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Trucha arcoíris, dorada, lubina... siempre que quieras
Preparar una lubina al horno o una dorada a la plancha cuando quieras y con una calidad excepcional es una de las ventajas de la acuicultura
Hay dos requisitos ineludibles para que una cesta de la compra sea una "buena" cesta de la compra: por un lado, los productos que la integren deberán ser de calidad, estar a la altura y cumplir con unos mínimos en cuanto a valores nutricionales se refiere; y por otro, conviene que sea un conjunto variado, es decir, que incluya la mayor parte de los grupos de alimentos: verduras, frutas, carne, pescado...
En este sentido, la acuicultura se revela como una gran ayuda para satisfacer ambas condiciones. Y es que, una de las más valiosas ventajas que ofrece es la accesibilidad. Es decir, la posibilidad de tener a nuestro alcance una amplia variedad de pescado fresco a lo largo de todo año.
Disfruta de una dieta de calidad y accesible
Una lubina al horno, una trucha a la brasa o una dorada a la plancha son solo tres de la infinidad de recetas en las que estos pescados son el ingrediente principal. Tres opciones que no solo son una auténtica delicia y un placer para cualquier paladar, si no que también son (y eso es lo más importante), una excelente fuente de proteína de calidad.
La acuicultura en España cosecha, según datos recabados por APROMAR (Asociación Empresarial de Acuicultura de España) 327.309 toneladas de pescado, de las cuales 23.924, corresponden a lubina, 15.357 a trucha arcoíris; y 9.632 a dorada. Esto significa, entre otras cosas, que los hogares españoles pueden preparar esas deliciosas recetas mencionadas tanto en navidad como en verano o a mediados del mes de octubre, y es que la accesibilidad es el punto fuerte de la acuicultura, sin restarle importancia a que el precio de sus productos también es un aspecto muy atractivo.
Además de la accesibilidad, merece la pena destacar la idea de que el pescado, alimento omnipresente en la dieta de muchas personas en nuestro país, ha podido estar y podrá seguir estando en las mesas de la mayoría de las familias, gracias a la acuicultura. Esto es así, debido a que sus precios pueden ser más estables, dado que su producción no depende de los posibles vaivenes del número de capturas. En este sentido, se podría afirmar que la acuicultura se ha convertido en una especie de garantía que asegura que el pescado, en general, no se convertirá en una compra excepcional o reservada sólo para los bolsillos más pudientes.
Cuida de tu salud, y de paso, ayuda a controlar el peso
Una dieta sana también es una dieta que ayuda a controlar el peso. Y sin duda, uno de los alimentos que se deben incluir, sí o sí, en este tipo de propuestas dietéticas es el pescado. Razones no faltan para ello, ya que este alimento no solo contiene proteínas de calidad, también hay pescados blancos, como la lubina, cuyo aporte calórico es tan bajo que lo convierte en una excelente elección para las personas que necesiten o quieran adelgazar. Además, su contenido en ácidos grasos también es muy interesante.
Según los expertos, el tipo de grasas que encontramos en el pescado es muy valioso al incluir ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (Omega-3 DHA y EPA) que ofrecen múltiples efectos beneficiosos para la salud en la edad adulta y para el desarrollo infantil.
Por otro lado, la proteína del pescado tiene una biodisponibilidad (grado y velocidad con que pasa a la sangre) mayor. En concreto, oscila entre un 5 % y un 15 %, en comparación con la que procede de fuentes vegetales.
Además, son una extraordinaria fuente de vitaminas (D, A y B) y de micronutrientes minerales (calcio, fósforo, yodo, zinc, hierro y selenio).
Dieta pescetariana, una opción dietética sana y sostenible
Muchas personas han convertido las cualidades nutricionales mencionadas en argumentos para llevar a cabo una dieta pescetariana. Una opción alimentaria en la que no se consume carne pero sí pescado. Esto no quiere decir que las personas pescetarianas se alimenten sólo a base de pescado, su dieta incluye una amplia variedad de vegetales como verduras, frutas, legumbres… En este sentido, sin duda, el pescetarismo es una buena opción para aquellas personas que por la razón que sea quieren reducir su consumo de alimentos de origen animal, pero no desean renunciar al pescado.
En este punto, la acuicultura se muestra como un proveedor especialmente interesante para los pescetarianos, dado su consumo prioritorio de pescado.
Por otro lado, las personas que recurren al pescado de origen acuícola para alimentarse, están contribuyendo al cuidado del planeta, dado que la huella de carbono de la acuicultura en España es más baja que la de la mayoría de las ganaderías terrestres. Así consta en la Memoria de Sostenibilidad de Acuicultura de España, 2022, donde se recoge que es 15 veces menor que la huella de la ganadería vacuna, 5 veces menor que la porcina, y hasta una tercera parte de la avícola.
Estos son algunos ejemplos concretos: la huella de carbono registrada cuando se produce un kilogramo de lubina de acuicultura es de 2,4 Kg. de CO2 equivalente, la del rodaballo es de 4,9 Kg, y la de la trucha arcoíris, la menor de las tres, de 2,2 Kg. En cambio, las ganaderías terrestres presentan valores mucho más altos. Producir de un kilogramo de vacuno, genera hasta 36 Kg de CO2 equivalente, un kilogramo de cerdo 12,1 Kg, y uno de pollo (considerada la ganadería terrestre más sostenible) 6,9 Kg de CO2 equivalente.