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Comer sano no es más caro

Cuanto más cocines, menos riesgo tendrás de engordar y enfermar. Lo repiten cada vez más los expertos y lo confirman los estudios de nutrición: comer sano no tiene por qué ser más caro.

Marisol Guisasola
MARISOL GUISASOLA

Pues sí, saber cocinar es sinónimo de salud. Lamentablemente, los niños no lo aprenden en los colegios y cada vez menos en las casas, y la consecuencia son las crecientes tasas de obesidad y enfermedades crónicas en personas cada vez más jóvenes.

Lo ha comprobado un estudio publicado en Journal of Nutrition Education and Behavior, que concluye que si aprendes a cocinar de joven te alimentas mejor de adulto. “Queríamos ver cómo influían las habilidades culinarias de los jóvenes [de entre 18 y 25 años en 2002-2003, cuando comenzó el estudio] en su bienestar cuando llegaban a adultos”, explica la doctora Jeniffer Utter, de la Universidad de Auck-land (Nueva Zelanda), autora principal del trabajo. “Cuando, en 2015-2016, cotejamos los datos, vimos que los que habían declarado mayores capacidades en la cocina se alimentaban mejor: preparaban más comidas con verduras frescas; hacían más comidas en familia; consumían menos alimentos procesados y comida rápida…”.

Un mal ejemplo

El problema es la idea que tienen algunos adolescentes de lo que supone cocinar. Un estudio británico de 2015 comprobó que, para muchos, consiste en “saber meter una pizza en el microondas”. Lo de comer a horas fijas también quedaba fuera del menú. La mayoría comía lo que le apetecía al llegar a casa o pedía comida por teléfono. Y es fácil convertirse en adicto a esos productos. Con estudiadas proporciones de grasa, sal, azúcares e hidratos refinados, están formulados para hacerte desear más de lo mismo en cuanto acabas de comerlos.

La obesidad es una epidemia al alza

  • 2.100 millones de personas sufren sobrepeso en el mundo, alrededor del 30% de la población mundial. En ese total se incluyen los 670 millones de personas que tienen obesidad.

  • De seguir la tendencia actual, el porcentaje de personas con sobrepeso llegará al 50% en 2030.

  • El récord de exceso de peso lo tienen los habitantes de islas del Pacífico (como Nauru, Tonga, Samoa y Kiribati), donde cuatro de cada cinco habitantes son obesos. ¿La explicación? Casi todos los alimentos frescos que se consumen en estas islas son importados y resultan muy caros, mientras que la comida rápida es la alternativa barata.

  • Ser obeso no significa estar bien alimentado. Los habitantes de países pobres que reciben excedentes de alimentos procesados de países occidentales desarrollan carencias nutricionales serias.

  • Cada vez se habla más de “entorno obesogénico”, que es aquel que favorece la obesidad, por ejemplo, comer solo o delante de la tele, aumentar el tamaño de las raciones…

Lo deprimente es ver cómo en nuestro país estamos imitando esos hábitos de alimentación. Las estadísticas dan fe de las consecuencias: según un estudio de la OMS presentado hace unos días, alrededor de un 40% de los niños españoles tiene sobrepeso u obesidad, una cifra que en Europa solo supera Chipre. Ese porcentaje es similar en los adultos: un 40% tiene sobrepeso y más de un 20% padece obesidad, según el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE).

Lo que viene después es aún más grave: a medida que aumentan las tasas de obesidad, lo hace también la incidencia de enfermedades crónicas. Se calcula que nuestro sistema sanitario destina el 7% de su gasto a tratar el sobrepeso y la obesidad. Según datos de la consultora McKinsey, el coste mundial de la obesidad (tanto en atención sanitaria como en productividad y otros conceptos) equivale al 2,8% del producto interior bruto (PIB) global.

Vuelta a la cocina tradicional

Dar la vuelta a esa situación pasa por volver a cocinar con productos frescos. Lo hemos investigado y no, las dietas basadas en productos frescos no son más caras que las basadas en productos procesados o precocinados. Un estudio realizado en EE.UU. (donde los alimentos frescos son muchos más caros que en España) ha calculado que el coste por caloría de los alimentos ultraprocesados es un 24% más caro que el de los cocinados en casa. Incluso el Consejo Europeo de Información Alimentaria se ha pronunciado contra esa idea.

Una lista de la compra a buen precio:

  • Legumbres (lentejas, garbanzos, judías, habas, guisantes).

  • Verduras frescas o congeladas (acelgas, repollo, brócoli, coliflor, puerros, espinacas, lechuga, tomates, cebollas, zanahorias, ajos…).

  • Arroz, pasta y pan integrales.

  • Nueces y otros frutos secos.

  • Frutas nacionales de temporada (manzanas, peras, plátanos, naranjas, mandarinas, limones, fresones, cerezas, melón, sandía, melocotones, albaricoques, ciruelas…).

  • Pescados azules (chicharros, sardinas, jureles, verdel, arenques, boquerones) y mariscos frescos o congelados (mejillones, berberechos, langostinos, gambas).

  • Carnes de aves, siempre sin piel.

  • Huevos frescos.

  • Lácteos fermentados (yogures, quesos frescos o curados).

  • Aceite de oliva virgen extra (AOVE) como grasa. Aunque es más caro, el AOVE cunde más y apenas supone unos céntimos por plato.

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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