El adiós amargo de Angélica Rivera

Mientras México escogía a su nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador (64), Enrique Peña Nieto (51) y su mujer, Angélica Rivera (48), se despedían de la presidencia del país seis años después de llegar a la residencia presidencial de Los Pinos. Para la exactriz de telenovela será un adiós amargo. Su etapa como primera dama de México ha estado teñida por los escándalos. De principio a fin. De hecho, su propia relación con Peña Nieto siempre ha estado en el punto de mira.

Cuando empezaron a salir juntos, él era un político joven y ambicioso, pero relativamente desconocido pese a ser gobernador del estado de México. Ella era ‘La gaviota’, la actriz de telenovelas más famosa de México. Rivera tenía tres hijas y un ex, el productor José Alberto Castro. Él había enviudado de su mujer, Mónica Pretelini, que murió repentinamente a los 44 años dejando tres hijos. Se casaron en 2010, pero su propia boda siempre ha estado bajo sospecha por la anulación eclesiástica del primer matrimonio de la actriz. De hecho, la prensa mexicana ha llegado a poner en duda que el enlace tuviera validez. Pese a todo, solo dos años después, Peña Nieto se convirtió en presidente y Rivera se cambió de look (más sobrio y presidencial) dispuesta a interpretar el papel de su vida. Pero los escándalos no tardaron en asomar.

En 2014, estalló el caso de la ‘Casa Blanca’, una enorme mansión en México DF en la que ella posó para una famosa revista levantando la liebre sobre el origen de la propiedad. No figuraba entre los bienes del presidente y la prensa mexicana no tardó en desvelar que había sido adquirida por una importante constructora que perseguía contratos con el gobierno del presidente.

Desde entonces, Rivera ha sido una primera dama de baja intensidad, con una agenda restringida y que apenas ha concedido entrevistas a la prensa. Aun así, no ha logrado esquivar la controversia. Sus tardes de shopping de lujo en Beverly Hills, mientras en su país se sucedían las protestas sociales, levantaron ampollas en México. Y su relación con su marido sigue estando bajo sospecha. Los desaires públicos del presidente a su mujer han hecho que los rumores de divorcio nunca les abandonen. Ahora, estrenan una nueva etapa. Y se rumorea que Rivera deja de ser primera dama para volver a convertirse en la reina de la telenovela…

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