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Las Reinas Letizia y Sofía pasan página

Doña Letizia y la Princesa de Asturias ponen punto y final al que ha sido el tema durante días.

Doña Letizia con la Reina Madre y las nietas de esta en la imagen con la que se zanjaba la polémica. / gtres.

Almudena Martínez-Fornés
ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS

El Rey ha dejado claro que no va a consentir que ninguna discrepancia enturbie la imagen de la Familia Real, y menos en un momento tan delicado como el actual. Cuando alguno de sus miembros cometa un error en público, tendrá que repararlo también en público, y lo antes posible.

Lo ocurrido el pasado fin de semana en la puerta del Hospital La Moraleja, donde don Juan Carlos fue intervenido de la rodilla, no fue una operación de 'marketing' improvisada sobre la marcha, sino lo que don Felipe ha pensado siempre que se debe hacer.

Todo el mundo comete errores, hay que tratar salir airoso con cierta agilidad"

don felipe

"Todo el mundo comete errores —afirmó cuando cumplió 30 años—. Hay que intentar salir airoso con cierta agilidad, diplomacia, pero siempre desde la honestidad y desde la humildad. No hay que utilizar trucos raros ni intentar que parezca que no nos hemos equivocado. Hay que asumirlo y aprender de los errores. Y si se ha cometido algún error grave, hay que pedir perdón y subsanar la falta".

Doña Letizia había cometido un error –uno de los más graves desde que contrajo matrimonio con don Felipe–, y tenía que repararlo, como también tenía que hacerlo, en menor medida, la Princesa de Asturias. Doña Letizia porque impidió que su suegra se fotografiara con sus nietas el domingo de Pascua en la catedral de Palma, al considerar que en ese momento estaban trabajando y que después tendrían tiempo para hacerse fotos personales. Y Leonor porque, agobiada por la situación, retiró en dos ocasiones el brazo de su abuela.

Ambas tuvieron que reparar en público sus gestos, y lo hicieron de una forma gráfica que a algunos les pudo parecer teatral o exagerada, pero que no dejó lugar a dudas de que su voluntad era subsanar sus respectivas faltas. La operación de rodilla de don Juan Carlos se presentó como la ocasión propicia para hacerlo, ya que lo natural era que todos los miembros de la Familia Real acudieran a visitarle y aparecieran en público.

La rectificación

En la puerta del centro sanitario, doña Letizia se deshizo en gestos de afecto con doña Sofía, a la que abrió la puerta del coche a la llegada y a la salida. La Princesa ofreció su mano a su abuela para que se bajara del coche, cuando obviamente no necesitaba ayuda para hacerlo, pero la niña expresaba así su deseo de mostrarse cariñosa con doña Sofía. Y la Reina madre pasaba página del incidente al coger a sus dos nietas de la mano y dirigirse a la puerta del hospital, donde finalmente se pudo hacer la foto frustrada de Palma. La Infanta Sofía, que solo había sido testigo del incidente de la catedral, participó también prudentemente en la escena junto a don Felipe.

Empieza una nueva etapa de mayor exigencia para la Reina

Poco después de que los cinco miembros de la Familia Real comparecieran juntos y sonrientes, una periodista preguntó a don Felipe por la imagen de unidad que estaban transmitiendo, en contraste con lo ocurrido una semana antes, y el Rey zanjó el incidente con tres palabras: "Todo está bien". Así terminaba una de las semanas más complicadas de los últimos años en el Palacio de La Zarzuela y empezaba una nueva etapa de mayor exigencia para la Reina, que a partir de ahora debería intentar controlar sus prontos, ser especialmente cuidadosa en sus gestos con doña Sofía y mostrarse más relajada en presencia de sus hijas.

Además, doña Letizia tendrá que afrontar una difícil batalla contra los rumores y las mentiras, que han ganado verosimilitud tras el vídeo de Palma. Por ejemplo, el pasado fin de semana empezó a circular que don Juan Carlos no la dejó pasar a visitarle cuando estaba en la UCI. Los periodistas que estuvimos en el hospital fuimos testigos del enfado que esa mentira provocó en una persona que estuvo presente durante la visita y vio cómo doña Letizia pasó a ver al padre del Rey.

Además, don Juan Carlos suele ser comprensivo con los fallos ajenos cuando aprecia deseo de repararlos, porque también él ha tenido que pedir disculpas. El error de la Reina ha alimentado los argumentos de sus críticos, que siempre los ha tenido y ahora están pendientes de cualquier detalle, cierto o no, que les pueda servir para echar más leña al fuego.

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