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La hora de las mujeres

La puerta abierta es la aclamada ópera prima de Marina Seresesky, una oportunidad para el encuentro entre dos actrices tan distintas como Carmen Machi y Mar Saura, y un filme sobre maternidad y prostitución, lleno de luz, que no renuncia a la esperanza.

Mar Saura, Marina Seresesky y Carmen Machi. Mar Saura luce vestido y pulsera de Marni, y zapatos de Emporio Armani; Marina, traje de Emporio Armani y zapatos de Christian Loubotin; y Carmen, vestido de Marina Rinaldi y zapatos de Christian Loubotin. / C. Lucadamo

A. SANTOS Madrid

Aparentemente ésta es una sesión de fotos como cualquier otra. Todos buscan el café, los representantes hablan constantemente por el móvil, los estilistas se afanan en colgar la ropa. Pero hoy se palpa cierta tensión y euforia en el estudio. Por la noche se estrena La puerta abierta y hay mucho en juego. En su paso por los festivales ha arrasado, pero competir en los cines es otra liga.

La directora, Marina Seresesky, que debuta en el largo tras los aclamados cortos La boda y El cortejo, está pletórica. "Soy feliz porque ha sido muy difícil sacar este proyecto adelante. Ya sé que a todo el mundo no le va a gustar, pero si hay gente que va al cine y sale conmovida, para mí sería un gran éxito".

Me gusta el mensaje de la película: que siempre se puede volver a empezar, que podemos caer y levantarnos"

Carmen machi

Sin duda, tener confirmada desde el principio a Carmen Machi como protagonista de su ópera prima ha contribuido a obrar el milagro. Porque todo el mundo quiere trabajar con ella. Y repetir. De hecho, una buena manera de testar la salud de nuestra industria audiovisual sería buscar a Machi en la cartelera. Si no está, malo. En cine, teatro o televisión.

Los directores y compañeros alaban su talento y su talante, pero ella responde con modestia a los halagos: "Somos como una gran familia y se trabaja mejor llevándose bien que llevándose mal. Además, tengo mucha suerte porque me ofrecen cosas a las que no puedo ni quiero decir que no". Ella afirma que descansa, "periodos cortos, eso sí", pero lo cierto es que tiene dos películas a punto de estrenarse, Las furias y Villaviciosa de al lado, y lleva años empalmando los rodajes con los escenarios.

Con el mérito añadido de haber sobrepasado la barrera de los 50, esa edad en la que las actrices se quejan de no encontrar papeles. "A mí cuando me dicen: "Bueno, qué, ya con tus años...", yo siempre digo que no es verdad; ni me afecta ni los siento así. Yo interpreto personajes muy interesantes que tienen 50, no 20".

Ficha el blog de Mar Saura:

Mar Saura es otra de las actrices que forma parte de su legión de fans, y no lo oculta. "Ha sido un auténtico regalo porque esta es una película de verdad, honesta. Y trabajar con Carmen, Terele Pávez o Asier Etxeandia, imagínate, un lujo. Cuando Marina me pasó el guión, ni siquiera lo había acabado de leer y ya le estaba llamando emocionada", cuenta.

Con un pasado como modelo y presentadora de televisión, su trayectoria interpretativa va paso a paso, firme. "La tele no está tan alejada de esto afirma. Todo forma parte de un proceso, no es que un día te levantes y digas: "Quiero ser actriz". Van surgiendo oportunidades, te vas formando y descubres que este mundo te fascina".

Marina, vestido de Marni y zapatos de Max Mara. / C. Lucadamo

Y en los últimos tiempos la vida está siendo generosa con ella. La hemos visto en la serie El ministerio del tiempo y ha rodado el corto The Beginning a las órdenes de Benito Zambrano, en Los Ángeles. Además, se ha convertido en toda una celebridad en México. Ocupa portadas de importantes revistas, acapara premios y la gente la para por la calle.

