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La guerra por la herencia millonaria de los Franco

La muerte de Carmen Franco ha unido a sus familiares, pero ¿seguirán así cuando se abra el testamento de la matriarca?

Carmen Franco. / GTRES

JUAN LUIS GALIACHO

Carmen Franco confesaba semanas atrás que sufreía un cáncer terminal. La única hija de Francisco Franco y de Carmen Polo fue restringiendo sus viajes y eliminando sus salidas. A sus 91 años, la viuda del Marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú, pasó sus últimos días en casa junto a sus hijos y nietos. La familia se unió de nuevo en torno a la matriarca hasta que llegó el triste desenlace.

La guerra por el control de la herencia y el patrimonio, estimado en más de 500 millones de euros, se abrirá en breve. Los Franco siguen inmersos en sectores estratégicos de la vida pública española. Son propietarios de diversos y millonarios negocios. Eso sí, sin el poder ilimitado y sin el brillo social que adquirieron a la sombra del llamado Generalísimo. Hoy la estirpe familiar está liderada por los siete hijos de la ‘Nenuca’: Carmen, Mariola, Francisco, María del Mar, José Cristóbal, María Aránzazu y Jaime.

Atado y bien atado

Cuando Francisco Franco murió, dejó todo atado y bien atado para que su patrimonio fuera a parar a sus descendientes y la herencia quedara asegurada. Hoy, a pesar de haber vendido parte de este legado, la familia todavía controla un importante 'holding': fincas, locales, garajes, aparcamientos, puestos de venta de alimentos en Mercamadrid, así como pizzerías, clínicas, productoras de televisión y empresas de telecomunicaciones. Muchas de sus sociedades tienen la sede en el emblemático domicilio familiar de la calle Hermanos Bécquer, nº 8, de Madrid, su búnker.

El legado del Marqués

A la muerte en 1998 del doctor Martínez-Bordiú, sus siete hijos heredaron muchas de sus propiedades inmobiliarias. Ninguno de ellos salió malparado. El testamento del marqués dejaba a sus hijos y a su mujer una finca de más de 28 hectáreas en Baeza (Jaén). También la finca Cerca de los Monteros, en Marbella, valorada registralmente en 60 millones de pesetas. Así como varias parcelas en la urbanización madrileña de La Florida, en el término municipal de El Pardo. Gracias a estas pequeñas operaciones inmobiliarias, los Franco consiguieron, según declaración registral, unas ganancias de unos cinco millones de euros. Otras suculentas operaciones inmobiliarias fueron la venta de una parcela en la colonia El Bosque, en Pozuelo de Alarcón (Madrid); la venta de una finca rústica de seis hectáreas de olivares de secano en Mancha Real (Jaén); y la de varios apartamentos en la playa de Campoamor, en Alicante.

La gestión del patrimonio de la familia Franco, en la que intervino inicialmente Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmencita, la lleva hoy una empresa del clan: Sargo Consulting SL, cuya sede está en Hermanos Bécquer y que fue constituida en noviembre de 2002. La presidía Carmen Franco Polo. También Luis Alfonso intervino en otra de las empresas familiares: la inmobiliaria Borcorel SL. El negocio más fructífero de los Franco es la compra y venta de aparcamientos en la capital de España. Para ello, Carmen Franco constituyó en 1991 la sociedad Proazca SA. Sus activos superan hoy los 2,19 millones de euros. También la hija de Franco invirtió su capital en otra sociedad dedicada al arrendamiento de inmuebles, denominada Abanco SL. Pero su principal empresa inmobiliaria es Fiolasa SL. Sus activos superan los 20,49 millones de euros. La incursión de los descendientes del Generalísmo en el mundo inmobiliario se produjo en el inicio de los 70 de la mano de la familia constructora San Román, implicada en la famosa Operación Malaya.

