?

UNICEF

El testamento que cambia la vida de miles de niños

Hacer un testamento solidario te permite decidir que una parte de tus bienes se destinen a ayudar a los niños más vulnerables y a construir un mundo mejor. Es más fácil y económico de lo que piensas

Content Factory

Compartir

La imprenta, la penicilina, la defensa de los derechos humanos… Inventos y avances que dejaron en herencia un mundo mejor gracias a científicas, médicos, inventores o humanistas. También hay personas anónimas que han puesto su granito de arena con un legado fundamental para construir una sociedad mejor y más justa. 

Pero no hace falta formular la teoría de la gravedad o crear un invento revolucionario para marcar la diferencia. Cualquiera puede hacerlo y ser consciente, además, de que sus actos ayudan a hacernos mejores. Una forma sencilla de conseguirlo es hacer un testamento solidario.

Hacer testamento, en general, es muy beneficioso. Además de fácil y económico, sus principales ventajas son que facilita las gestiones, ahorra gastos a los futuros herederos y evita disputas. Pero, sobre todo, garantiza que tu voluntad se cumplirá. Si una persona no tiene herederos y muere sin hacer testamento, será el Estado el que reciba su patrimonio. Pero hay alternativas, independientemente de tener o no herederos, como hacer un testamento solidario. Esto significa que parte de la herencia, su totalidad o determinados bienes, desde inmuebles hasta dinero, fondos de inversión, acciones, joyas, cuadros…, serán legados a una ONG, sin perjuicio en ningún caso de los derechos de tus herederos legítimos.

Con un testamento solidario a favor de organizaciones como UNICEF esos valores permanecerán en el futuro y, lo más importante, tu ayuda llegará a los niños que más lo necesitan. Para ello, no es necesario disponer de un inmenso patrimonio o de una gran fortuna, porque cualquier aportación será imprescindible para, por ejemplo, contar con recursos para actuar en las primeras horas de una emergencia o combatir la desnutrición infantil. De hecho, solo en 2016, y gracias en parte a las aportaciones de quienes incluyeron a UNICEF en su testamento, se trató a 3,4 millones de niños contra la desnutrición aguda grave, se proporcionó las principales vacunas al 45% de los niños del mundo y se distribuyó agua potable a 57 millones de niños y sus familias.

© UNICEF/UN037910/Bates

¿Cómo convierto mi testamento en solidario?

Hay varias formas, según las circunstancias y preferencias de cada persona: donar un bien concreto a UNICEF a través de un legado; nombrarle coheredero señalando en las últimas voluntades el porcentaje de cada parte; o designarle heredero universal entregándole todos los bienes, derechos y acciones. A efectos prácticos esto significa, por ejemplo, que tus ahorros se convertirán en miles de vacunas contra la polio y el sarampión; que unas joyas servirán para tratar la desnutrición aguda o que tu casa sufragará una escuela para que cientos de niños reciban educación. Cualquier aportación será vital para ayudar a los niños que más lo necesiten en cada momento.

© UNICEF/UN042749/Khuzaie

Al ser madre, mi prioridad es dejar lo mejor a mi hijo y a todos los niños que lo necesiten para que puedan llevar una vida digna. Y quién mejor que UNICEF, ya que me ha demostrado su preocupación al llevar a cabo acciones en beneficio de los niños a lo largo de los años”, afirma Conchi Archidona. Este es solo un ejemplo de una persona cuyo nombre no aparecerá en los libros de historia, pero cuya vida dará más vida. Porque ser solidario hace que nuestra vida permanezca para siempre, ayudando a construir un mundo mejor para todos.

Compartir

Contenido de Content Factory para UNICEF. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.