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La noche en vela: insomnio

¿Le cuesta conciliar el sueño? ¿Se despierta a media noche? Usted padece uno de los males de nuestros días. Le ayudamos a detectarlo y combatirlo.

Justin Bieber confesó padecer insomnio durante una entrevista con 'Vanity Fair'. / Instagram

David Saldaña
DAVID SALDAÑA

¿Quién no ha llegado al trabajo con cara de no poder ni con su propia alma? El insomnio es un problema que afecta a un porcentaje muy elevado de la población. Las preocupaciones, los problemas de dinero o con la familia, el estrés laboral, los turnos irregulares en el trabajo y el cada vez más frecuente bombardeo de información a través del móvil, la tablet o la televisión tienen a nuestro sistema nervioso sobreestimulado. Y eso es algo que nos puede pasar factura cuando llegamos a la cama e intentamos conciliar el sueño.

Un problema del que, por supuesto, no se libran los famosos. George Clooney es uno de los que ha aireado sus problemas a la hora de dormir. En su caso, no sabemos si será por su ajetreada vida de actor y galán o debido a la conocida marca de café que anuncia. Enrique Iglesias y Kate del Castillo –es lo que tiene reunirse con narcos...– también padecen de insomnio.

¿De qué estamos hablando?

El insomnio, en líneas generales, es la incapacidad para mantener un sueño adecuado que nos permita tener un merecido descanso para encarar nuestras necesidades diarias. Dentro del insomnio, se han realizado diversas clasificaciones. Hablamos de insomnio inicial cuando tenemos dificultad para conciliar el sueño. ¿Quién no ha dado vueltas y más vueltas en la cama, sin poder dormir? Las preocupaciones, sean del tipo que sean –de pareja, familia, salud, económicas, estrés laboral...– nos pueden acechar en el momento en que cerramos los ojos e intentamos descansar.

El insomnio matinal es frecuente en gente de edad avanzada

En segundo lugar, se habla del insomnio intermedio, que es cuando nos despertamos varias veces durante la noche y no somos capaces de dormir de manera seguida. Por último, el insomnio terminal o matinal es cuando nos despertamos antes de lo deseado. Este último es muy frecuente en gente de edad avanzada. Popularmente se suele pensar que el abuelo que aparece leyendo el periódico a las cinco de la mañana no necesitan dormir tanto. Lo cierto es que se debe a una alteración producida por las hormonas que regulan el sueño, debido a la edad.

Casi todo el mundo padece insomnio alguna vez en su vida. No poder dormir o dormir mal algún día, entra dentro de lo normal. El problema viene cuando comienza a afectar a nuestra vida diaria. La fatiga puede hacer que tengamos una disminución en nuestro rendimiento laboral, pero también puede implicar una dificultad de la memoria para retener conceptos, irritabilidad y cambios de humor, una disminución de nuestros reflejos o, incluso, nos puede producir un serio disgusto si nos quedamos dormidos cuando conducimos... Además, hay diversos estudios que demuestran que un insomnio prolongado puede afectar a la salud de varios sistemas, como a la cardiovascular, y ha sido relacionado, entre otros síntomas, con la hipertensión, por ejemplo.

¿Cuándo pedir ayuda?

Hay que tener juicio y sentido común. Cuando comencemos a sentir una fatiga o somnolencia fuera de lo normal a lo largo de nuestro día a día, sin que esta mejore a pesar de las medidas tomadas al respecto, o si alguien de nuestro entorno nos lo hace notar, posiblemente sea el momento de buscar ayuda. Un psicólogo o psiquiatra nos puede aconsejar sobre cómo llevarlo o tratar algún tipo de problema mental o psicológico que pueda estarnos afectando.

Existen fármacos que se pueden emplear para ayudarnos

Existen fármacos, como las benzodiacepinas o la melatonina, que se pueden emplear a la hora de tratar el insomnio, aunque siempre será preferible tratar su causa o emplear terapias cognitivo-conductales. No hay que olvidar que hay enfermedades como la apnea del sueño que pueden producir fatiga y somnolencia muy parecida a la del insomnio. Existen unidades especializadas en el estudio del sueño que se encargan de este tipo de enfermedades.

¿Cómo combatirla?

Hay medidas sencillas que podemos adoptar y que nos pueden ayudar a dormir mejor. Limitar las bebidas con cafeína o estimulantes, apagar las pantallas –móvil y tablet– antes de ir a dormir, realizar una cena ligera y evitar el sobrepeso, no dormir en exceso durante el día y evitar las siestas prolongadas, realizar ejercicio físico regularmente, pero al menos dos horas antes de irnos a la cama... Hay que tratar que nuestro dormitorio sea lo más cómodo, oscuro y silencioso para favorecer el descanso. Pero, sobre todo, evite llevarse las preocupaciones a la cama. Mañana será otro día, y quién sabe, a lo mejor sus problemas, de una u otra manera, se solucionan.

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