actualidad

Un paso por detrás, por Julia Navarro

"¿Acaso lo es la costumbre de rebanar el clítoris de las mujeres como sucede en algunos países? ¿Lo es negar la educación a una niña por el hecho de serlo? ¿Y qué me dicen de la esclavitud?"

unsplash

Julia Navarro
JULIA NAVARRO

Ya es un clásico. Me pasa todos los veranos. No soporto ver a esos hombres en pantalón corto y chanclas, seguidos de una mujer tapada de la cabeza a los pies y envuelta en varios metros de tela. Unas parece que llevan un hábito; otras, ropa común, pero sus atuendos apenas dejan a la vista manos y rostro.

Hay que respetar las costumbres ajenas, dicen algunos bienintencionados. Y sí, claro, hay que respetarlas, pero eso no significa que haya que comulgar con ellas. Tampoco creo que ni todas las ideas ni todas las tradiciones sean respetables. ¿Acaso lo es la costumbre de rebanar el clítoris de las mujeres como sucede en algunos países? ¿Lo es negar la educación a una niña por el hecho de serlo? ¿Y qué me dicen de la esclavitud? Alguien podría decir que la esclavitud ha sido y es costumbre en algunos lugares y que hay que respetarla. Así que me producen inquietud e indignación quienes defienden que nada se debe objetar a que las mujeres se tapen si lo hacen voluntariamente. Y es que no puedo dejar de reflexionar sobre las costumbres que se asientan en convencer a las mujeres de que su cuerpo es algo pecaminoso y que mejor que se lo tapen... si no quieren despertar el deseo incontrolado en los hombres. Y no solo eso, también supone que perteneces a alguien y que, por tanto, no deben verte otros ojos que no sean los de tu dueño y señor.

En estas mismas páginas pudimos leer hace unas semanas dos noticias que tenían como protagonistas a las mujeres iraníes, que se juegan años de cárcel, sencillamente, porque se atreven a quitarse el velo. Como la primera boxeadora iraní, Sadaf Khadem, que compitió en un torneo en Francia y lo hizo con pantalones cortos y la cabeza descubierta, pecado suficiente para no poder regresar jamás a su país. De manera que no, lo de ir cubierta no es una cuestión menor. Me dirán que muchas mujeres asumen voluntariamente esa vestimenta y que se sienten más seguras tapadas. No lo discuto. Todos somos hijos de la educación y los principios recibidos, por lo tanto, solemos asumir esos principios con naturalidad y no vemos nada malo en ellos.

Pero a mí me parece que es necesario hacer llegar a estas mujeres que no hay nada vergonzoso en su físico, que nada tienen que ocultar y que su cuerpo es suyo, no propiedad de otros. Ahora que aprieta el calor y la mayoría salimos a la calle con ropa cómoda y fresca, nos cruzamos con esas otras mujeres, muchas de ellas turistas, que apenas dejan ver un resquicio de sí mismas. A los hombres que las acompañan les parece normal no pasar calor y no les importa que ellas lo sufran. A veces tengo ganas de acercarme y decirles que hagan el favor de cubrirse ellos también de la cabeza a los pies, aunque sea un ratito, para ver cómo se sienten.

Sigue leyendo a Julia Navarro:

- Entre nosotras: fotos

- Cuidado con la palabra amor

- "200 besos"

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?