"¡Si ahora fueras allí me verías en carteles por todos los lados! Hace unos años rodé una película que tuvo mucho éxito, luego hice una serie para HBO en la que encarnaba a una española que metían en la cárcel, y después me han ido llamando para otros proyectos", cuenta. Y, casi siempre, dando vida a la "mala, malísima" de la historia. "Yo no soy ni tan dura ni tan blanda, lo que me llama la atención es poder transformarme en otra. Además, los buenos nunca son tan buenos ni los malos tan malos...", se defiende.

La puerta abierta no es una película fácil pero, a medida que avanza el metraje, la oscuridad va dejando paso a la luz. Es una tragicomedia que narra el día a día de la difícil relación entre una prostituta retirada (Terele Pávez) y su hija (Carmen Machi), que ha heredado el oficio familiar y no encuentra escapatoria. Hasta que un suceso inesperado cambiará sus vidas. Marina Seresesky empezó a escribir este guión hace varios años, cuando solo era una actriz argentina que se había instalado en España por amor y fantaseaba con dar el salto a la dirección.

Hay pocas directoas de cine como hay pocas directoras de periódicos. Es un reflejo de nuestra sociedad"

Marina Seresesky

"Llevo 17 años con mi pareja y soy muy feliz. Él es el productor de la película y, si hemos llegado hasta aquí, es gracias a él afirma. Me encanta la interpretación, que de momento tengo aparcada, pero mucho más escribir y dirigir". De hecho, fue trabajando en una obra de teatro junto a Carmen Machi cuando el guión fue tomando forma. "Escribía pensando en ella, incluso el personaje se llamaba Carmen, lo tenía clarísimo. Agosto era una función muy larga y, muchas veces, estando en el escenario, me quedaba embobada mirándola, era una maravilla verla trabajar", explica.

Y es que "la Machi", con ese artículo por delante que es lo más parecido a un título nobiliario que existe en esta profesión "¿Grandeza? No sé, lo agradezco mucho, pero a mí ya me llamaban así en el colegio", se subió a las tablas por primera vez a los 17 años y esa ha sido su única escuela. "Incluso unos años antes ya jugaba a entrevistarme a mí misma, como si repasara mi carrera, pero solo hablaba de Lorca. Porque siempre supe que iba a dedicarme a esto, pero mi meta era únicamente el teatro, y en el fondo lo sigue siendo", reconoce.

Carmen, camisa de Nº 21 para Just One y zapatos de Gloria Ortiz para El Corte Inglés. / C. Lucadamo

En esta película, Seresesky quería hablar de la maternidad, una cuestión que le interesa especialmente, pero desde una perspectiva diferente. "La relación entre una madre y un hijo es una de las grandes claves de la humanidad, pero no siempre es idílica. Nunca se habla de las madres que no quieren a sus hijos, y viceversa, pero ocurre, y es entonces cuando buscamos otra familia", afirma.

Marina no habla por propia experiencia; tiene un hijo adolescente al que adora y una progenitora con la que mantiene una buena relación en la distancia. "No siempre fue así, pero ahora ella y yo nos entendemos muy bien explica. Y con mi hijo me llevo de maravilla. Pero quiero dejar claro que la maternidad, aunque es muy importante en mi vida, no me define como mujer, yo soy otras muchas cosas".

Carmen Machi, que vive en pareja desde hace muchos años y nunca quiso tener hijos, es de la misma opinión. "Ser mujer y ser madre son dos cosas completamente diferentes. En mi caso, la maternidad es un tema que ni se me ha pasado por la cabeza, yo suelo decir que ni me he acordado, ni lo echo de menos. Tal vez la maternidad nazca del deseo de llenar algo, pero yo no he sentido esa necesidad", explica.

Y sobre su familia solo tiene buenas palabras: "Somos muy clan y, además, un matriarcado. Mi madre es una mujer extraordinaria, maravillosa; de mente muy abierta y respetuosa con las decisiones que toman sus hijos. Cuando le preguntas si está muy orgullosa de lo que ha conseguido su hija dice que sí, pero que "está acostumbrada". Toda la familia de mi padre, "los Machi", son artistas, y mis hermanos son músicos", explica.

