“Pensé que me estaba convirtiendo no en una escritora maldita, sino en una maldita escritora”

Mujerhoy: Hay a quien prefiere no hablar de literatura y mujer... Marta Sanz: Yo no tengo problema. Tengo asumido lo que decía la poeta Adrienne Rich: todos los escritores hablamos desde las geografías de nuestra escritura. Hablo desde mi nacionalidad, mi clase social, mi nivel de estudios... todas mis circunstancias y, entre ellas, también la de ser mujer.

Mujerhoy: ¿Qué supone escribir desde la "circunstancia mujer"? Marta Sanz: Probablemente, me hace elegir temas de los que a lo mejor un hombre no hablaría, pero el trabajo de ambos es el mismo: encontrar las palabras adecuadas para lo que queremos contar.

Mujerhoy: ¿Qué encontraremos en su ensayo Éramos mujeres jóvenes? Marta Sanz: Es un libro de encargo que se publica ahora. Me propusieron hablar del erotismo y la construcción de la sentimentalidad en la transición española.

Mujerhoy: ¿Se siente una escritora reconocida? Marta Sanz: Durante muchos años no me sentí nada reconocida. Durante un tiempo muy largo de mi vida pensé que me estaba convirtiendo ya no en una escritora maldita sino en una maldita escritora, eso duele mucho.

Mujerhoy: ¿Lo achacaba al hecho de ser mujer? Marta Sanz: Lo asociaba, sobre todo, con el tipo de literatura exigente para el lector que yo quería practicar, y menos con el género. Porque yo viví la fantasía, como muchas mujeres en este país, de que verdaderamente habíamos conseguido la igualdad y, a medida que me he ido haciendo mayor, me he ido dado cuenta de lo equivocada que estaba y de lo ingenua que era. Y de cómo aquella ilusión de igualdad y de libertad era absolutamente ilusoria y fantasmagórica.