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“Me gusta explorar la mente de los hombres”

El suyo es uno de los cerebros privilegiados de Hollywood, el de una actriz honesta, empeñada a los 54 años en mostrar su valía tras la cámara. Antes de presentar su nueva película, charlamos con ella sobre liderazgo, intimidad y familia.

Jodie Foster en el Festival de Cannes / Gtres

TANA OSHIMA Madrid

No hay duda de que es carismática. Te puede gustar o no su trabajo, pero no es una famosa al uso. Rezuma carácter e inteligencia cuando habla (en inglés o francés, indistintamente), pero sobre todo cuando escucha. Parece tener una curiosidad sincera por las cosas y personas que la rodean.

Se te olvida que sabes hacer películas hasta que te pones a hacerlas

Jodie Foster - Actriz

La actriz y directora estadounidense recibe a Mujerhoy descalza, sirviéndose una taza de té en la suite de un hotel de Beverly Hills. Sonríe y extiende su mano para saludar. Su pelo -lacio, castaño, media melena- enmarca una cara afilada, sobre un cuerpo más menudo de lo que parece en las películas. Sonríe y un río de arrugas recorre su cara. Resulta natural pese al maquillaje.

A diferencia de muchas figuras públicas, es meticulosamente reservada con su vida privada: levanta un muro férreo entre el ámbito personal y el profesional. De lo primero casi ni habla. De lo segundo, sí, con pasión: de su larga trayectoria como actriz y de su faceta como directora, que parece haberle llegado de forma natural. "Crecí en este ambiente, lo he visto hacer toda mi vida -asegura-. Se te olvida que sabes hacer películas hasta que te pones a hacerlas".

Tras la cámara

Su carrera ha estado marcada por una presencia intermitente pero sólida en el cine. Su papel protagonista en El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991), la aparentemente frágil pero suspicaz agente Starling del FBI, fue el momento álgido de su trayectoria como actriz, pero también el comienzo de su lento desvanecimiento. Se fue retirando de las cámaras, acaso solo para ponerse detrás de ellas. Su cuarta película como directora, Money Monster, quizás su proyecto más ambicioso, se estrena en nuestro país el 8 de julio.

Muchos actores se sienten realizados cuando pasan a ser directores. Foster dice que no es necesariamente su caso. Lo considera un aspecto más de sí misma que le interesa explorar.

Quizá por ser mujer, se me da bien escuchar. Pero mis opiniones son claras.

Jodie Foster - Actriz

"[El liderazgo como directora] es interesante. Cada uno tiene un estilo distinto. Es algo que desarrollas según tu personalidad. He trabajado con directores, de distintos tipos: unos que gritan mucho y otros que quieren que siempre estés callada porque no quieren ninguna influencia. Y ahora veo que yo tengo un tipo de liderazgo extraño, diferente de lo que la gente espera. A lo mejor es porque soy mujer, pero se me da bien escuchar lo que los demás quieren decir, aunque también tengo mis opiniones claras y soy totalmente honesta. Y creo que eso a veces puede ser confuso para la gente. Creo que están acostumbrados bien a que alguien se pelee con ellos o bien a decir: "Lo que tú digas". Yo no hago ninguna de esas dos cosas y parece que la gente no sabe cómo interpretarlo".

Tal vez fue la confianza que le dio su crecimiento como directora, o quizá la madurez de los 50 años o el no vivir ya tanto frente a las cámaras, lo que la ha hecho algo menos celosa de su intimidad. La cuestión es que, en 2013, durante un emocionante discurso en la ceremonia de los Globos de Oro, por primera vez mencionó públicamente, o más bien zanjó, su salida del armario, que hasta entonces era un secreto a voces.

"Lo voy a decir en alto y con orgullo... Soy soltera -bromeó-. Espero que no os decepcione que este no sea un discurso de salida del armario. Porque la verdad es que ya salí hace mucho tiempo, en la Edad de Piedra". Foster rompió en 2008 con la productora Cydney Bernard, a la que había estado unida desde 1992, y unos meses después de aquel discurso, en abril de 2014, se casaba con la fotógrafa y actriz Alexandra Hedison. El paso de hablar de su vida privada pareció significativo de su estado vital: un momento de cambio, según dijo, en el que anunció que ya no actuaría más. Hubo lágrimas entre el público.

¡Enséñame el dinero!

Hubo un tiempo en el que cintas como Wall Street, de Oliver Stone, acudían a la célebre calle neoyorquina para retratar las miserias del dinero. Money Monster, cuarto filme de Jodie Foster como directora, lleva el tema a los platós de televisión: George Clonney es un célebre presentador y gurú de las inversiones que es secuestrado junto su equipo (Julia Roberts incluida) por un inversor frustrado. Todo en tiempo real y ante millones de espectadores. Como la vida misma.

Jodie Foster hablando con George Clooney / D.r.

Unidos por el fracaso

Puede que algo de eso se refleje en su obra. Como en su anterior película, The Beaver, su nuevo proyecto, Money Monster, tiene también a un hombre como protagonista. ¿Le gusta retratar a los hombres? Sonríe de nuevo. No duda en su respuesta.

"Sí. Tengo hijos [varones], y no tuve a ningún chico cerca en mi infancia. Tuve un hermano pero se fue muy pronto de mi vida [el también actor Buddy Foster, con el que no tiene relación] y nunca tuve un padre [sus padres se divorciaron antes de que ella naciera]. Así que sí, me interesa porque ha habido muy pocos hombres en mi vida. Me gusta explorar sus mentes y hay un lado de mí que se identifica con ellos".

