Aïda Colmenero: "Defiendo la idea de que España es África, somos el sur"

A los 15 años, Aïda se matriculó en la escuela de Cristina Rota, en el madrileño barrio de Lavapiés. Ella quería ser actriz y no sabía que allí iba a encontrar, como artistas residentes y profesores, a una serie de coreógrafos (Mónica Runde, Pedro Berdäyes o Eliane Capitoni) que cambiarían radicalmente su percepción de la escena. Con ellos, se dio cuenta que “la danza podía ser una forma de expresión incluso más poderosa que la palabra”. Así que se matriculó en el Conservatorio Marienmma de Madrid, donde entró en contacto con danzas afrobrasileñas, razón por la que decidió irse a investigar a África.

“Allí conocí la que es la escuela de danza más grande del mundo, la Ecòle de Sables, en Senegal, donde ingresé en 2009. Esta escuela la fundó Germaine Acogny, una coreógrafa que creó su propio sistema: una síntesis entre técnica corporal contemporánea occidental y las danzas tradicionales africanas”.

Este descubrimiento de un lenguaje nuevo se vio ampliado cuando la propia Acogny la invitó, años después, a ser una de las pocas receptoras de su técnica. Un proceso de transmisión que la hace poseedora de la única técnica de danza contemporánea que ha sido creada y codificada en África hasta la fecha.

“Cuando Germaine me seleccionó como un cuerpo blanco depositario de su técnica, lo hizo para plantear soluciones globales y abiertas y salir de esa visión de lo negro solo para la negritud. Yo no viví ningún tipo de choque cultural, porque sigo defendiendo que España es África. Nuestra cultura tiene mucho más que ver con la de ellos que con el norte de Europa. Allí la danza está en todos los lados. Es su principal hecho cultural. Se canta y se baila en la calle, como se hizo en España hasta el siglo XX”.

No te pierdas...

-Estrellas de la danza, belleza en movimiento

-Inmaculada Salomón: "La disciplina va con el pack desde que tienes ocho años"