
Ana Isabel García, más conocida como Gata Cattana (o Ana Sforza), estaba llamada a ser la voz de una generación que se debatía entre la desesperación y el peso de llevar a cuestas el sobrenombre de “perdida”. Hoy se cumplen cuatro años de su muerte y queremos recordar la razones por las que debería convertirse en un icono.
por Irene Rivas