¿Quién hacía la cena a Adam Smith?

Su madre. Sí, a Adam Smith le hacía la cena su madre. Smith optó por la soltería de manera que, a falta de una mujer en casa que se encargara de él, su madre se dedicó a cuidarle.

Julia Navarro
JULIA NAVARRO

Dirán ustedes que a qué viene preocuparse por quién le hacía la cena a uno de los padres de la economía moderna, y la respuesta es que acabo de leer un ensayo apasionante de una escritora sueca, Katrine Marçal, en el que aborda la historia de las mujeres y la economía.

Katrine Marçal utiliza un lenguaje repleto de ironía para ir explicando la invisibilidad de las mujeres en todos los cálculos económicos que han realizado los hombres a lo largo de los siglos. Nuestra contribución ha sido silenciosa, pero ha sido.

Por ejemplo, ¿alguien cuantifica lo que significa el trabajo de una mujer, pongamos por caso en lo más recóndito de África, que se levanta cada día antes del amanecer, que camina unos cuantos kilómetros para ir a un pozo en busca de agua, que cuida de sus hijos, los alimenta, friega su casa, lava, cose y, además, se ocupa de otros trabajos, como cultivar la tierra, y cuyas jornadas son de 16 o 18 horas? ¿Alguien cuantifica la aportación que hace esa mujer al Producto Interior Bruto de su país?

Me reconforta leer ensayos como el de Katrine Marçal. Su libro hace más por la causa de los derechos y libertades de las mujeres que esos actos en los que se regocijan algunas, como entrar en una capilla enseñando los senos, hacer poemas escatológicos o pintadas en los centros de enseñanza católicos. Quienes hacen este tipo de cosas lo único que demuestran es que son intolerantes y fanáticas que no han entendido nada de lo que es ser feminista de verdad, algo que nada tiene que ver con esos espectáculos grotescos.

Yo soy feminista y lo seré mientras haya una sola mujer en el mundo que esté discrimina por ser mujer. Y me tomo muy en serio la causa del feminismo, por eso me niego a esos juegos estúpidos consistentes en destrozar la lengua: me horrorizan los políticos que se lo montan de feministas por decir ciudadanos y ciudadanas, abogados y abogadas, ingenieros e ingenieras... y supongo que lechugas y lechugos, ya puestos. Y me molesta sobremanera ese anticatolicismo de pandereta que consiste en quitarse el sujetador en una iglesia.

Curiosamente, esas feministas de pacotilla nunca se atreverían a hacer lo mismo en una mezquita. Y no solo eso: hasta defienden que las mujeres musulmanas lleven el velo y demás atuendos en los que se envuelven para ocultar sus cuerpos. De eso no dicen ni mu.

Yo prefiero el feminismo de verdad, el de la escritora Katrine Marçal en su estupendo ensayo sobre las mujeres y la economía.

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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