Salud, calidad y dieta mediterránea accesible en tu cesta de la compra
La acuicultura española permite que siempre haya pescado fresco y de máxima calidad en tu mesa, en verano y en invierno

El aumento de precio de los alimentos está provocando, según los expertos, un cambio en la dieta de los españoles. Esto pone en riesgo nuestra dieta mediterránea tan beneficiosa. Para evitarlo es fundamental mantener una cesta de la compra saludable, con productos frescos y de proximidad.
En este punto, es donde la acuicultura española se revela como un gran aliado para el consumidor. De hecho, podría considerarse un factor clave para el mantenimiento de unos hábitos de vida saludables, y en concreto, de nuestra dieta mediterránea. Además, sus bondades no se limitan al ámbito de la salud de las personas, también contribuye al equilibrio y la sostenibilidad de los ecosistemas naturales.
Proteínas de calidad todo el año
Una de las numerosas ventajas del pescado de acuicultura española es que puedes contar con pescado fresco en cualquier momento. Poco importa que sea octubre, navidad o que estemos en pleno mes de agosto, los viveros acuícolas suministran durante todo el año pescados con una excelente calidad, tanto nutricional como organoléptica (sabor, aroma, textura). Nos referimos, entre otras especies, a la trucha arcoíris, la dorada, la lubina, el rodaballo o el atún rojo... Todas ellas son excelentes opciones para preparar un menú nutritivo gracias a su alto aporte en proteínas de alta calidad y en ácidos grasos omega 3, que cuenta con un beneficioso efecto sobre el desarrollo del sistema nerviosos y para controlar la presión arterial .
El hecho de que el pescado destaque por su cantidad y calidad proteica, así como por su aporte en grasas saludables, no es un asunto menor, ya que incluir este alimento en tu dieta diaria es fundamental para cuidar de tu salud. No hay que olvidar que, por un lado, las proteínas son sustancias fundamentales para el buen estado de los músculos, y los ácidos grasos omega 3, no solo mantienen una piel tersa e hidratada, también son el aliado perfecto para las mujeres en torno a los 45 y 50 años, ya que, previenen y alivian los síntomas de la menopausia, como los molestos sofocos y la sudoración nocturna.
Además, los alimentos proteicos, como el pescado, poseen un notable poder saciante, muy superior a las grasas y los hidratos de carbono, lo cual juega a tu favor cuando el objetivo de tu dieta es perder peso.
De la pescadería a la mesa
Hemos visto que incluir pescado de acuicultura española en la cesta de la compra es una excelente decisión, especialmente, por razones de salud. Ahora bien, otra de las virtudes de este alimento es su versatilidad en la cocina, ya que existen infinidad de maneras de preparar truchas, lubinas o rodaballos. El problema es que, en demasiadas ocasiones, los horarios interminables, las prisas y los compromisos laborales y personales no nos lo ponen fácil.
La buena noticia es que siempre hay recetas sencillas y muy agradecidas que ponen sobre la mesa alimentos sanos y apetecibles. Uno de esos platos es la trucha al horno con jamón. Ahí van los pasos principales para prepararlo:
Lo primero que tienes que hacer, si no lo han hecho antes en la pescadería, es quitar a la trucha la espina central para rellenar.
Ahora, calienta el horno a 175 ºC, coloca las patatas y la cebolla cortadas junto con el laurel y salpimentadas al gusto. A continuación, echa sal y pimienta en el interior de las truchas con las lonchas de jamón y vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
A la media hora, ya puedes colocar las truchas sobre las patatas. Hornea unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, echa por encima una mezcla de ajo, perejil y un chorrito de vino. Y... ¡Listo!
Ingredientes:
2 truchas (200 gramos cada una)
4 lonchas de jamón serrano.
1 o 2 dientes de ajo.
Perejil.
1 chorrito de vino blanco
2 o 3 patatas medianas.
1 cebolla mediana.
1 o 2 hojas de laurel.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta negra molida.