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Los beneficios de un buen achuchón

Los tenemos a nuestro alcance, aunque muchas veces nos cueste recurrir a ellos. Los abrazos son una fábrica de hormonas tan sencilla como eficaz, y aportan infinidad de ventajas a nuestro organismo.

Dos mujeres, abrazándose. / FOTOLIA

ALBERTO VELÁZQUEZ

"Cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos para mantener nuestra salud y doce para estimular el crecimiento". Sin llegar a esta posología prescrita por la psicoterapeuta estadounidense Virginia Satir, para la ciencia cada vez están más claro los beneficios de ser abrazado y de abrazar; una forma de comunicación no verbal que tonifica el cuerpo y la mente. Libros como los de Kathleen Keating, "La terapia del abrazo", o Lía Barbery, "El lenguaje de los abrazos" describen toda la batería de ventajas de esta práctica que, en muchas ocasiones, no realizamos por pudor, pero que todos deberíamos efectuar no solo de manera instintiva, sino también consciente y proactiva.

Los abrazos generan una gran cantidad de respuestas en nuestro organismo, lo que ha hecho que varios especialistas los hayan definido como un "antibiótico natural". Silvia Naranjo, psicóloga y terapeuta Gestalt, subraya los beneficios físicos, psicológicos y emocionales de esta práctica: "Los efectos a corto plazo han sido estudiados por instituciones como la Universidad de Carolina del Norte, que afirma que el abrazo aumenta tanto la producción de oxitocina, una hormona relacionada con el afecto, como los niveles de serotonina y dopamina, que producen un efecto relajante que reduce la producción de cortisol, una hormona implicada en el estrés. Además, disminuye la presión sanguínea y el ritmo cardiaco". Por todo ello, en una celebración familiar, en una felicitación, como apoyo al enfermo o como síntoma de amor y cariño el abrazo debe tener cada vez más protagonismo en nuestras vidas.

Los expertos definen el abrazo como un "antibiótico natural" por sus muchas propiedades

La especialista destaca, en lo referente a los efectos a medio plazo de los abrazos, los estudios realizados por Harry Harlow con primates en 1961. La investigación demostró que los abrazos favorecían el fortalecimiento del sistema inmunológico, especialmente en el caso de los bebés. "También han destacado –subraya Naranjo– sus efectos beneficiosos en niños con autismo, como demostró Martha Welch a mediados del siglo XX, y su utilización como recurso para contener las explosiones emocionales o rabietas infantiles. A nivel energético permite, incluso, registrar vibraciones de la otra persona". Por eso, es muy importante que los niños se acostumbren a esta buena práctica: si ven a los adultos abrazarse, lo interiorizarán como una conducta tan recomendable como cotidiana y, por lo tanto, darán los primeros pasos para una mente y cuerpo más sanos.

Contacto terapéutico

El mexicano Eduardo Calixto, jefe del Departamento de Neurobiología de la división de investigaciones en Neurología del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, también ha estudiado el poder terapéutico de los abrazos y asegura en sus charlas de divulgación que "el abrazo, que nos hace ser más humanos, tiene una importancia fundamental en nuestra vida y sus efectos se almacenan en nuestro cerebro, que se capacita para tranquilizarse. La generación de oxitocina y endorfinas, liberadas a los 20 segundos de un abrazo, contribuyen a disminuir los efectos estresantes de la vida cotidiana".

La oxitocina y las endorfinas que reducen el estrés se liberan a los 20 segundos de un abrazo

El caso denominado 'Abrazo de rescate' fue un claro ejemplo de los beneficios del abrazo desde los primeros instantes de vida. Las gemelas estadounidenses Brielle y Kyrie Jackson nacieron muy prematuras y en ese momento, 1995, el protocolo exigía que estuviesen en incubadoras diferentes para evitar infecciones. Kyrie ganaba peso, pero su hermana no, aunque la situación cambió cuando una enfermera propuso que estuviesen juntas, como sí se permitía en Europa.

Brielle se juntó a su hermana y su corazón comenzó a estabilizarse, y aún más cuando su hermana estiró el brazo para abrazarla.

Así es la abrazoterapia

Todas estas ventajas han hecho que proliferen los talleres de abrazoterapia, en los que se propicia, con ejercicios, la interacción entre los participantes.

Cuentan con la ventaja de que, en un mismo entorno, se suceden varios abrazos en un corto espacio de tiempo, algo impensable en nuestro día a día. Además, se favorece el interés por la vida de los demás, la posibilidad de reflexionar sobre la vida propia… Los implicados aprovechan estas sesiones para liberar tensiones, relativizar problemas y estrechar lazos de comunicación con los demás. Se trata de algo más que abrazos: es un saludable ejercicio psicológico que trasciende al beneficio fisiológico.

La soledad, la ansiedad, la ira, el estrés o la depresión pueden disminuir ante los efectos de un simple gesto humano como es el abrazo.

Todos podemos hacerlo, pero muy pocos lo ponen en práctica, así que, manos a la obra: es una inesperada ayuda terapeútica que tienes muy a mano. ¿La pruebas?

10 razones para abrazar

  1. 1

    Incrementa la confianza y la seguridad. Un abrazo nos hace sentir confi ados, apoyados, lo que repercute tanto en la sensación personal como en el trato con los demás. Es uno de sus efectos más evidentes en la interacción social, gracias a la empatía.

  2. 2

    Reduce el enojo y la apatía. La generación de oxitocina y serotonina, que se liberan sobre todo en los abrazos prolongados, hace que el bienestar pueda con los estados de ánimo negativos.

  3. 3

    Disminuye el estrés. La práctica del abrazo genera serotonina, que aleja la posibilidad de sufrir estrés o de sentirnos afectados por situaciones desagradables.

  4. 4

    Fortalece las defensas. Cada abrazo activa el sistema inmunológico, lo que favorece la creación de glóbulos blancos. En el caso de recibirlo, la presión sobre el esternón estimula el timo, la llamada glándula de la felicidad y las emociones, relacionada con el sistema inmunológico.

  5. 5

    Incrementa la autoestima. Este contacto físico es más efectivo si estamos acostumbrados a él desde pequeños, ya que esas sensaciones se proyectan en el resto de nuestras vidas. Un abrazo es una muestra de cariño, lo que propicia que nos sintamos seguros en nuestro entorno.

  6. 6

    Relaja los músculos. Abrazar favorece la circulación sanguínea en los tejidos blandos, lo que relaja los músculos, previene dolencias y reduce la tensión.

  7. 7

    Libera la tensión del cuerpo. El abrazo es enemigo del cortisol, la hormona del estrés. Si reducimos el cortisol aumentan los niveles de serotonina y dopamina, que contribuyen a generar sensación de bienestar y equilibran el sistema nervioso.

  8. 8

    Disminuye la presión arterial. Los abrazos liberan oxitocina, una hormona que reduce la presión arterial y mejora el sistema cardiovascular. Unos microrreceptores bajo de la piel, los corpúsculos de Pacini, trasmiten este mensaje táctil.

  9. 9

    Reduce el riesgo de padecer demencia. Alguien acostumbrado a recibir abrazos se favorecerá de un sistema nervioso más equilibrado y, por lo tanto, correrá menos riesgo de demencia.

  10. 10

    Rejuvenece el cuerpo. El abrazo estimula el nivel de oxígeno en sangre, prolongando la vida de nuestras células, además de estimular la DHEA, la hormona de la juventud.

En colaboración con la revista Club Gente Saludable.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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