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10 frases infelices que tienen solución

La filosofía de Rafael Santandreu es un 'punch' que ayuda a replantear tu vida: tus relaciones, tu trabajo y tu vida sentimental. Su último trabajo, 'Ser feliz en Alaska'.

Una mujer se muestra preocupada. / GTRES

Raquel Alcolea
RAQUEL ALCOLEA

Nadie mejor para asumir un reto que el psicólogo Rafael Santandreu. El autor de 'Las gafas de la felicidad' y 'El arte de no amargarse la vida' acaba de publicar 'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo). Una obra que, con un subtítulo esclarecedor: "Mentes fuertes contra viento y marea", transmite un método basado en los principios de la psicología cognitiva que permite al lector reprogramar su mente y convertirse en una persona fuerte a nivel emocional.

Nuestro reto para Santandreu no fue otro que una 'consulta psicológica express'. "Rafael, en los últimos días hemos recopilado varias frases que hemos escuchado en nuestro entorno y que, de alguna manera, muestran signos de infelicidad y nos gustaría que nos dijeras lo que piensas de ellas. Los autores de estas frases no lo saben, pero tú les vas a ayudar", le dije. Y 'el hombre feliz' contestó: "Vale, empieza...".

Frase infeliz 1: No dejo huella en la gente, ¿por qué se me presentan de nuevo, como si no nos conociéramos?

Rafael Santandreu responde: Es interesante esa 'necesidad' de dejar huella. Y pregunto: "¿Por qué hemos de dejar huella?" Lo cierto es que podemos tener pocos buenos amigos. Unos cinco, quizá, porque si tienes que planificar cosas con ellos y de alguna manera "cuidarlos", no puedes tener muchos. Tenemos la necesidad irracional de ser aprobados por todo el mundo, sean conocidos o no. Y es absurdo porque ni vas a obtener esa aprobación, ni la necesitas. Es más, ser amado por todos o amar a todos sería abrumador. Esta es la base, por ejemplo, de algo como el miedo a hablar en público. Sucede porque esa persona cree que necesita la aprobación de su público, lo cual es absurdo, porque, repito, ni la va a tener ni la necesita. Terminarás de hablar y no volverás a ver a esas personas. Quien haya dicho esta frase debería olvidarse de la necesidad de que se acuerden o no de él o de ella.

Frase infeliz 2: No puedo dejar de compararme con los demás y no me gusta sentirme así.

Rafael Santandreu responde: ¿Eso lo han confensado? Es difícil que alguien confiese algo así. Es una neura nuclear. Corresponde a una persona con poca autoestima. Cuando nos comparamos constantemente (y por alguna extraña razón todos tienen más méritos que nosotros en esa comparación), perdemos de vista que en realidad esas cosas en las que salimos perdiendo al compararnos no tienen la menor importancia para la felicidad. Por ejemplo, ser más guapo, más inteligente, más eficaz.... No vale para nada. El único valor definitorio para nuestra felicidad es la capacidad de amar. Y esa capacidad la tenemos todos, aunque la saquemos más o menos. Si te concentras en eso, vas a eliminar los complejos y la necesidad de compararte, que puede llegar a ser muy hiriente. Esta neura está basada en que le damos demasiada importancia a esas "cualidades" a las que yo llamo "cualidades trampa", que a veces pensamos que son fundamentales cuando en realidad son algo como saber hacer malabares. Una anécdota sin trascendencia.

El único valor definitivo para nuestra felicidad es la capacidad de amar"

Frase infeliz 3: No sé qué hago con las horas, no tengo tiempo de nada.

Rafael Santandreu responde: Es importante para la salud mental aprender a ralentizar , recortar y escoger bien nuestras a actividades porque la aceleración que llevamos en nuestra vida cotidiana perjudica la mente. Es como si fueses a la sabana africana y vieses que las cebras y los leones van al doble de la velocidad a la que se supone que deben ir. Pensarías que tienen algún problema. Pues en realidad es lo que sucede en las ciudades, que vamos al doble de velocidad de lo que debe ir nuestra especie. Lo ideal sería seguir el ritmo de los pueblos, donde la gente va despacio, tiene tiempo de sentarse en mitad de la plaza y charlar... Es malo seguir esa otra velocidad, la acelerada. La solución es que nunca vayas deprisa de un sitio a otro, que hagas una sola cosa en cada momento (la multitarea o multitasking es fatal porque produce estrés de manera natural) y, por último, ponerle amor a cada tarea. "Un buen monje se distingue porque hace pocas cosas, pero las pocas cosas que hace, las hace bien"... Tendríamos que ser como monjes budistas.

Frase infeliz 4: ¿Por qué mis parejas siempre me acaban dejando?

