«Fue fabuloso»: por qué Richard Gere y Alejandra Silva se han marchado de España sin hacer ruido

Ha durado un año la aventura española de Alejandra y Richard Gere. Llegaron a lo Bienvenido mister Marshall y se han marchado en plan «Hasta la vista, baby» (esa mítica frase de Terminator 2 que en España se tradujo como «Sayonara, baby«). De hecho, si no llega a ser por una entrevista que el actor ha concedido para la revista Hello!, casi ni nos enteramos de que la pareja y sus hijos han dejado nuestro país.

El protagonista de Pretty Woman estaba promocionando su documental Wisdom of happiness sobre el Dalai Lama en Nueva York cuando, contestando a las preguntas sobre cómo ha cambiado su vida desde que vive en España, ha dejado caer que «estuvimos en España durante un año», para rematar con un «de hecho, ya hemos vuelto». Lo dicho: un veni, vidi, vici en toda regla, porque la pareja llegó, vio y venció, como Julio César en la Batalla de Zela (Turquía) en el año 47 antes de Cristo (ya tenéis el dato Trivial de la semana).

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Lo que no ha dejado claro el actor ha sido el motivo de su regreso a Estados Unidos, teniendo en cuenta que la pareja se había instalado en nuestro país, se había adaptado perfectamente al entorno (gastronomía, reunión de amigos, alfombras rojas…) y, sobre el papel, planeaba quedarse entre nosotros unos seis años. Al menos así lo expresaba Gere el pasado mes de febrero cuando, entre bromas, explicaba que su mujer le había convencido para instalarse en nuestro país primero seis meses, luego dos años, después diez… Así que nada hacía presagiar este regreso inesperado de la pareja y sus tres hijos a tierras norteamericanas.

Lo único que ha dejado claro Gere en su última entrevista es que su paso por tierras españolas ha sido una grata experiencia: «Alejandra estaba muy contenta por su familia, sus amigos, su cultura, su ciudad y su comida, todo, todas las buenas cosas culturales, así que fue fabuloso». O sea, que bien, pero no tanto como para instalarse de forma definitiva y eso que todo hacía presagiar que así sería teniendo en cuenta que la pareja había adquirido no una, sino dos casas: la de La Moraleja, el exclusivo barrio madrileño donde residían, y la que compraron el pasado mes de septiembre en Galicia, de donde es originaria Alejandra Silva.

Hace unos meses Alejandra Gere relataba en una entrevista para El País Semanal que una de las grandes razones de venirse a España (más allá de la nostalgia de regresar a sus orígenes o el estilo de vida español que tanto ha seducido al actor) era poder (o intentar al menos) pasar desapercibidos. «Y creo que lo logramos, salvo que haya que asistir a alguna promoción o a algún acto público de las ONG con las que colaboramos».

Pero ser Richard Gere y mezclarse entre la gente en un mundo lleno de móviles es muy complicado. Así que, de vez en cuando, veíamos al actor solo o con Alejandra en visitas que realizaban a restaurantes o pueblecitos de nuestra geografía: en Granada, tras los Goya se metió hasta las cocinas de La Ruta del Veleta, y en Galicia, la pareja revolucionó Arteixo, cuando fueron a visitar el cuartel general de Inditex, el gigante textil de Amancio y Marta Ortega.

Del «ella fue muy generosa al permitirme vivir seis años en mi mundo, así que es justo que ahora le dedique al menos otros seis viviendo en el suyo» de 2024, al «fue fabuloso» de este final de 2025, Richard y Alejandra Gere han vivido algo más de doce intensos meses en nuestro país y ellos mismos han retratado su felicidad en sus sendas cuentas de Instagram donde han quedado reflejadas las fiestas que hacían en el jardín de su casa, los paseos por la playa en familia o la felicidad del actor y su esposa al recibir el Goya Internacional del pasado año.

Su implicación con nuestro país no ha sido únicamente hedonista: los Gere querían hacer de España un país mejor. Su empeño era acabar con la situación de los que no tienen un hogar para vivir. Así se lo hacía saber el actor en una entrevista con la periodista Ana Pastor, a la que confesaba que quería volcarse en este empeño para aportar una solución posible.

«Mi mujer y yo nos hemos propuesto acabar con esta situación en seis años. Son 30.000 personas. Es algo atajable», explicaba a la presentadora de El Objetivo. De hecho, Richard y Alejandra han participado en el documental Lo que nadie quiere ver, un proyecto donde la pareja charla con personas sin hogar dando voz a quienes el sistema ha ignorado. «Al dar voz y visibilidad a las personas sin hogar, esta película desafía los prejuicios, despierta la empatía y nos invita a replantear la mirada habitual, y a menudo indiferente, con la que nuestra sociedad trata el sinhogarismo», explica la web de The Gere Foundation.

Ahora, con la marcha de los Gere no nos queda claro si estos proyectos quedarán en stand by, si sus mansiones madrileña y gallega echarán el cierre, o si, por el contrario, el American Gigoló y su esposa volverán pronto a nuestro país.   

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