Doña Letizia va a retomar a finales de esta primavera los viajes de cooperación española y, aunque el destino todavía no ha sido anunciado oficialmente, el deseo del Gobierno es que la Reina visite Senegal, uno de los países más pobres de la tierra y también uno de los receptores prioritarios de la ayuda española.

Hace unos años, desde las preciosas costas de este país, todos los meses salían cientos de senegaleses en cayucos hacia Canarias y muchos morían en el intento. Cuando España decidió hacer un esfuerzo económico en esta región y, a la vez, envió a la Guardia Civil a vigilar sus costas, desaparecieron las mafias que trasladaban ilegalmente a estas personas y dejaron de llegar cayucos. El objetivo del viaje de la Reina será dar visibilidad a los proyectos que Cooperación Española ha puesto en marcha para luchar contra la pobreza y afianzar la democracia en Senegal, donde la renta per capita no llega a mil dólares al año.

Este será el segundo viaje solidario de la Reina, después del que realizó en 2015 a Honduras y El Salvador, ya que el año pasado se suspendió este desplazamiento como consecuencia del bloqueo político. Los viajes de cooperación se mantuvieron incluso en los años más duros de la crisis. De hecho, doña Sofía llegó a realizar 29 desplazamientos en 19 años, pero no pudieron mantenerse con el Gobierno en funciones.

En esta ocasión, la Reina viajará acompañada por el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas, que se estrenará en este tipo de desplazamientos. El anterior viaje lo hizo con Jesús Gracia, que ha sido nombrado embajador en Italia.

A doña Letizia le pareció muy satisfactoria la experiencia de su primer viaje de cooperación, ya que consiguió dar visibilidad a los proyectos de la solidaridad española en Honduras y El Salvador. Sin embargo, también se dio cuenta de que se cometieron algunos pequeños fallos que habría que intentar evitar en los siguientes desplazamientos. Por ejemplo, la Reina no acertó con el vestido que escogió para su primera aparición pública, con motivo de la cena que le ofrecieron el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y su esposa, Ana Rosalinda García. Aquel modelo de lentejuelas con escote palabra de honor de color negro, combinado con una pulsera y unos pendientes de brillantes, resultaba demasiado sofisticado para un viaje de esas características.

Otro problema que surgió en aquel viaje fue consecuencia del elevado número de periodistas españoles que acompañó a la Reina, en comparación con el reducido grupo que se desplazaba habitualmente con doña Sofía y que se alojaba en su mismo hotel, donde era frecuente coincidir por las mañanas con ella mientras elegía sus preferencias en el bufé del desayuno.

En el primer viaje de doña Letizia, después de un largo trayecto de 13 horas en avión, los informadores descubrieron al llegar a América que no había sitio para ellos en algunos de los lugares que visitó la Reina. Incluso, en algunas ocasiones se argumentó que la prensa no podía acceder a las reuniones con los beneficiarios de la ayuda pública, con el fin de proteger el derecho a la intimidad de las personas que iban a relatar sus problemas a doña Letizia, aunque para protegerlas habría bastado con utilizar nombres ficticios. Pero, por esta razón, no hubo opción de difundir aquellas historias humanas que hacen que los españoles se sientan orgullosos de ser solidarios. En lugar de relatos gratificantes y ejemplos de generosidad, se obtenían frías cifras, porcentajes y estadísticas de personas atendidas.

El mayor de los retos al que se ha enfrentado doña Letizia desde que accedió a convertirse en Princesa de Asturias ha sido suceder a una Reina tan querida como doña Sofía, pero si hay un terreno en el que es difícil competir con la Reina madre es precisamente el de la solidaridad. Sin embargo, el ejemplo de doña Sofía no debe eclipsar la labor que ha realizado doña Letizia. En los diez años que fue Princesa de Asturias y los casi tres que lleva como Reina, la hemos visto con las víctimas de atentados, de tragedias aéreas, de accidentes y de incendios, con enfermos, discapacitados y con los sectores más vulnerables de la sociedad. Y siempre ha intentado darles lo mejor de ella misma.

21 de marzo-19 de abril

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