vivir

Una separación anunciada

Cuando el permiso de maternidad se acaba, no queda más remedio que separarse del bebé. Para que este cambio no sea traumático, hay que aprender a buscar los apoyos logísticos y emocionales necesarios.

Despedida entre madre e hija / Fotolia

Isabel Menéndez
ISABEL MENÉNDEZ

Cuando una mujer que acaba de ser madre tiene que reincorporarse a su empleo, aparecen muchas preguntas y algunos temores. ¿Qué conviene hacer para rebajar la ansiedad que siente al separarse de su bebé? El apoyo emocional y logístico que el padre puede aportar es muy importante y señala la implicación paterna en el futuro del niño.

Es habitual que la madre sienta algo de culpa por dejar al bebé. Esta culpa, no siempre consciente, puede producirse porque ella, aunque desee cuidarlo, en ocasiones quiere volver a conectar con su vida, más allá de los cuidados que tiene que dar a su hijo. Eso sin contar la inquietud que puede sentir si percibe que su puesto de trabajo puede verse amenazado por su baja de maternidad.

El bebé es muy sensible al estado anímico de su madre: si ella se cuida, se cuida él.

Lejos de sentirse culpable, tendría que saber que mantener su trabajo es un esfuerzo que le vendrá bien a ella y a su hijo. Para evitar la ansiedad, conviene ser muy previsora y no acercarse al día de la vuelta al trabajo sin tener cubierta la ayuda necesaria. Lo más importante es no separarse de una manera brusca del bebé, además de procurar que no coincida con otros cambios, como el destete o el traslado de habitación. Si la madre está muy ansiosa y el cambio es muy fuerte y rápido, es posible que el bebé enferme o empiece a comer peor, síntomas que incrementarán aún más la ansiedad materna. Si va a tener una canguro, conviene estar con ella antes de dejar al bebé a su cuidado y ver cómo funciona. Como tendrá que tomar biberón, la madre tendrá que ir retirándole alguna toma de pecho.

Hasta los cuatro o cinco meses la adaptación del bebé es bastante grande, por ello el adulto que le cuida es fundamental para él y no debe cambiarse a menudo. Este adulto tiene que conocerlo, saber sus costumbres y respetar sus ritmos, además de saber atenderlo.

El apego

  • Es el modo que tenemos de sentir el vínculo que establecemos con otra persona y resulta decisivo para el mantenimiento y el desarrollo de las relaciones sentimentales.

  • La madre suministra, durante los primeros años de vida, el alimento afectivo decisivo para la autoestima y la autonomía del niño. Cuando el apego se desarrolla adecuadamente, la persona podrá desarrollar en la edad adulta vínculos afectivos fuertes y estables.

Un paso adelante

Lara, de 38 años, tenía que volver al trabajo, pero no quería. Había deseado mucho tener un hijo, pero el camino no había sido sencillo. Su primera pareja, con quien estuvo siete años, no deseaba ser padre. Después de una psicoterapia, Lara comprendió que él deseaba seguir siendo siempre un niño y que ella no se sentía con el derecho de ser madre.

Durante toda su infancia, había oído a la suya que lo mejor que podía hacer una mujer era trabajar y tener independencia económica, además de que reprochara a su padre que no la ayudaba en la educación de sus hijos. Inconscientemente, Lara había asociado el deseo de tener un hijo como una traición a su propia madre.

Cuando pudo analizar esa culpa, Lara rompió con su primera pareja y más adelante se enamoró de un hombre con el que pudo sentirse más satisfecha como mujer, lo que la llevó a convertirse también en madre. Ahora que lo era, tenía que volver al trabajo. Al final consiguió estructurar bien el tiempo y se organizó por prioridades.

La ansiedad que sufrió Lara desapareció con la ayuda que realmente necesitaba.

Lo primero era conseguir que el niño estuviera bien atendido y, para ello, buscó una canguro de confianza que empezó a trabajar mientras ella estaba todavía en casa. Su pareja, por su parte, solicitó un permiso de paternidad y se hizo cargo de la cocina y de las compras, además de ayudar con la intendencia doméstica. La ansiedad que sufrió Lara cuando comenzó a pensar en su vuelta al trabajo, desapareció después de buscar la ayuda que realmente necesitaba.

Cuando la madre se cuida, y ello incluye el deseo de volver a trabajar, se favorece al hijo. Los bebés son sensibles al estado anímico de sus madres y si ellas soportan una carga excesiva, no pueden leer las necesidades de sus pequeños.

Las claves:

  • La función materna está íntimamente relacionada con la paterna. Si el padre ejerce su función y se hace responsable de sus hijos, favorece la labor materna.

  • Si se decide llevar al bebé a una guardería, es conveniente que este cambio se produzca de forma gradual. Si se opta por una canguro, hay que entrevistarla con bastante antelación. No conviene que haya muchos cambios en la persona que cuide a un bebé durante el primer año de vida.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?