Mar luce vestido de de Nº 21 para Just One y zapatos de Emporio Armani. / C. Lucadamo

Yo no soy ni tan dura ni tan blanda. Lo que me llama la atención es transformarse en otra"

Mar Saura

Saura, que tiene dos hijos, Claudia, de 11 años, y Javier, de dos, afirma que creó una familia cuando sintió el deseo de hacerlo. "Se llevan bastantes años entre ellos, así que la experiencia la he vivido de forma diferente y puedo disfrutar mucho de ambos cuenta. Intento que sigan unas normas pero, sobre todo, que sean honestos y nobles".

La prostitución es otro de los temas clave de la La puerta abierta. La directora ha querido mostrar su lado más humano "Son mujeres que se dedican a esta profesión pero, como las demás, tienen hijos, complicaciones y ganas de ser felices", argumenta, y se muestra partidaria de su legalización: "Creo que un marco legal las protegería de los riesgos que corren y las asistiría cuando son mayores, pero habría que preguntarles a ellas qué es lo que quieren y lo que necesitan", reconoce.

Carmen Machi también es favorable a su regularización, "siempre y cuando no sea forzada, que es un crimen", pero no ha querido observarlas para ponerse en su piel. "Las veo porque en Madrid vivo cerca de la calle Ballesta, pero no me fijo en lo que hacen, me parecería mal. Además, en este caso queríamos poner el foco en lo que ocurre cuando llegan a su casa, que puede ser todavía más terrible", explica.

Pero con un mirada optimista y una "puerta abierta" a las segundas oportunidades. "Y a las terceras, las cuartas... Me encanta ese mensaje que transmite la película de que siempre se puede volver a empezar, de que podemos caer y levantarnos afirma Mar. Personalmente, soy muy positiva y siempre pienso que lo mejor está por llegar".

Mar luce vestido de de Nº 21 para Just One y zapatos de Emporio Armani; Marina, vestido de Marni y zapatos de Max Mara; y Carmen, camisa de Nº 21 para Just One y zapatos de Gloria Ortiz para El Corte Inglés. / C. Lucadamo

Como en el cine español, en que si algo está cambiando es el creciente número de mujeres que se pone tras la cámara. A las "veteranas" Icíar Bollaín, Isabel Coixet o Gracia Querejeta, se han sumado nombres como Paula Ortiz (La novia), Leticia Dolera (Requisitos para ser una persona normal), Manuela Moreno (Cómo sobrevivir a una despedida) y, ahora, la propia Seresesky.

Seresesky concibió el guión mientras trabajaba con Carmen Machi en el teatro. Mar Saura se unió más tarde al proyecto, interpretando a una policía.

Pero todavía siguen siendo una excepción en un universo casi copado por los hombres. "Esto viene de muy lejos, hay pocas directoras, igual que hay pocas directoras de periódicos o empresarias. Es un reflejo de nuestra sociedad que solo se combate educando a los niños para que entiendan que la paridad es lo normal. Sueño con el día en que no tengan que preguntarme por la excepcionalidad de ser una directora", afirma Marina.

"Estamos en el momento de las mujeres. No veo la hora en que Hillary Clinton sea la presidenta de la primera potencia mundial", dice una entusiasmada Mar. "Yo nunca había trabajado con tantas directoras como ahora comenta Carmen. Y se nota. La mujer tiene otras texturas y hay algo diferente en lo que cuenta...". Y eso que Machi es de las que reconoce que siempre ha sido más amiga de los hombres. "Tal vez con la edad eso esté cambiando, pero me gusta más el mundo masculino; soy muy futbolera y me apasiona el tenis", reconoce.

Tanto que incluso la base de datos IMDb la Biblia del cine la califica como a huge fan of Rafa Nadal ["gran fan de Rafa Nadal]. "¿Qué dices? ¡No tenía ni idea! Yo solo he tenido un mito en mi vida, Marlon Brando, y de ahí pasé a Rafa. Le sigo desde que era un crío y me afecta lo que le pasa, como si fuera mi hijo. Él tiene que saberlo, cómo no va a saberlo. Voy a verle siempre que puedo, pero todas las veces que me lo han querido presentar salgo corriendo", dice. Pues eso, "la Machi".

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