Francis el controlados

Si alguien de la saga marca y controla los negocios familiares ese es Francisco de Asís Martínez-Bordiú Franco. Es el verdadero ideólogo y administrador del holding. Por indicación de su abuelo, y para perpetuar la estirpe, cambió el orden de los apellidos. A Francis siempre le ha gustado mucho el mundo de los negocios. Empezó su controvertida trayectoria abriendo un chiringuito en Marbella, para después alquilar la finca familiar de Valdefuentes, en el término de Arroyomolinos (Madrid), para rodar películas eróticas y de terror. A mediados de 1981 se marchó a Chile, donde se dedicó a negocios del ramo de la construcción. Allí fue denunciado por una supuesta estafa con la empresa Prim II. Poco después regresó a España.

Hoy sus principales negocios son los inmobiliarios, incluido la compraventa de propiedades con inquilinos. Pertenece al consejo de administración de más de 11 sociedades muy diversas. Entre ellas están las dos principales: Promociones del Suroeste SA (antes Valdefuentes SA) con 7,38 millones de euros en activos y Montecopel SA con 16 millones de euros en activos. También aparece como mandatario de Arroyo de la Moraleja SA y Promociones del Suroeste SA, las dos promotoras que controlan la finca de Valdefuentes, y en cuya extensión se encuentra ubicado el centro comercial Madrid Xanadú. En este suculento negocio se recalificaron 3,3 millones de metros cuadrados para construir en ellos más de 5.000 viviendas. Ha sido el mayor pelotazo de los Franco. Pero no todo el patrimonio supuestamente se ha controlado desde España. Dos de los hijos de Francis Franco aparecieron en los "papeles de Panamá". Tanto Francisco Franco Suelves (conocido como Franco III), como su hermano Juan José, firmaron como directores en dos sociedades con la misma dirección de las Islas Vírgenes Británicas: Malini Investments y Vamfield Alliance Limited. Junto a Francis figura su hermano pequeño, Jaime, abogado de profesión. Jaime aparece en el consejo de administración de múltiples sociedades del holding. Llegó a comprar puestos en Mercamadrid, que luego alquilaba. Su información privilegiada y su relación con el poder establecido nunca han decrecido, ni siquiera en sus peores momentos.

Su hermana Carmen, por el contrario, hace caja a través de sus exclusivas con su empresa Ocnarf SL, el apellido Franco al revés.

Los enlaces familiares de los Franco siempre han dado, en general, buen resultado. Así, Mariola se casó con Rafael Ardid Villoslada, un abogado dedicado también a los negocios inmobiliarios a través de las empresas Renta Inmobiliaria Cidra SA y Cofivisa, con la que c onstruyó la urbanización El Encinar de los Reyes. Mariola figura hoy como consejera de CM 16 S.L. y de Domarma 3 S.L., relacionadas con el sector hotelero. Por ejemplo, ahora tienen el hotel Velázquez de Madrid.

Merry, la rebelde

La integrante de los Franco menos interesada en los negocios familiares es Merry. Es la más rebelde, aunque figura en la inmobiliaria MarletMakai S.L., de la que también es apoderada su hermana Arancha, la menos noticiosa del clan y la única que no tiene hijos. Quien también vivió una época movida fue el quinto de la saga, José Cristóbal. Aunque inició los estudios de arquitectura, los abandonó para hacer la carrera militar, y poco después dejó el Ejército para iniciar una nueva vida. Fijó su residencia en la finca de Valdefuentes´, donde explota un picadero con el nombre de Cercano Oeste. Allí también se ubica otra de sus empresas, Joran Producciones SL, dedicada a la producción y publicidad. Cristóbal acaba de separarse de la presentadora de televisión Jose Toledo con la que tiene dos hijos (Daniel y Diego).

El valor exacto del patrimonio de la familia Franco es muy complicado de dilucidar por la variabilidad de sus negocios y la gran cantidad de propiedades inmobiliarias que poseen, como el Pazo de Meirás. Un negocio llamado Franco, por el que en breve lucharán sus descendientes.

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