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“Estoy donde estoy porque soy hija de emigrantes árabes”

Está a punto de decir adiós al personaje al que ha cedido su rostro durante dos años. Desde la ficción de 'El Príncipe' y en su vida, la actriz de origen tunecino lucha por redefinir el papel de las musulmanas.

Hiba lleva vestido de Just Cavalli, stilettos Salvatore Ferragamo y brazaletes de Tiffany. La actriz va maquillada con productos de Chanel. Agradecimientos: Hotel Vincci Via 66. Estilismo: Jose Herrera. Maquillaje y peluquería: Natalia Belda (Talents) para Chanel. Foto: Rafa Gallar. / Vídeo: Miguel Castillón

A. SANTOS Madrid

Si estás buscando a Hiba Abouk, no la busques en Madrid: es de las que aprovecha cualquier oportunidad para coger la maleta y desaparecer. Con compañía o sin ella, qué más da. "Me encanta viajar sola, es lo que más me conecta con mi verdadero yo", afirma. Ha estado recientemente en Nueva York y México y no perdona una escapada mensual a París, la ciudad que le da la vida.

"Me apasiona, es un sitio donde me lleno de energía positiva, me junto con cuatro amigos, me voy al cine y hago dobletes de películas francesas o me dedico a pasear por sus calles, que parecen un museo". O pasa la tarde en plan cine fórum en casa de Carmen Maura, que como académica de los César, recibe los títulos candidatos a los premios franceses.

Soy licenciada en filología árabe, si no hubiera entrado en arte dramático, hoy sería arabista.

Hiba Abouk

Cuando uno conoce a Hiba Abouk, es inevitable pensar que va a encontrarse con algo de la Fátima Ben Barek de El Príncipe, el personaje que encarna desde hace dos años en la pequeña pantada, y que le ha dado la fama. Con Fátima co comparte, en efecto, determinación y valentía. Cuando descubrió el teatro, siendo una quinceañera del Liceo Francés, supo que ni siquiera la oposición de su entorno le haría cambiar de opinión.

"Yo era la típica ratilla de biblioteca, y me gustaba mucho leer. Me apunté a teatro porque quería memorizar los textos. Luego me di cuenta de que el escenario era el único lugar en el que podía evadirme de todo y expresarme. Así que me dije: "Voy a ser actriz".

A su familia no le gustó nada la idea. "Les parecía fatal, muy inseguro. Mis padres son tunecinos y vienen de una cultura más cerrada. No hubo grandes enfrentamientos, simplemente lo planteé, no me apoyaron porque no creían que era lo mejor para mí, y decidí intentarlo por mi cuenta. Tenía 18 años y me fui de casa con una mano delante y otra detrás. Pensé que el tiempo pondría a cada uno en su lugar, y así ha sido".

Hoy, a punto de cumplir los 30, lo cuenta sin aparente resentimiento; sus relaciones familiares han cambiado desde entonces: "Sí, ahora están mejor", dice escuetamente mientras espera con rostro amable la siguiente pregunta.

Yo era la típica ratilla de biblioteca, y me gustaba mucho leer. Me apunté a teatro porque quería memorizar los textos

Hiba Abouk

Como muchos actores, Hiba empezó compartiendo piso y poniendo copas en un bar. Le interesaban los autores árabes ("un mundo que aquí apenas se conoce"), así que compaginaba estudios de Filología árabe con una escuela de teatro. Cuando se dio cuenta de que hacía más caso a la interpretación que a la facultad, se presentó a las pruebas de la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) y la cogieron. "Si no lo hubieran hecho, ¡hoy sería arabista!", exclama. Y luego se apura en apuntar: "Igualmente acabé la carrera, que conste que soy licenciada".

Aunque entonces a Hiba le costaba hacer castings -muchos de los directores de entonces sospechaban que con ese nombre no hablaría correctamente castellano-, en tercer curso le salió un papel en la serie 'La isla de los nominados' y se transformó en un rostro habitual de la televisión. Después llegaron El corazón del océano, Con el culo al aire y El príncipe. Y apenas empezaba.

Hiba con blazer y pantalón de Marella y top de Max Mara. El maquillaje es de Chanel. Agradecimientos: Hotel Vincci Via 66. Estilismo: Jose Herrera. Maquillaje y peluquería:Natalia Belda (Talents) para Chanel . / Rafa Gallar

Primavera de película

" El Príncipe lo ha sido todo en mi carrera". Así resume la actriz lo que ha supuesto para ella la serie más vista en nuestro país el pasado año. "A Fátima la voy a recordar siempre, porque es un personaje hermoso, un caramelo, pero ahora mismo me apetece trabajar en otros medios", reconoce. Y no va a tener que esperar mucho. Pronto empezará el rodaje de la comedia Una para cuatro, dirigida por Pascal Jongen, en la que, por supuesto, ella será "una". ¿Y quiénes serán los cuatro? "Todavía no están confirmados, pero seguro serán estupendos, aunque es difícil que superen en belleza a mis compañeros de El Príncipe".

