer, porque cree que no va a conseguir lo que quiere conseguir con esa tarea en cuestión, porque el beneficio que va a conseguir está muy alejado en el tiempo o porque se trata de una persona impulsiva

Las estrategias para superar este hábito varían en dependencia de cada caso. Lo primero es identificar el hábito, nuestras razones para procrastinar, si siempre son las mismas o si hay un patrón de conducta que se repite una y otra vez. Una vez que lo tengas claro, tendrás más oportunidad de corregir tu comportamiento. A continuación describimos algunas situaciones en las que podrías procrastinar y cómo solucionarlo.

¿Por qué procrastinamos tanto?

Si el problema es el tiempo o el momento del día. Hay mucha gente que es más productiva y eficiente a unas horas determinadas del día. Los expertos recomiendan no alterar ese ritmo natural y organizar la agenda de actividades respetando nuestros ritmos. Por ejemplo, si sabes que te concentras mejor por las mañana ese es el momento para planificarlas actividades que requieran más cuidado o más creatividad. No trates de obligarte a hacerlo en las horas en que estás más cansada.

Si te sientes sobrepasada y agobiada por un trabajo difícil. La ansiedad por no poder estar a la altura de un proyecto con frecuencia está detrás de la procrastinación. El miedo al fracaso o a no poder completar la tarea hace que la vayas dejando para otro día. El consejo de los expertos para estos casos es dividir la gran tarea en partes y empezar por la más fácil para incrementar tu autoconfianza y eficiencia.

Si eres de las que necesitas una fecha de entrega inmediata para ponerte a trabajar. No le ves sentido trabajar en algo que no te va a dar beneficios inmediatos y por lo que no te van a presionar por ahora. Llevas muy mal el largo plazo. Para estos casos, lo recomendable también es dividir ese tiempo en varios plazos más pequeños para que no te sorprenda la hora de entrega con todo sin hacer. Encuentra modos de irte estimulando y recompensando por el camino para que no pierdas la paciencia. Ponte objetivos pequeños que debes terminar en plazos más cortos y date un homenaje cada vez que superes cada etapa.

Si te distraes fácilmente. La primera recomendación es revisar tu entorno para quitar de tu vista todo lo que te pueda distraer, desde el teléfono con sus alertas de notificaciones hasta las ventanas que tengas abiertas en el ordenador en el que estás trabajando. Los expertos también creen que hay que minimizar la multitarea, y concentrarse en una cosa cada vez para conseguir terminar algo.

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