vivir

Inspiración basada en hechos reales

El relato de sus vidas, con sus grandes éxitos y sus pequeños fracasos, nos inspira y recupera valores olvidados.

BEATRIZ GONZÁLEZ

Dicen los estudiosos de la sociedad que nunca antes habíamos dado tanto valor a los objetos materiales y que el culto al "yo" no para de crecer. Sin embargo, en esa sociedad deshumanizada que los sociólogos dibujan, millones de personas se apuntan al desafío del cubo de agua helada, aparecen frigoríficos solidarios por las calles y empieza a ser tendencia el "café pendiente", una costumbre que consiste en dejar pagado en la barra el café de quien no pueda permitérselo.

Por eso hay partidarios de que, por mucho que nos empeñemos, el hombre es bueno por naturaleza. Y parece que la ciencia les da la razón: hace unos años se demostraba la existencia de las neuronas espejo, las células del cerebro donde se sitúa el origen de la capacidad de empatía. De ahí que quienes ven el vaso medio lleno lleguen a una conclusión: si ponernos en el lugar del otro está en nuestro ADN, para desarrollar la solidaridad, la generosidad, y el optimismo (valores en teoría olvidados) solo hay que encontrar la fórmula para despertarlos.

Millenials solidarios

La buena noticia es que hay quien ha dado con el secreto para hacerlo. Se trata de organizar conferencias en las que el mensaje sea capaz de inspirar, para lo que solo hay un truco: que no haya truco. O dicho de otra forma, que venga en forma de historias personales auténticas.

Hace unos años, Lana Forstmann, viuda de un multimillonario fallecido en 2001, abrió el correo electrónico y encontró la carta de un grupo de españolas a quienes no conocía. Le contaban que habían puesto en marcha todo un movimiento que estaba inspirando a miles de jóvenes. La culpa la tuvo el diario que su marido, Nicholas Forstmann, escribió tras ser diagnosticado de cáncer. A través de él quiso hablar a sus tres hijos, entonces aún pequeños, de las cosas que de verdad importan en la vida.

Su viuda recogió aquel diario, al que tituló 'What Really Matters' (Lo que de verdad importa), en una pequeña edición para repartirlo entre familiares y amigos. La casualidad o el destino hicieron que uno de esos ejemplares acabara viajando casi 6.000 kilómetros y cayera en manos de unas mujeres entusiastas que, inspiradas por ese texto, se lanzaron a poner en marcha un sueño.

Cada día más gente trabaja para recuperar valores olvidados

"Cuando tenía 33 años y mis hijas eran muy pequeñitas, tuve cáncer y viví una situación parecida", cuenta María Franco, una de las fundadoras de la Fundación 'Lo que de verdad importa'. "Creo que a todo el mundo le ocurre: cuando pasas por una enfermedad o sufres una tragedia, de repente hay algo que hace que tu puzle se ordene. Y te preguntas cómo es posible que eso que tienes tan claro ahora no lo tuvieras ayer", comenta recordando que no pudo dejar de llorar al leer las reflexiones de Forstmann.

Entonces pensó que tenía que haber una fórmula para hacer ver a los demás qué es lo realmente importante sin necesidad de sufrir una situación extrema. Y la idea de organizar un congreso para jóvenes en el que personas que hubieran pasado por una experiencia que les cambió la vida les hablaran de tú a tú empezó a tomar forma.

"Si lo que sentí yo cuando me diagnosticaron la enfermedad lo vendieran en frasquitos y te lo tomaras cuando tienes 18 años, valorarías lo que tienes y no malgastarías ni un minuto de tu vida. Entonces, ¿por qué no intentar dar ese frasquito a los jóvenes de forma gratuita, como si fueran muestras?", cuenta. Con esa idea en la cabeza, María Franco, su amiga Pilar Cánovas y su socia, Carolina Barrantes, se pusieron manos a la obra buscando testimonios inspiradores y comenzaron a llamar puerta por puerta para convencer a patrocinadores que hicieran posible un congreso gratuito.

Han dado con la fórmula para despertar la empatía y la solidarid

De aquello hace 10 años y hoy, ese grupo es una fundación con una legión de voluntarios que ya está presente en cinco países además de España. En su último congreso, celebrado a finales de noviembre en Madrid, compartieron sus experiencias Jennifer Teege, una chica de raza negra que descubrió hace unos años que su abuelo era Amon Goeth, el criminal nazi que aparece en La Lista de Schindler; Alexia Vieira, fundadora de la ONG Khanimambo, de ayuda para niños en Mozambique; Enhamed Enhamed, considerado como el mejor nadador paralímpico de la historia; y Pedro García Aguado, campeón olímpico de waterpolo que superó su adicción a las drogas.

