Llevar una vida 'slow' y comer más lento: claves para ser felices‌

Masticar bien y saborear cada momento puede facilitar la digestión y ayudar a consolidar un nuevo dogma para este verano: olvidarse del carpe diem y centrarse en aprender a vivir más lentamente pero mejor. Una filosofía que se puede conocer de cerca a través de la content serie “Exprimiendo el tiempo” de granini

La pandemia de coronavirus empieza a ser ya, por fin, una cuestión del pasado. Al menos se vislumbra una luz al final del túnel. Ha causado muchos estragos y nos ha dejado algo tocados, pero es el momento de replantearse la manera en que queremos vivir. Ya no es cuestión de aceptar, que también, que solo tenemos una vida; es cuestión de asumir que hay que sentir que se está viviendo. Sentir y saborear el momento. Porque todo pasa rápido, demasiado rápido, y solo ese regusto dulce que nos deja estar con la familia y los amigos es lo que va a perdurar.

El estrés de la gran ciudad y esos hábitos alimenticios que nos llevan a engullir en lugar de comer pueden provocar alteraciones en la alimentación de las personas y, en ocasiones, sufrir problemas de salud, según nutricionistas y profesionales médicos. Comer lento ayuda incluso a adelgazar, según han demostrado diversos estudios como el que se elaboró en 2012 por un grupo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El desafío para ser más feliz es, en definitiva, aprender a vivir más lentamente y mejor. Una mentalidad que comparten cada vez más personas como Fabián León, joven emprendedor y repostero, que esgrime su filosofía de vida en “Exprimiendo el tiempo”, una serie de 5 capítulos en los que granini, de la mano de fuertes personalidades como Cesc Escolà (profesor de fitness), Alessandra Oram (profesora de yoga) y Miklos Selva (profesor de meditación), nos invita a parar, tomar conciencia y pasarnos al modo "slow".

Masticar bien cada bocado al menos 15 veces

Hay muchos motivos para aplicar esa idea de "slow" a nuestra vida. Por ejemplo, comer rápido es una mala costumbre. No es saludable y puede provocar alteraciones en la alimentación. Los expertos recomiendan no esperar a tener un hambre voraz para comer, puesto que se tiende a hacerse con ansiedad. Hacer una pausa antes de comenzar con el primer plato es el ritual a la hora de alimentarse. Debe masticarse una media de 15 veces por bocado. Otro truco para lograrlo es dejar el cubierto cada que te lleves un trozo de comida en la boca.

El truco de beber abundante líquido

También se aconseja beber de manera frecuente y abundante antes y durante las comidas. El motivo es que se pueden saborear mejor los alimentos. Hacer las cosas más lentamente es un hábito que debe extenderse no solo a la alimentación, sino que debe entenderse como una filosofía que hay que aplicarla a otras costumbres cotidianas. Porque vivir una vida "slow" es, sin lugar a dudas, más satisfactoria.

Por ejemplo, según expertos nutricionistas, para llevar una alimentación saludable se recomienda que sea equilibrada (todos los nutrientes deben guardar una relación entre sí), como repartir las calorías totales diarias entre hidratos de carbono (50-60%), proteínas (10-15%), grasas (30-35%). En cuanto a la hidratación, se aconseja ingerir una media de 1,5-2 litros al día de agua.

Buscar momentos placenteros

Para Fabián León, por ejemplo, el concepto de exprimir el tiempo no equivale a correr más, sino a obtener lo mejor de cada momento presente, algo que es recomendable a la hora de realizar las comidas diarias. "La cocina es una forma de conectar conmigo mismo, de hacerme sentir en el momento presente. Sobre todo, aplicar todos los sentidos para poder hacer algo que realmente me ayuda a conectar después de un día de trabajo; meterme en la cocina y pensar solo en eso es un momento de relax. Tendemos a ver a la cocina como algo que genera prisas y estrés”, reconoce León, al tiempo que considera importante cambiar el chip a la hora de cocinar, por ejemplo, en ver qué productos estamos cocinando y en entender de dónde salen, quién lo ha cultivado, de qué manera, cómo ha llegado hasta nuestras manos.

Buscar el equilibrio en productos ecológicos

Por esta razón, otro de los caminos para lograr esa vida más placentera es sumergirse en la naturaleza en todas sus vertientes, ya sea explorar el mundo rural, introducir hábitos más saludables y sostenibles en nuestro día a día o, por supuesto, consumir productos ecológicos como los nuevos zumos granini 100% ECO.

Elaborados con fruta 100% ecológica en su punto justo de maduración y sin aditivos, los zumos granini 100% ECO están disponibles en dos deliciosas variedades de naranja y manzana y son el acompañamiento perfecto para vivir una vida “slow”.