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“Me desgarró la muerte de Bowie. Él me cambió la vida”

Se define como conservadora, pero nadie ha sido tan transgresora. Ambigua burguesa y axhibicionista, con Alaska se rompió el molde.

Alaska en el Hotel Puerta de América/Antón Goiri

Alaska en el Hotel Puerta de América / Antón Goiri

Virginia Drake
VIRGINIA DRAKE

Acaba de sacar nuevo disco Canciones para robots románticos, 12 temas de amor y desamor a caballo entre un mundo gótico y el espacio sideral. Un álbum donde no faltan los androides ni el señor Spock, ni el infierno ni Vulcano ni la cuarta dimensión: Alaska en estado puro. Hace 40 años decidió crear un espacio paralelo en el que vivir, un holograma virtual repleto de ilusión que la alejara de la realidad. Se inventó un idioma que ya comparte con unos miles y se guardó a Bowie en el corazón. Esta mañana de invierno hablamos de todo ello. De fondo, el sonido de Fangoria.

  • Mujerhoy. Así que son canciones para robots románticos... Alaska. Es un mundo de ilusión, está claro. Yo pensaba que en 2016 conviviríamos con robots y viajaríamos en naves espaciales en vez de en esos cutreríos en los que se han convertido los aviones, que parecen autobuses de posguerra. Mi generación creía que el futuro iba a ser diferente y apenas ha cambiado.

  • Mujerhoy. Sus nuevas canciones no se sabe si son futuristas o quedaron ancladas en los años 60 y 70. ¿Se trata de una estética muy personal de su movida y su generación? Alaska. La portada del disco está ambientada en un mundo crepuscular, entre los 50 y los 60, que entonces era futurismo, pero hoy se llama retrofuturismo. Puede haber gente que se sienta muy representada porque tampoco tienen un mundo que encaje con los estereotipos que les rodean. Y esto no tiene que ver con la edad, porque hay gente de 15 años que tiene un mundo compartido con nosotros muy profundo...

  • Mujerhoy. Antes de la movida, ya optó por vivir en un espacio idílico lejos de la realidad, ¿tenía tan claro que era posible? Alaska. Cuando tienes 12 años y, entre todo lo que tienes para elegir, tu fascinación va con Bowie, estás haciendo una declaración de principios. Pero, cuando tienes 52, te das cuenta de que hace 40 años ya tomaste esa decisión al fijarte en un señor que no era el guapo de turno y que no se sabía si era homosexual, bisexual, heterosexual, asexual, marciano o de este planeta.

  • Mujerhoy. ¿Tanta influencia tuvo en usted? Alaska. A mí, Bowie me cambió la vida. Me da mucha vergüenza decir que me he hinchado a llorar por alguien a quien no conocí; pero, inexplicablemente, ha sido así: me ha desgarrado por dentro su muerte. Te diré que ha sido la persona que más me ha dolido que se muera, porque obviamente ha sido mucho más importante para mí que otras que sí he conocido.

  • Mujerhoy. ¿No es una pose decir que vive en su propio mundo? Alaska. Yo me he creado un mundo paralelo, aunque sé que tengo que vivir también en este: soy autónoma, soy artista, pago impuestos, asumo las leyes y decisiones políticas me afectan... Pero a mí no me define ser autónoma ni pagar impuestos ni quien gobierna mi país. A mí me define aquello que yo vi en Bowie.

  • Mujerhoy. ¿Comparte con naturalidad la realidad y lo virtual? Alaska. Sí. Yo veo, por ejemplo, a la gente crispada con el resultados de las elecciones, con la situación en Cataluña y me pregunto: "¿Realmente eso es su vida? ¿Esas son las cosas que la definen? ¿Ese es su mundo?". El mío, no. Yo tengo la suerte o la desgracia de que colaboro en un programa de radio hablando de actualidad rosa, colaboro en otro hablando de actualidad general, escribo en medios, me gusta estar informada para tener una opinión... pero todo eso no es mi mundo ni mi vida. ¡Para nada!

  • Mujerhoy. Parece una contradicción. Alaska. Para mí no hay contradicción, todo lo veo muy coherente; lo que no quiere decir que tenga que ser coherente para los demás. Yo veo, simplemente, que hay cosas que son secundarias y otras primordiales. Y para mí todas esas son secundarias.

Dinamitar una estructura me da terror. Nunca pordría ser anarquista.

Alaska - Cantante

  • Mujerhoy. Por sus cuidados estéticos, parece que se resistiera al paso del tiempo.Sin embargo, asegura que lo acepta con naturalidad. Alaska. Es que yo siempre he sido vieja. Mi truco no es permanecer joven como mi madre, o como estoy segura de que le pasará a Mario. Mi truco es que yo siempre he sido viejuna de mente. No te digo madura, he sido siempre mayor. Esa tranquilidad que da el ser mayor de mente yo ya la tenía con 13 y 14 años. Por eso, he terminado dándome cuenta de que mi cuerpo va hacia donde está mi cabeza.