Rafael Santandreu responde: Seguramente el problema o uno de los problemas de esta persona es que no se da cuenta de que lo normal y lo deseable es que nos dejen. La irracionalidad actual hace que queramos que las cosas sean constantes y permanentes, cuando prácticamente nada en la naturaleza es así. Y además sería negativo que lo fuese. Pretendemos que las parejas duren más de tres o cinco años y eso es antinatural. Algunas parejas han sido 'permanentes' hasta ahora sólo por eran artificiales (uniones que se prolongaban por distintos motivos, entre ellos, el económico), pero ahora que las parejas están unidas en libertad con el único objetivo de estar bien no aguantan mucho tiempo juntos. Eso hay que aceptarlo, hay que felicitarlo, hay que celebrarlo... Lo mejor sería que cuando alguien tuviera una pareja ya acordase con ella cómo será su separación dentro de cinco años (entre tres y cinco años es el tiempo en el que nos cansamos de una pareja de una manera natural). ¿Cuántas parejas siguen felices juntos al cabo de 10 años? Apenas un 20%, si atendemos al índice de separaciones y divorcios del INE. Por tanto, si el 80% de las parejas, por mucho que lo intenten, no son capaces de seguir juntas, ¿por qué no lo aceptamos de una vez en vez de traumatizarnos cuando la gente se separa? ¡Es como si me traumatizara porque el pescado se pudre fuera de la nevera!

Pretendemos que las parejas duren más de cinco años juntos y eso es antinatural"

Frase infeliz 5: Tengo miedo de no ser un buen padre (o madre).

Rafael Santandreu responde: Los padres han de darse cuenta de que los niños no necesitan padres perfectos. Nadie los necesita. De hecho, creo que la mejor educación a nivel histórico fue la de los años sesenta y setenta. Los que educaron, por ejemplo, a mi generación. Eran padres y madres que no se ocupaban tanto de la 'paternidad'. La gente tenía una mayor cantidad de niños y tampoco estaba "de moda" ocuparse tanto de los niños. Esa generación ha crecido mentalmente más sana que los niños actuales. Los niños actuales están fatal porque se les presta demasiada atención y se les pone en el lugar que no corresponde a un niño. Actualmente en las familias españolas se pone al niño desde que nace en el pedestal de lo más importante en la familia, cuando la racionalidad indica que hasta que alcancen su mayoría de edad tienen que ocupar el último puesto de la familia porque son los que tienen menor capacidad de decisión. Y eso les sitúa en un lugar razonable, desde el que es más fácil vivir porque si no tienes responsabilidad, no eres una figura importante, es más fácil vivir que si tienes el foco todo el tiempo.

Si tú a un niño le pones en un pedestal desde que nace, crece pensando que es muy importante para el mundo y luego se da cuenta de que no es así. O no lo es, o lo es poco, o mucho menos de lo que cree. Y eso va a hacer que esos niños egocéntricos se frustren si el mundo no les otorga una preponderancia que ellos creen que tienen. Eso les convierte en niños (y adultos) frustrados y, muchas veces, antisociales.

Colocar a los niños en un pedestal desde que nace les convierte en adultos frustrados"

Frase infeliz 6: Esto es España y somos unos chapuceros.

Rafael Santandreu responde: Es una frase absurda. Para tu salud mental es esencial aprender a apreciar lo que te rodea porque enfermamos a nivel emocional y mental a través de la queja Nos quejamos de los demás, de nosotros mismos, del universo, del funcionamiento de las cosas.... Y así te vuelves loco. Esas personas están abonando lo que yo llamo la "terribilitis", es decir, pensar que todo es terrible y que se pueden ver los fallos en todas partes. España va demasiado bien con respecto a lo que sería "razonable" y pienso que en realidad debería ir peor. Lo creo firmemente. Va demasiado bien porque hay demasiada opulencia. No solo en España, en todo el primer mundo. Si ya tenemos demasiadas cosas y el medio ambiente está sobreexplotado... ¿Para qué tenemos tanto? ¿Para qué queremos más? ¿Para consumir más?... Ojalá la gente disfrutase más de la vida y del medio ambiente. Cada vez que decimos que las cosas deberían ir mejor, deberíamos pensar, ¿para qué? En realidad la efectividad solo tiene un propósito: consumir más... A ver, en los pueblos del Amazonas no existe la palabra eficiencia. "¿Para qué quiero más peces si ya me como los que necesito?", se preguntarían. Pero nosotros vivimos en una acumulación constante.

Frase infeliz 7: Siento que cuando dicen que soy buena, me están llamando tonta.

Rafael Santandreu responde: Las personas no aprecian que el único valor que vale la pena es amar a la vida y a los demás. Todo lo demás, la inteligencia, la eficacia, la belleza... Son anécdotas que no sirven para nada. Desde ese punto de vista, en el que creo de verdad, un 'síndrome de Down' es de las personas más valiosas del mundo porque tiene una gran capacidad de amar. Y eso hace que la autoestima sea muy alta. Hay que pensar qué significa realmente que te llamen inútil, ineficaz, tonto... "¿Me llamas inútil?, ¿Me llamas ineficaz?, ¿Me llamas tonto? ¡Y a mí qué!...

