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La irresistible ascensión de Cristina Cifuentes: la mujer que pasó de gran esperanza de la política al destierro se convierte ahora en la estrella más deseada de la televisión

La estrategia televisiva de Cristina Cifuentes parece obra maestra de la comunicación política: en algo más de un año ha rehabilitado su imagen y cotiza al alza en los castings de las productoras. ¿Podría la televisión reconstruirla como una futura candidata electoral?

Pincha en la foto para ver el estilo impecable de Cristina Cifuentes./GTRES

Pincha en la foto para ver el estilo impecable de Cristina Cifuentes. / GTRES

Elena de los Ríos
ELENA DE LOS RÍOS

La peripecia política de Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) es tan particular, tan original y tan espectacular, que merecería su propio documental de Netflix o cualquier otra plataforma. En cuestión de poco más de un lustro, Cifuentes pasó de delegada del gobierno en Madrid (en 2012) a presidenta de la Comunidad (en 2015); de presidenta del Partido Popular en la capital (2017) a gran esperanza de renovación incluso nacional; de la favorita de las tertulias, a investigada en la Operación Púnica, cuestionada por un master dudoso (2018) y protagonista de un vídeo en el que se la veía robando unas cremas. El vídeo era de 2011, pero su oportuna aparición en el momento más delicado de la carrera política de Cifuentes fue providencial. Extrañamente providencial. Tuvo que dimitir inmediatamente. Si esto no es un thriller político, qué lo es.

Lo que vino después quedó desdibujado: Cristina Cifuentes se mudó en 2018 a París y se dio de baja del Partido Popular, donde no encontró apoyos: fue más un verso libre que una mujer aupada por el partido. Volvió en 2019, y desde entonces las resoluciones judiciales le han sido favorables: quedó absuelta del delito de inducción a la falsificación en el Caso Máster y de los delitos de financiación ilícita, desvío de dinero público y falsedad documental en una de las piezas del Caso Púnica. Más aún, en poco más de un año se ha convertido en comentarista estrella de varios programas de Mediaset, muy elegidos, y ha protagonizado los rumores más suculentos de los casting recientes: han querido verla tanto en 'Supervivientes' como en 'Masterchef Celebrity'. Las productoras de 'realities' y concursos se la rifarían si pudieran.

¿Qué tiene Cristina Cifuentes para suscitar tanta expectación televisiva? ¿Por qué ha sido la televisión el medio elegido para orquestar su vuelta a los ruedos de lo público? La ex presidenta, condenada por la opinión pública pero no por los jueces, ha sido tertuliana de 'Todo es mentira' y continúa apareciendo en 'Ya es mediodía', 'Cuatro al día' y 'El programa de Ana Rosa'. El movimiento es inteligente: nada mejor para desactivar la 'pena del telediario' que aparecer como voz autorizada en los programas más populares de la parrilla televisiva. Su negativa a dar un paso más allá y convertirse en un carísimo personaje de concurso podría ser reveladora: ¿acaso no se ha resignado Cristina Cifuentes a abandonar del todo la política?

Una de las pocas personas que puede ofrecernos un marco para comprender la irrupción de Cristina Cifuentes y otros políticos en el 'prime time' es Verónica Fumanal. No solo porque es presidenta de la Asociación de Comunicación Política, sino en calidad de tertuliana habitual de espacios de televisión y radio, consultora para distintos partidos y exdirectora de comunicación de Pedro Sánchez. Repetimos la pregunta: ¿qué hace Cifuentes (y otros políticos) en televisión?

"Creo que tenemos que actualizar la manera en la que abordamos el fenómeno de la política y la televisión, porque desde hace algún tiempo los políticos se han convertido en una especie de 'celebrities'. No comparten el mismo universo que el de los famosos del corazón o del artisteo, pero siguen siempre 'celebrities' de la política: interesa su via, con quién están casados, sus relaciones... De hecho, no es raro verlos en las revistas del corazón. Eso quiere decir que el interés del público va más allá de la notoriedad. Ya no es como hace 20 años, cuando sencillamente eran personas conocidas, pero nada más".

" Los políticos son las 'celebrities' del mundo de la política, y por lo tanto la comunicación política va cada vez un poco más allá de lo estrictamente o normativamente político", sigue explicando Verónica Fumanal. De hecho, las productoras se pegan por fichar al político más polémico para la tertuia o el concurso de turno (recordemos a Celia Villalobos en 'Masterchef Celebrity'). "El atractivo de Cristina Cifuentes o de cualquier otro ex político para la televisión viene dada por la condición previa: interesa su vida y su opinón y, en general, venden. El atractivo de la televisión para los políticos también está claro: les interesa salir si quieren continuar siendo personas conocidas del mundo mediático".

La pregunta del millón sería esta: ¿puede la televisión rehabilitar a un personaje defenestrado políticamente? "Te diría absolutamente sí. No hay nada que con tiempo y una buena estrategia de comunicación no se pueda reparar, sobre todo en el caso de Cristina Cifuentes que, insisto, no ha sido condenada. De hecho, tenemos ejemplos de personalidades denostadas por casos de corrupcion, por ejemplo Isabel Pantoja, que después de pagar su deuda con la sociedad y de pasar un tiempo alejada de los focos han seguido funcionando perfectamente en los medios. Ahora mismo, Cifuentes vuelve a ser una persona valorada porque consigue audiencia".

Verónica Fumanal lo confirma: un buen manejo de las apariciones televisivas puede hacer milagros con la reputación. Pero, ¿lograría la televisión ir más allá de la rehabilitación pública de un personaje y convertirlo en un futuro candidato? "No sé si la televisión puede construir un candidato o una candidata, pero sí puede construir a una persona. Que luego esa persona tenga los atributos más valorados para llevar adelante una candidatura, credibilidad, coherencia y honestidad, es diferente. Pero una puede aprender de los errores y ser aceptado de nuevo por la opinón pública, sobre todo en el caso de Cristina Cifuentes que, aunque ha habido cosas que no ha podido explicar, no ha sido condenada".

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