Arte y ensayo para Sharon Stone

La directora argentina Lucrecia Martel se queja de que vivimos en la dictadura del entretenimiento. Dice que pierde la paciencia con las series de televisión porque la gente no ve que son un retroceso y nos han devuelto al puro argumento, a una estructura mecánica fruto del momento conservador que vivimos. A veces alguien se sale del carril, como Steven Soderbergh con 'Mosaic' (HBO), miniserie de seis capítulos protagonizada por Sharon Stone, su mayor reclamo...

Olivia Lake (Stone) es una conocida escritora infantil que vive en una localidad de montaña. El día de Año Nuevo desaparece. El único rastro es la sangre en su estudio. Poca acción, muchos diálogos y todavía más información. El guion está trabajadísimo y todo está al servicio del misterio que hay que resolver. Una ficción experimental exigente con el espectador.

Un refinamiento que aturde

Habrá que ver si 'El hilo invisible' es la despedida del cine de Daniel Day Lewis. Si al final es cierta la amenaza, como él mismo ha dicho, no habrá mejor ni más refinada ceremonia del adiós. La novena película de Paul Thomas Anderson -y su reencuentro con Daniel Day Lewis después de 'Pozos de ambición'-, que se estrena en España el 2 de febrero, cuenta la historia de Reynolds Woodcock, que dominó la moda en la Inglaterra de los 50. También cuenta la relación entre el genio y su musa (Vicky Krieps).

La inspiración para el protagonista es Charles James, el tipo que inventó el anorak, aunque como pieza de alta costura. La ambientación resulta hipnótica. Ahí está William Morris, el creador del movimiento Arts and Crafts. Los manteles de hilo, los papeles pintados… Todo tan bonito que te hace sentir viviendo en Feolandia.

El pingüino Misha

Andréi Kurkov (San Petersburgo, 1961) empezó a escribir a los siete años cuando se le murieron dos de sus tres mascotas. Hizo un poema sobre la soledad del hámster que había quedado vivo. Trabajó en el KGB y siendo vigilante de prisiones en Odesa, empezó con libros infantiles.

Ahora se publica en España 'Muerte con pingüino' (Blackie Books). Viktor, el protagonista, es un escritor arruinado y deprimido que se hace con un pingüino para que le haga compañía. Pero el pingüino (Misha) también está triste y se recupera de su depresión entre la bañera y el frigorífico. En un periódico de Kiev consigue un trabajo de redactor de obituarios adelantados -de gente viva, "por si acaso"-, un trabajo muy habitual, por ejemplo, en 'The New York Times' -los que se encargan llaman a los futuros muertos con cualquier excusa-.

El problema es que los objetos de las necrológicas adelantadas empiezan a morir en extrañas circunstancias y Viktor se ve inmerso en una oscura trama, en el mundo sin reglas de la antigua URSS.

Lo que Eleanor aprendió

Eleanor Roosevelt escribió 'Lo que aprendí viviendo' (Lumen) en los años 60 (murió en 1962), cuando ya estaba retirada de la vida pública. Había sido algo más que la primera dama con Franklin Delano Rooselvet (FDR), algo más que sus piernas. "Nadie me hará sentir inferior sin mi consentimiento", decía.

No son unas memorias al uso. Tampoco era ella una mujer de presidente al uso. Su vida no sufrió mucho cambio tras la muerte de su marido. Siempre había sido independiente, incluso aceptando a Lucy Mercer Rutherfurd, la amante de FDR -estaba con Roosevelt cuando murió-. Su vida después fue todavía más intensa: delegada ante la ONU, defensora de los derechos civiles…

Siendo un personaje interesantísimo tampoco hay que darle más trascendencia de la que tiene. El importante en la administración fue FDR, cuyas acciones estuvieron influidas por la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial.

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