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El infierno de Mel B

La ex Spice Girl asegura que durante diez años sufrió los golpes del que fue su marido, Stephen Belafonte. Chantaje con vídeos, tríos sexuales, la niñera embarazada… Un relato aterrador.

La pareja parecía idílica. / gtres

HUGO DE LUCAS

Estaba agotada física y emocionalmente. No lo soportaba más. Cogió un bote de aspirinas. Se las tomó todas en un gesto desesperado que solo sirvió para agudizar su angustia al ser de pronto consciente de que podía morir. Pidió a su marido que llamara a una ambulancia. Su respuesta fue encerrarla en el dormitorio mientras gritaba: "Muérete zorra". El relato forma parte del testimonio que los abogados de Mel B presentaron al juez el 3 de abril para solicitar una orden de alejamiento contra Stephen Belafonte, del que se divorció el mes pasado tras diez años de matrimonio.

Los hechos que revela la ex Spice Girl describen un infierno de malos tratos. "Intenté dejarle muchas veces, pero me amenazaba con hacerme daño, destruir mi vida… Me decía que acabaría conmigo y se llevaría a mis hijas", sostiene la víctima. Mel B supo realmente quién era el hombre con quien se había casado apenas unos meses después de la boda, con la primera paliza. Siempre según su testimonio, Belafonte seguía un patrón que se repetía con cada éxito que obtenía la cantante: "Me golpeaba para hacerme saber quién mandaba y de quién dependía". Ilustra la afirmación con varios episodios aterradores, como el que tuvo lugar durante la grabación del programa Dancing With the Stars: "Stephen me agarró el cuello. Comenzó a asfixiarme y luego me estampó contra el suelo". Amigos que vieron las marcas le suplicaron que lo denunciara, pero no se atrevió.

Los celos y los tríos

Un episodio similar tuvo lugar a consecuencia de un vídeo que Mel B grabó con el cantante Usher para X Factor. Belafonte desahogó sus celos con un puñetazo que le partió el labio. Las agresiones eran disimuladas con maquillaje y malas excusas. El día antes de que ella actuará junto a las Spice Girls en la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres, la zarandeó y la empujó. Luego la obligó a publicar un tuit explicando que la hinchazón del pómulo era resultado de intentar correr con tacones.

Se conocía que la pareja compartía su intimidad con otras mujeres. La socialité británica Lady Victoria Hervey fue una de ellas, según han reconocido varios de sus íntimos. Y por las redes ha circulado una imagen publicada por Belafonte en la que se ve su cabeza sobre las piernas de una mujer, Mel B según él, mientras acaricia los muslos de otra. Jeremiah, hermano de Belafonte, había declarado que el fracaso del matrimonio era el desenlace inevitable de una relación abierta. La cantante lo niega asegurando que se vio obligada. Al principio fue un juego, con citas grabadas en secreto por Belafonte y con las que luego coaccionó a su mujer: "O seguía participando en tríos o filtraría las grabaciones", revela ella.

Awww my baby boo @stephenthinks11 bringing in the new year in NY Times Square with a lot of love for my baby

Una publicación compartida de Mel B (@officialmelb) el

Pero él intentó llegar más allá cuando le propuso que la niñera, a la que había dejado embarazada, pasara a formar parte de la familia. Parece que sus pretensiones no desagradaron a Lorraine Gilles, la joven que cuidaba de Angel, la niña que Mel B tuvo con Eddie Murphy, y de Madison, fruto del matrimonio. Sin embargo, la cantante los amenazó con el escándalo y Lorraine decidió abortar a cambio de una indemnización de 300.000 dólares. "No entiendo por qué lo hace. Alguien está intentando hacerme pasar por un mal tipo. Estoy preocupado por el efecto que esto pueda tener sobre Angel y Madison. Nos veremos en los tribunales", aseguró Belafonte tras conocer la denuncia que ahora, por orden del juez, le mantendrá alejado de su ex y su hija.

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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