  • Mujerhoy. Lo normal es presumir de ser joven de espíritu. Alaska. Exacto, a mí me pasa lo contrario: mi cuerpo se va adecuando a lo viejuno de mi cabeza y se va adaptando para bien. No quiere decir esto que no me fastidie profundamente tener una hernia de disco, que me duelan las rodillas cuando actúo... Son desgastes del cuerpo que, lógicamente, me molestan.

  • Mujerhoy. Asegura que le fascinan "las caras de velocidad"... Alaska. ¡Absolutamente! ¡Me encantan las caras de velocidad antiguas! Pero cada vez hay menos caras de esas, porque ahora se hacen casi todos los arreglos a base de relleno y ya no se corta y se estira la piel como antes. Las caras de velocidad empezaban a los 60 años, después de varias intervenciones.

  • Mujerhoy. Con todo lo moderna y vanguardista que parece, luego es muy familiar y hasta conservadora. Alaska. Soy conservadora porque no me gusta romper ni me gusta la revolución: prefiero la evolución. Dinamitar una estructura me da terror, sí me gusta que cambie y se convierta poco a poco en algo más moderno.

  • Mujerhoy. Desde hace décadas mantiene un look gótico, ¿no cree que es agresivo y un poco trasnochado? Alaska. El gótico tiene otra lectura mucho más soterrada que me encanta; es un agresivo diferente: oscuro, callado, lleno de sombras... No es una agresión rupturista. Y como yo estaba en el gótico antes del boom, para mí no se pasa, porque en mi vida y mi estética nunca ha sido fruto de una moda.

  • Mujerhoy. Dice que empatiza poco con la gente. Alaska. Con lo que no empatizo es con prototipos de mujer o de hombre muy estandarizados. Si fuera una persona muy extrema, probablemente sería misántropa.

  • Mujerhoy. Confiesa su admiración por la duquesa de Alba y Tita Cervera. Alaska. Yo admiraba profundamente a la duquesa de Alba y sigo admirando a Tita Cervera, porque las dos son mujeres que han hecho con su vida lo que les ha dado la gana. Además, de ser muy simpáticas, me encanta que existan en nuestra iconografía.

Mutatis mutandis:

Alaska ha vivido (sin nostalgia) en constante mutación.

En 1984, junto al filósofo y ensayista José Luis López Aranguren. / Archivo Tesa / Efe/ DR

  • Mujerhoy. Un acertijo: ¿qué tienen en común Esperanza Aguirre y Carmen Lomana con Alaska? Alaska. Seamos realistas, Dolores Ibarruri me parecería tan rechazable como Lomana porque ninguna de las dos me representa; a mí me representa Bowie. Pero si son educadas, simpáticas y cuando me cruzo con ellas puedo establecer una relación agradable, fenomenal. Con las que me miran mal no establezco ninguna relación. La clave está en la educación. Ninguna de esas personas de las que hablamos me han girado la cara, cosa que otras sí han hecho.

  • Mujerhoy. ¿A estas alturas? Alaska. La humanidad no cambia. Me han girado la cara lo mismo en un medio de comunicación guay que en otro conservador. Hay señoras con sus perlas que se sienten agredidas con nuestra imagen. Lo damos por hecho, pero a veces el prejuicio está donde menos te imaginas.

  • Mujerhoy. Pero, utilizando su lenguaje, Alaska ya forma parte de nuestra iconografía. Alaska. Siempre habrá intolerantes que no intentan que las cosas fluyan con normalidad. Últimamente, estamos viviendo una especie de segunda transición que polariza mucho. Recuerdo cuando era pequeña: o estabas aquí o estaba allá. Luego, durante todos estos años, no hemos estado ni tan aquí ni tan allá... Pero parece que esta situación nos está llevando un poco a lo de antes.

  • Mujerhoy. Reconozca que su fascinación por los programas de corazón y por las antiguas canciones del verano descoloca bastante. Alaska. Es que a mí lo que me gustaba de verdad a los 12 años me sigue gustando ahora. A mí me encantaban las revistas del corazón cuando era adolescente y me gustan ahora; además, me he convertido en experta. Encima, ahora me pagan por comentarlas. O sea, que no puedo ser más feliz en mi vida.

  • Mujerhoy. Pero hay cosas que tienen una edad y, con el tiempo, se van pasando. Alaska. La ironía no existe en cuestión de gustos. Odio a la gente a la que le gustan las cosas porque le hacen gracia 20 años después. No me digas que las canciones de Georgie Dann te hacen gracia ahora si no te gustaban en su momento. A mí me gustaba El bimbó en el 75 y por eso me sigue gustando ahora: es una canción estupenda, perfectamente interpretada, musicalizada, bailada y puesta en escena.

  • Mujerhoy. También es lectora de prensa femenina. Alaska. Me las leo todas, porque soy una devoradora de quiosco. Yo empecé leyendo el Cosmopolitan latino con 11 años. Las revistas femeninas han cambiado muchísimo, porque antes nos enseñaban a gustar a los hombres, a maquillarnos para ellos... Ahora nos enseñan a hacer las cosas para nosotras mismas. Habrá para quienes sean revistas de autoayuda en las que descubrir que reivindicarse a sí mismas y habrá para quienes se animen a cambiar de peinado o el color del pelo. Yo siempre encuentro algo que me sirve: una receta de autoestima o una de cocina, indistintamente, porque todos necesitamos autoestima y todos necesitamos cocinar.