Frase infeliz 8: Doy siempre más que mis amigos.

Rafael Santandreu responde: Uno de los principios de la psicología cognitiva es que nadie puede hacer feliz a nadie. Es imposible. La felicidad depende de tu coco. Por mucho que te dé atenciones y comodidades, no te voy a hacer feliz. La felicidad depende de tu cabeza. ¡Basta de hacer tantas cosas por los demás porque no sirven de nada! La felicidad es algo mental. Cuídate a ti mismo y comparte cosas. Los demás no necesitan que hagas cosas por ellos para ser felices. Y otra razón más para no hacerlo es que les quitas capacidad de resolver cosas por sí mismos. Nadie como tú sabe resolver tus propios problemas. Debes aprender a resolverlos. Es bueno compartir opiniones, experiencias, sentires... Es bueno hacer cosas unidos, pero eso implica sumar fuerzas, pero no sacar las castañas del fuego a alguien o pedir a alguien que luego te saque a ti otras castañas del fuego. ¡Pero esto que es! Se convierten todos en inútiles.

Tu felicidad no depende de los demás, sino de ti. Cuídate, comparte experencias, pero no te vuelques en ayudar"

Frase infeliz 9: No puedo soportar que me hable de su ex.

Rafael Santandreu responde: Sería beneficioso que intentásemos combatir los celos que tenemos como adultos, hasta el punto ideal de que tuviéramos relaciones abiertas. Eso significa que tu pareja puede tener todo el sexo que quiera con las personas que quiera. La idea de que yo me una a alguien y le someta a una ablación sexual mental en el sentido de que solo pueda tener sexo conmigo es lo más artificial, anti biológico y poco lógico que hacen los humanos. ¿Qué sentido tiene? Los celos de la persona adulta son lo más parecido a que un niño le dijera a sus padres que no quiere que nazca ningún hermanito porque eso es una traición horrorosa y asquerosa. Si esos padres le dijeran al niño que tiene razón, le hicieran caso y le alimentasen los celos, ¿sería razonable? Pues eso es lo hace la sociedad adulta. Estamos alimentando un sentimiento que es antinatural y nos convierte en personas lamentables. Uno de los fundamentos de las guerras son los celos de pareja. Pensar en una mentalidad de propiedad privada tan exagerada y los sentimientos de odio hacia quien pueda desear esa propiedad privada es el germen de las guerras.

Vivimos una ablación sexual psicológica por culpa de la monogamia"

Yo en ocasiones le he llegado a decir a algún amigo cosas como: "Que tu mujer se folle a todo el beneficiario solo te va a dar beneficios porque cuanto más sexo se practica, más ganas se tienen. Y lo disfrutarás de lo lindo"... Doy datos. Las mujeres a partir de los 35 años tienen una disminución de la libido tremenda, hasta el punto de que las estadísticas indican que más del 50% de las mujeres de más de 30 años no gozan con el sexo. Y esto es una ablación psicológica. Vivimos una ablación sexual psicológica por culpa de la monogamia.

Frase infeliz 10: Estoy rodeado de gente tóxica.

Rafael Santandreu responde: Ahora está de moda este concepto de "gente tóxica" que es horroroso. No hay nadie tóxico, todos somos seres humanos que fallamos de vez en cuando, pero en realdiad se trata de una especie de locura transitoria. Esos fallos que tiene la gente no me afectan. Me puedes insultar todo lo que quieras pero a mí lo que en realidad me suscita interés si sucede eso es ver qué tipo de locura tienes cuando lo haces. Son solo palabras. Entiendo que todo el mundo es maravilloso, aunque en algún momento te vuelvas loco y empieces a decir improperios, pero en el fondo eres maravilloso, eres maravillosa. Es importante en nuestra psicología el concepto de aceptación incondicional de los demás y de uno mismo. Nada de calificar de tóxico a nadie porque en poco tiempo serás tú el que te califiques como "tóxico". Existen manuales de pseudopsicología que te vuelven aún más neurótico porque acabas viendo prejuiciosamente que la gente es mala. Y la gente no es mala. La gente es buena.

Viaje hacia la paz interior

  • Tras llevar a cabo sus estudios en España e Inglaterra, Rafael Santandreu fue profesor en la Universidad Ramón Llul. En la década de los 2000 trabajó con el célebre psicólogo Giorgio Nardone en su Centro di Terapia Strategica de Arezzo, en Italia.

  • En la actualidad, reparte su trabajo entre la psicoterapia con pacientes, su gran pasión, y la formación de médicos y psicólogos. A su consulta de Barcelona acuden pacientes de todo el mundo de forma presencial o a través de videollamada.

  • Sus libros anteriores, 'El arte de no amargarse la vida' y 'Las gafas de la felicidad' se han convertido en referentes internacionales de la psicología.

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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