Camino al cielo

Su relación con el actor Hugo Silva, al que conoció rodando El corazón del océano, también la convirtió en uno de los personajes favoritos del papel couché. Un viaje meteórico del anonimato a las portadas de las revistas que le costó trabajo asimilar. "Al principio me molestaba mucho salir de mi casa y encontrarme con los paparazzi, reconozco que mi actitud con ellos era un poco dura, incluso antipática. Hasta que acepté la situación, no me quedó otra, y ahora ya nos saludamos y hasta me llevo bien con algunos", explica.

Al principio me molestaba mucho salir de mi casa y encontrarme con los paparazzi

Hiba Abouk

A Hiba le adjudican una nueva conquista prácticamente cada semana, pero prefiere tomarse los asuntos sentimentales con alegría. "¿Enamoradiza? Depende... Por lo general soy un poco incrédula, como que me cuesta. Luego soy muy apasionada, puedo tener una relación de tres días que sea absolutamente increíble, con mariposas, fuegos artificiales... ¡y ya está! Pero eso es maravilloso, solo se vive una vez", reconoce.

Abouk sueña con trabajar con directores como Cesc Gay, Fernando León de Aranoa, Isabel Coixet y el francés Jacques Audiard. Con hacer una obra de teatro a las órdenes de Andrés Lima o Miguel del Arco. "El otro día vi una obra con Blanca Portillo y flipé; yo quiero experimentar eso", comenta. Pero mientras llega ese momento, disfruta del reconocimiento y la popularidad que ha cosechado gracias a El príncipe, la serie más vista en televisión en 2015, con más de cuatro millones de espectadores en sus capítulos finales.

Sus fans la adoran tiene -380.000 seguidores en Twitter y 330.000 en Instagram-, pero de lo que está disfrutando mucho es de la repercusión que tiene su personaje entre las mujeres árabes. Incluso se dice que las chicas de Ceuta, donde se rueda la serie, han empezado a llevar el pañuelo como lo hace Fátima, su personaje, mostrando más el rostro y el pelo en un gesto de rebeldía.

380.000

seguidores en Twitter

"Estoy encantada -asegura-. Muchas de las actrices secundarias son chicas de origen árabe, todas con la misma historia que yo y algunas actuando a escondidas de sus padres. A mí me veían como un referente y yo las apoyo a muerte para que hagan lo que quieran, siempre que sea con honestidad. ¿Cómo no va a ser así? Estamos en España, en el siglo XXI, y me da igual de dónde vengas, tienes que adaptarte al momento en el que vives, con tus creencias y con todo lo que quieras, que yo respeto muchísimo. Pero hay que abrir la mente y pensar con el corazón", reflexiona.

Soy muy árabe, mucho, y estoy muy orgullosa de serlo.

Hiba Abouk

Pero que nadie se confunda; Hiba está profundamente orgullosa de sus orígenes. "Genéticamente soy 100% árabe. Y a veces, mi manera de mirar, mis silencios, mi forma de ser y de relacionarme con los demás lo demuestran. Es algo inexplicable, una cosa ancestral que se manifiesta en ti de forma natural. Aunque luego, también he vivido otras cosas... Pero soy muy árabe, mucho, y estoy muy orgullosa de serlo. Estoy donde estoy porque soy hija de emigrantes árabes; gracias a ellos, a que no me apoyaran, he tenido que tirar de carácter y de tesón para reivindicarme. Si no, me habría acomodado. Eso me ha dado toda la gasolina del mundo...", reconoce.

Hiba sufre por la regresión que padece la mayoría de las mujeres árabes y le indigna cómo su pueblo es observado por el resto del mundo. "Yo me considero una mujer supermoderna y peleo por la emancipación, pero desgraciadamente las cosas no van ahí, más bien todo lo contrario. A veces, si la vida te ha tratado mal, que no es mi caso, necesitas tener una identidad y pertenecer a algo, y acabas metiéndote en un embolado brutal. Pero lo que más me duele es que ahora el Islam y los árabes seamos los enemigos. Es una cuestión de miedo y de lo que hoy en día empujan a hacer las grandes potencias. Se tiende a la islamofobia cuando el islam es una religión maravillosa y pacífica que no es para nada como la pintan".

Hiba trata de aportar su granito de arena para que la situación cambie. Fátima, su álter ego en la pantalla, también. Descubre cómo conseguir su look aquí.

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