Las decisiones inéditas de don Felipe

En su más de año y medio de reinado, ha cambiado ciertas cosas que su padre había inculcado.

Almudena Martínez-Fornés
ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS

Don Felipe no lo está teniendo fácil en el comienzo de su reinado. Apenas lleva un año y ocho meses como Rey y ya se ha enfrentado a muchas situaciones inéditas que nunca se habían planteado en los casi 39 años de la etapa de don Juan Carlos. Quizá su padre ya preveía que los retos de su hijo serían muy distintos a los suyos y, por eso, nunca le ha querido dar consejos. Ha preferido que él buscara las soluciones.

Una de estas situaciones sin precedentes se vivió cuando don Felipe decidió suspender su primera visita de Estado nada más llegar a París, tras conocer que un avión, con medio centenar de españoles a bordo, se había estrellado en los Alpes en unas circunstancias confusas. Luego se supo que el propio piloto había provocado el siniestro.

Inédito ha sido también que, transcurrido más de año y medio de su reinado, no haya concedido ningún título nobiliario. Por el contrario, tuvo que revocar uno: el ducado de Palma de Mallorca que don Juan Carlos había concedido a la Infanta Cristina.

Tampoco ha habido precedentes de un relevo en el Gobierno tan complicado como el que se está viviendo. De hecho, por primera vez en 40 años, don Felipe ha tenido que convocar una segunda ronda de consultas con los partidos políticos, se ha encontrado con un candidato que ha declinado la propuesta de formar Gobierno, como hizo Mariano Rajoy, y ha tenido que proponérselo al segundo líder más votado, Pedro Sánchez. Otro cambio introducido durante las rondas de consultas, ha sido suprimir la carpa que en el anterior reinado se instalaba en las puertas de La Zarzuela para que los políticos hicieran declaraciones.

Ahora comparecen en el Congreso de los Diputados, un lugar más cómodo para los líderes y más económico para Patrimonio Nacional, que se ha ahorrado el alquiler de la carpa.

Don Felipe también ha modificado algunas rutinas de la vida en Zarzuela. Por ejemplo, es el primer Rey que lleva de cuando en cuando a sus hijas, Leonor y Sofía, al colegio. También es el primero que asiste de forma habitual con la Reina a salas de cine públicas, en lugar de ver las películas en La Zarzuela, y que después se toma algo en restaurantes populares.

El Rey ha tenido que buscar una fórmula para resolver sus traslados privados porque solo utiliza los coches oficiales para actos institucionales. Como él mismo ha impuesto una norma que le prohíbe aceptar regalos valiosos o servicios en situaciones ventajosas, todo lo que utiliza, vehículos incluidos, se tiene que comprar o alquilar.

Pero, por razones de seguridad, no puede viajar siempre en el mismo coche, lo que le obligaría a disponer de varios modelos y ello encarecería el mantenimiento. Por lo tanto, ha buscado una fórmula de arrendamiento con distintas marcas, que tienen vehículos disponibles en sistema de renting y los alterna. Ante problemas nuevos, soluciones innovadoras.

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