Retirada mediática
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Apenas hace unos meses, mientras recorría los océanos a bordo del Juan Sebastián Elcano, la exposición mediática de la princesa Leonor era constante en cada escala. Otro tanto ocurría con su formación castrense en Zaragoza y Marín, pero desde que el pasado 1 de septiembre ingresara en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) las imágenes que han trascendido de la primogénita de los reyes Felipe y Letizia han sido cada vez más escasas.
Por eso ha llamado la atención la decisión del Ministerio de Defensa de hacer públicas una serie de nuevas fotografías de la hija mayor de los reyes Felipe y Letizia asistiendo a una conferencia en la Academia del Aire durante la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles. La heredera al trono español se encuentra actualmente cursando el tercer año de su formación militar, en una ruta que la llevará en el futuro a ocupar el cargo de capitana general de las Fuerzas Armadas.
Durante el acto, Margarita Robles, presenció una demostración de una misión de vuelo con un simulador avanzado basado en la aeronave Pilatus PC-21 por parte de los alumnos de 4º curso, entre los que se encontraba la princesa Leonor. Esta vestía el uniforme reglamentario, compuesto por un mono de trabajo verde salvia, y llevaba el moño trenzado según la normativa.
Contrastando con su paso por el Ejército de Tierra y por la Armada, la nueva etapa de la princesa Leonor en Murcia se rige ahora por una política de información mínima. Tanto en Zaragoza como en Marín hubo un acceso constante a imágenes y vídeos de la nieta de los reyes eméritos realizando maniobras, asistiendo a clase, jurando bandera o en otras celebraciones militares. Una exposición mediática que tuvo su apogeo en el crucero de instrucción que la llevó a dar la vuelta al mundo.
Ahora parece claro que el nuevo objetivo es proteger al máximo la intimidad de la heredera al trono. Según apunta el medio Monarquía confidencial a este respecto, «el objetivo de Zarzuela es que la princesa avance en su exigente formación con la normalidad y privacidad que requiere su futuro papel como Jefa del Estado». Una línea de actuación que también abarca a la infanta Sofía.
Apenas sabemos nada de la vida de la benjamina de Felipe VI, que se encuentra en la actualidad realizando el primer curso de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el campus de Lisboa del Forward College. Más allá de las siete fotos que la Casa Real compartió de su aterrizaje en la capital lusa una semana después de empezar las clases, el cuidado está siendo máximo en preservar su anonimato y que pueda ser una alumna más.
Aunque la princesa Leonor, con sus 20 años ya cumplidos, ha incrementado su presencia institucional mientras entra en la recta final de su formación militar. Pero sigue destacando en ocasiones su ausencia en citas como la coronación de Guillermo y Estefanía de Luxemburgo, donde sí estuvieron otras herederas de su generación como Amalia de Holanda o Elisabeth de Bélgica.
Tampoco termina de volar sola en los Premios Princesa de Asturias, pese a que su padre le va cediendo responsabilidades poco a poco. En la última edición, Felipe VI se mostraba contundente con la idea de dar un paso atrás definitivo en esta cita: «Me corresponde ir cediéndole ya este espacio», confesaba el monarca en Oviedo, para advertir después que tiene la «intención firme» de mantenerse «vinculado a los premios, a la Fundación y a Asturias».
En este camino sin prisa, pero sin pausa hacia la madurez, destacó el discurso de la princesa Leonor en el Teatro Campoamor, donde habló de los problemas actuales de la sociedad. «Quizá debamos volver a lo esencial, a los básicos», pidió la royal, que, junto a varios guiños para las generaciones más jóvenes, abogó también por recuperar «la trascendencia» para que la vida no sea la mera «exhibición narcisista en las redes sociales».
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.