Sus historias se suman a las de otros muchos que han participado en los congresos que organizan anualmente. Entre ellos, el arquitecto mexicano Bosco Cortina, secuestrado durante más de nueve meses en un zulo de dos metros; Nando Parrado, uno de los supervivientes del accidente aérero que inspiró la película 'Viven'; William Rodríguez, superviviente del 11-S; María Belón, superviviente del tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004, y un largo etcétera.

No son gurús de felicidad, sino gente auténtica con historias reales

MARÍA FRANCO - Fundación 'Lo que de verdad importa'

Sus mensajes han calado de tal forma que han querido dar un salto y ahora organizan también actividades para la educación en valores de alumnos de ESO, encuentros para colectivos en riesgo de exclusión social o cenas-coloquio donde el objetivo es inspirar a profesionales. Detrás de esa actividad se encuentran siete mujeres que conservan la ilusión de quienes creen en lo que hacen. "No traemos a gurús de felicidad, es gente auténtica que cuenta historias personales y creo que por eso funciona", explica María Franco, directora general de la fundación.

Inspirando valores

  • La 'Fundación Lo que de verdad importa' promueve la difusión de valores a través de congresos gratuitos con testimonios que inspiren.

  • Su idea se ha exportado a cinco países.

  • Algunos de sus ponentes: Irene Villa, María Belón, Albert Espinosa, Pablo Pineda...

Hacer la vida más sencilla

Puede que, sin ponernos en antecedentes, nunca hubiéramos imaginado a Pastora Vega hablando con mucho sentido del humor sobre cómo quitarle hierro a la menopausia. Ni a la modelo Laura Sánchez impartiendo una charla informal sobre cómo ser una oveja blanca y lograr que los demás te acepten; o a Richard Vaughn contando cómo aprender inglés de una vez. Pero lo cierto es que lo hicieron, y gratuitamente, con el único objetivo de ayudar. Esperaban que su experiencia sirviera de algo a los demás, igual que el resto de ponentes que pasa semanalmente por el espacio Cómo, un lugar creado con la intención de mostrarnos cómo hacer la vida más sencilla.

"Pensamos que en un país en crisis, tal vez hacía falta en levantar un poco la confianza. Tenemos una pasión tremenda, pero está dormida", explica Pilar Antoñanzas, directora de contenidos de el espacio Cómo. "Intentamos darle la vuelta a los problemas para ponerlos a nuestro favor y que el ponente haga de espejo, de forma que el público pueda verse reflejado y sienta que la experiencia le puede servir".

Tenemos una pasión tremenda, pero está dormida"

PILAR ANTOÑANZAS - Directora de 'El Cómo'

Todo comenzó hace dos años, tras la repentina muerte de Pablo Antoñanzas, uno de los fundadores de la agencia Comunica+A, la empresa que había creado junto a dos de sus hermanos. Su hermana Pilar cuenta que no supieron cómo afrontar su pérdida. "Nos quedamos desolados, con una emoción que no sabíamos gestionar. Queríamos transformar ese dolor en algo que ayudara", explica. Fue así como ella y sus hermanos pensaron en hacer algo que hablase de Pablo. "Era un hombre muy carismático que hacía las cosas más sencillas. Aligeraba, desdramatizaba y se reía de su sombra, pero sobre todo sabía los trucos para vivir mejor. Y esos trucos consisten en hacer las cosas más simples", explica.

Escuela de vida

  • El Cómo nació con el objetivo de que cualquiera pueda aprender de forma gratuita a solucionar los problemas cotidianos.

  • Más de 20.000 personas han asistido a las 100 charlas impartidas por Leopoldo Abadía, Carmen Posadas, Javier Goyeneche...

Magia y autenticidad

Tras tres meses preparando un espacio en el que no hubiera barreras con el público, la primera ponente entró en escena. La cocinera Samantha Vallejo-Nájera se situó en el centro de la sala y disertó sobre cómo improvisar sin que nadie lo note. Fue un éxito rotundo. "Hay mucho de magia. Quizá porque los ponentes saben que la gente no ha pagado; el público sabe que nosotros tampoco lo hemos hecho, y tienen claro que unos vienen a aprender y los otros, a contarles lo que saben por si les sirve. Hay más piel y menos Power point que en otras ponencias", explica Antoñanzas, quien asegura que parte del éxito es esa autenticidad.

Por allí han pasado magos, compositores, actores, empresarios, sexólogas, nutricionistas... Unos, famosos. Otros, anónimos. Pero todos han completado el aforo. "Somos un país estupendo, solo nos falta bailar más, celebrar más, escuchar más. Y para eso estamos aquí", dice Pilar Antoñanzas convencida.

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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