Su próximo trabajo, 'Money Monster', es un thriller cuyo reparto, encabezado por Julia Roberts y George Clooney, parece intencionadamente escogido para asegurar la taquilla. "A pesar de ser una película de género con policías y helicópteros, mi corazón está con las historias personales. Por eso mis películas nunca parecen tan de género".

Resulta entonces chocante que haya optado por un proyecto así. ¿Por qué quiso hacer esta película? ¿Cuál es su mensaje? Se ríe y piensa unos segundos. "Esa es la gran pregunta. Es un thriller, pero básicamente es la relación entre dos hombres, uno que tiene a otro de rehén. Empieza como un conflicto entre los dos y, según pasa el tiempo, van compartiendo cosas, cosas vergonzosas. Llegan a identificarse el uno con el otro y crean un lazo. Y acaban uniendo fuerzas porque son muy parecidos: ninguno se valora a sí mismo, se sienten fracasados. Es una idea interesante, la de estar unidos a través de ese sentimiento de fracaso".

A pesar de ello, tanto en Money Monster como en The Beaver, las mujeres juegan un papel crucial. El protagonista de la segunda "en parte experimenta ese fracaso a través de los ojos de una mujer poderosa. Y eso ocurre también en esta nueva película. Patty [Julia Roberts] es brillante y lo controla todo. Ella es titiritera y él, una marioneta. Ella, que es productora de televisión, "produce" la supervivencia de él".

Privacidad por encima de todo

La mirada de Foster ha cambiado a lo largo de los años. Es menos dulce pero más aguda, como acostumbrada a evitar las tonterías e ir a la esencia de las cosas. Es una veterana. Lleva 50 de sus 54 años (recién cumplidos el pasado 20 de abril) curtiéndose en el cine. Con solo tres años empezó a hacer anuncios para la televisión. Luego tuvo papeles aquí y allí en películas de poco alcance hasta que a los 12 años fue nominada a los Oscar por su actuación en Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976). Fue un momento crucial en su vida, pero también su entrada definitiva en la esfera pública.

Por alguna razón, las mujeres somos consideradas un riesgo, y los estudios no quieren riesgos.

Jodie Foster - Actriz

Cuando alcanzó la edad adulta, solo aspiraba a tener una vida normal, cansada de las cámaras y el desgaste de la fama. Se matriculó en la Universidad de Yale, una de las más prestigiosas de EE.UU., y se graduó magna cum laude en Literatura. Quiso ser una estudiante más, pero no pudo: un perturbado la acosó durante un año e intentó asesinar al presidente Ronald Reagan para impresionarla.

Jodie buscó desesperadamente apartarse de los focos. "Si has sido una figura pública desde los tres años y has tenido que luchar por una vida que parezca real, también valorarías la privacidad por encima de todo", dijo en los Globos de Oro de 2013.

Tras la cámara

No parece fácil ser mujer y estar donde está. Porque Foster, además de dirigir cuatro películas, ha hecho otras 75 como actriz y ha ganado dos Oscar y tres Globos de Oro. Por eso, casi parece querer demostrar a la industria que puede hacerlo. Cada año, coincidiendo con los Oscar, los medios generan un debate acalorado sobre la situación de las mujeres en Hollywood. En 2014, solo un 15% de las películas tuvo una directora y un 14%, guionistas mujeres, según un estudio del Centro para el Estudio de la Mujer en Televisión y Cine de la Universidad de San Diego. Por no hablar de la diferencia de sueldos entre actrices y actores.

"No es nuevo, pero está bien hablar de ello -reconoce-. Cuando era pequeña casi no había mujeres en la industria: actrices, alguna supervisora de guión, maquilladoras... y poco más. Muy poco a poco, el cine ha dejado de ser un club solo de hombres, pero sigue habiendo muy pocas directoras. La mayoría está en el cine independiente y bastantes en la tele. Pero por alguna razón, las mujeres son consideradas un riesgo, y los estudios no quieren riesgos. Es bueno que exista el debate, pero será mejor cuando ya no tengamos que tener esta conversación".

Este conservadurismo lo atribuye a la crisis de la industria. Un negocio que agoniza porque el público no va al cine. "No quieren pagar 15 dólares para ver la enésima versión de edificios saltando por los aires". Sin embargo, cada vez se hacen más películas comerciales. "Es un momento interesante... No creo que este negocio haya sido nunca tan adverso al riesgo como ahora. Es como si dijeran: hay hueco para McDonalds y para comida macrobiótica, pero es raro colocar algo entre esos extremos". Incluso le parece un milagro que esta última película haya podido salir adelante. "No sé si se harán películas así dentro de unos años. ¡En serio!".

¿Qué planes tiene para un futuro así? "Coger vacaciones. Si no, me muero. Solo he tenido dos veces en los últimos dos años y medio. Una en verano, en plena ola de calor. Pillé la gripe, tuve 39,5 ºC de fiebre y cuando me recuperé tuve que coger el avión de vuelta. La segunda fue en Navidad: me fui a esquiar y otra vez enfermé. Así que necesito unas vacaciones de verdad...". Unas vacaciones tranquilas en familia, aislada del mundo.

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