Los parecidos más increíbles de los famosos y sus hijos, en fotos

Antes de morir, el padre de Emma Bonino, un agreste campesino del Piamonte, le dijo: 'Emma, tú para mí eres como un poema en japonés: hermoso, pero incomprensible'. A los demás nos sucede algo similiar con Italia: un país ingobernable, extravagante y de contornos imprecisos. La bota en sfumato. Entre el hedonismo de La Grande Bellezza y el neorrealismo de De Sica; entre el bunga bunga de Berlusconi y la rectitud de Emma Bonino, una mujer capaz de declararase católica, y de liderar las luchas por del divorcio, la eutanasia y el aborto: desde la desobediencia civil y desde las instituciones. A sus 70 años, Bonino representa la conciencia proinmigración de un tiempo enfermo de desmemoria. Frente a los que piden más muros, más barcos de guerra, más patrulleras y más prisiones al otro lado del mar, esta enjuta italiana, superviviente de un cáncer de pulmón y con piel (y firmeza) de elefante, solo pide una Europa más europea. 'Hace 70 años éramos el continente más destruido del mundo y ahora somos los más ricos en esperanza de vida, en alfabetización y en prosperidad. ¿A qué estamos jugando?'. ¿Quizás a la ruleta rusa?