Antienvejecimiento: cada vez más cerca de parar el reloj

Podríamos estar ante el momento clave en la investigación sobre cómo detener e incluso revertir el proceso de envejecimiento. Y quién sabe si ante el primer paso en la investigación de los procesos que podrían lograr un alargamiento notable de la vida humana. Los protagonistas de estos hitos históricos son Juan Carlos Izpisua y Alejandro Ocampo, los científicos españoles que lideran el grupo internacional que ha logrado alargar un 30% la vida de ratones con vejez prematura y curar lesiones en roedores adultos “como si fueran jóvenes”.

La técnica utilizada por estos científicos ha sido la de la reprogramación celular: tras modificar unas células dadas con distintos genes para convertirlas en “células pluripotentes”, estas pueden funcionar en cualquier parte del cuerpo como si fueran células madre. Una inyección de juventud. “Será más complejo hacerlo en humanos, pero ya estamos demostrando que el envejecimiento es un proceso más susceptible a las intervenciones terapéuticas de lo que pensábamos”, ha explicado Juan Carlos Izpisua, profesor del Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk y Catedrático Extraordinario de Biología del Desarrollo de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

Mientras llegan las pruebas en humanos de estos descubrimientos, podemos ensayar otros procedimientos más inmediatos para tratar de detener el tiempo en nuestro organismo. Por ejemplo, comer granadas.

Su ingesta favorece la producción de urolitina A, un compuesto que favorece la renovación de las mitocondrias, la parte de la célula que genera energía, y evita el deterioro muscular asociado a la edad. Al alimentar a gusanos de laboratorio con granadas, los científicos lograron aumentar su esperanza de vida un 45%. Corramos a comprarlas que, por suerte, estamos en temporada.

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