  • Mujerhoy. Supongo que, dada su filosofía, no tener hijos ha sido una elección por incompatibilidad con su proyecto de vida. Alaska. Creo que con hijos no hubiera podido llevar esta vida y por eso no los he tenido, eso está claro. Mi madre me dejaba con mi abuela y yo podría haber dejado a mis hijos con mi madre o con la madre de Mario, además creo que hubieran estado encantadas las dos y no nos los hubieran devuelto, seguro. [Risas]. Pero, no solo es cuestión de lo que tú puedes hacer físicamente, también son otras cosas. Entre ellas, hay que educarlos, y eso es algo que no me apetece tener que hacer. Son opciones y decisiones.

He votado dos veces y estas han sido las primeras generales.

Alaska - Cantante

  • Mujerhoy. Usted puede permitirse el lujo de vivir en su mundo paralelo porque otros son médicos y abogados, hacen carreteras y tienen hijos. Alaska. Para mucha gente el motor de su vida es tener hijos, ser médico, hacer leyes... Es cuestión de que cada uno pueda elegir.

  • Mujerhoy. ¿Entiende que es necesario que los políticos y jueces legislen, gobiernen e impartan justicia? Alaska. Totalmente, creo tan poco en la clase humana que nunca podría ser anarquista. Con la política tengo momentos en los que pienso que lo mejor sería una tecnocracia libre de ideologías; pero también sé que eso no es posible ni realista. Unas veces creo que hay que dar cancha a los jóvenes y otras que en realidad lo que hay que hacer es apostar por la experiencia.

  • Mujerhoy. ¿Pero vota? Alaska. Sí, claro; además para mí es algo nuevo porque tengo la nacionalidad española desde hace muy pocos años. En realidad, solo he votado dos veces y estas últimas han sido mis primera elecciones generales. Así que puedo decir que lo he hecho con la ilusión de quien cree que su voto va a servir para algo.

  • Mujerhoy. Siempre ha dicho que que no le gustan los prototipos ni de género ni de roles. ¿Vivir instalada en esa ambigüedad le resulta complicado? Alaska. Es vivir en tierra de nadie. La ambigüedad suena muy bonita en abstracto, pero la realidad no es tan cómoda. Sobre todo por esa necesidad que suelen tener los demás de colocarte siempre en un lugar concreto, entre otras cosas, para poder sentirse cómodos ellos.

  • Mujerhoy. ¿Da inseguridad vivir en algo que nunca está definido? Alaska. No, y te lo digo muy convencida. Aunque el mundo real a veces me causa urticaria, he aprendido a gestionarme muy bien en él porque en ese mundo trabajo y participo.

  • Mujerhoy. Mario es bastante más joven que usted, ¡bingo! Alaska. No tengo queja, pero lo importante es tener alguien que te quiera bien y a quien quieras bien. [Risas] Que ese querer funcione no tiene que ver con la edad, puede darse en un señor 40 años mayor que tú o en un chaval 30 años más pequeño. También es importante que te haga la vida más fácil. Esa idea preconcebida que se tiene en la adolescencia de que cuanto más tremenda sea la relación, más total será... es una mierda y una mentira. ¡Que no, que no!, que estamos muy equivocados: la vida compartida te tiene que facilitar las cosas no ponértelas más difíciles.

  • Mujerhoy. Ha dicho: "Mario y yo cada año celebramos el día que nos casamos en Las Vegas y el día de nuestro primer beso". Alaska. En mi caso no es por romanticismo, pienso que es bonito hacerlo. Además, es un estímulo que dura semanas, ya que hasta que llega la fecha de la celebración estoy muy ocupada organizando cosas, escondiendo regalos por la casa, haciendo llamadas a hoteles sin que me pille, dando una dirección de correo electrónico de una amiga para que no te descubra las reservas... Y esto pasa dos veces al año. Es muy agradable preparar con tanto entusiasmo una cosa para el otro. El día que me dé pereza, primero tendré que dejar de hacerlo; y, segundo, tendré que dejar de estar con esa persona.

  • Mujerhoy. En un mundo tan sideral, queda muy vulgar tener tres hipotecas. Alaska. Absolutamente vulgar. [Risas]. Hay cosas del mundo real que son muy convenientes, porque gracias a esas hipotecas puedo tener una casa sin esperar a los 90 años, que sería cuando tendría el dinero para pagarla.

  • Mujerhoy. ¿Cómo se ve dentro de 10 años? Alaska. Estupenda de la mano de Monereo [su cirujano plástico]. Por lo demás, muy parecida a como me veo ahora. Cuando tienes estabilidad, no pides que tu vida cambie. Y, para mí, la estabilidad es fundamental para poder crear, vivir y respirar. La idea de que los momentos convulsos son los más creativos es mentira. Yo necesito que esté todo en su sitio. A los 62 años, mi cuerpo seguirá acercándose a mi cabeza viejuna.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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