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Sexo y peso (una relación conflictiva)

Obesidad no suele emparejar bien con sexualidad. Problemas psicológicos y físicos se alían en su contra

Una pareja comiendo / fotolia

Marisol Guisasola
MARISOL GUISASOLA

Nos agobian con la matraca de que estar delgada es sinónimo de ser deseable y de que cualquier talla por encima de la 40 nos impedirá tener una vida sexual fabulosa. Pero, además de ser una carga de profundidad para la autoestima de las chicas que se pasan la vida luchando contra la báscula, esos mensajes son sesgados e interesados. Diseñados para el marketing (ya sea de moda, cosméticos, aparatos de gimnasia o cereales para el desayuno) no son reales. "Si lo fueran, no veríamos a tantas celebrities con tallas por debajo de la 36 quejándose de su escasa vida sexual -comenta no sin ironía Inmaculada Gortázar, psicóloga y directora del Instituto de Terapias Psicológicas de Madrid-.

Los problemas sexuales tienen detrás trastornos fisiológicos y psicológicos, no ocurren a partir de la talla 40, ni mucho menos", añade. ¿La prueba? Un estudio danés en el que han participado más de 5.000 mujeres y hombres, publicado en Journal of Sexual Medicine, comprobó que el riesgo de disfunción sexual está sobre todo en los extremos: tanto las personas muy delgadas como las francamente obesas tienen mayores probabilidades de sufrirlos.

Mala influencia

Otra reciente investigación de la Duke University (EE.UU.) indica que hasta el 30% de las personas obesas que buscan ayuda médica para perder peso tienen problemas de deseo, estimulación y/ o rendimiento sexuales. "En general, la función sexual en esas personas tenía que ver con alteraciones fisiológicas relacionadas con el exceso de grasa corporal", explican los autores del trabajo. Por ejemplo, los niveles altos de colesterol y triglicéridos y la resistencia a la insulina (antesala de la diabetes tipo 2) favorecen la formación de placa en el interior de las pequeñas arterias que riegan los órganos sexuales masculinos y femeninos, lo cual reduce el flujo de sangre a los mismos.

La consecuencia en los hombres es la disfunción sexual (impotencia) y, finalmente, la pérdida de interés en el sexo. En las mujeres, se reduce el flujo de sangre a la vagina y el clítoris. "Cuando eso ocurre, la respuesta sexual de la mujer disminuye y la pérdida de deseo tampoco se hace esperar", asegura Inmaculada Gortázar.

La importancia de conocerse

Para complicar aún más las cosas, el exceso de grasa corporal aumenta los niveles de una sustancia conocida como globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG por sus siglas en inglés), que se une a la testosterona, la hormona sexual masculina que también tenemos las mujeres y que aumenta la libido femenina. ¿El problema? Que cuanta más testosterona se una a la SHBG, menos testosterona quedará disponible para estimular el deseo sexual. Conclusión: que cuanta más grasa corporal acumulemos, menos probabilidades tendremos de sentir deseo sexual.

La grasa acumulada en la cintura influye en las hormonas sexuales

Una vez tratados los problemas fisiológicos, la clave para disfrutar de una sexualidad satisfactoria es conocerse y disfrutar. "He tratado a muchas mujeres que han perdido el interés en el sexo por creer que su cuerpo no se ajusta a lo que consideran deseable. Aunque se trata de una simple percepción, esto afecta seriamente a su autoestima y a sus relaciones íntimas. Por eso, además del consejo médico, los problemas sexuales requieren la participación de un psicoterapeuta especializado en esos problemas", concluye la especialista.

Además de eliminar la grasa corporal sobrante para "liberar" testosterona y que aumente nuestra libido (y una pérdida de apenas cinco kilos ya es positiva) estos cambios en el estilo de vida han demostrado beneficios.

Para ponerte en forma

  • Come bien. Reduce tu ingesta de comida rápida y de alimentos altamente procesados. Cámbialos por verduras, frutas, legumbres, pescados, semillas integrales, guisos caseros con aceite de oliva virgen extra... Esa simple medida te ayudará a controlar los niveles de azúcar, colesterol LDL y triglicéridos. Los niveles altos de esas sustancias están relacionados con tasas altas de SHBG.

  • Haz los ejercicios de Kegel. Ayudan a fortalecer los músculos pélvicos y a mejorar la circulación a la zona de los genitales, lo cual mejora el rendimiento sexual.

  • Muévete más. Hacer yoga, caminar a paso ligero, bailar o pedalear una hora, tres veces por semana, mejora el aporte de sangre a los grandes grupos musculares de muslos, nalgas y pelvis y, además, reduce el riesgo de depresión. "Lo recomiendo a mis pacientes, junto con los ejercicios de Kegel. La consecuencia es más lubricación, más estimulación, mejor función orgásmica, menor riesgo de depresión y, al final, una recuperación del deseo sexual", declara Inmaculada Gortázar.

  • Mímate. Diferentes estudios indican que los cuidados físicos, psicológicos y cosméticos ayudan a mejorar la autoestima de la mujer y a reavivar el interés por el sexo.

  • No fumes. El tabaco es otro de los factores que constriñe los vasos sanguíneos y reduce el aporte de sangre a los órganos sexuales, disminuyendo las sensaciones y la capacidad de tener un orgasmo.

  • Date un capricho. Pero que sea sano. ¿Quieres un aperitivo? Come unas almendras (su contenido en zinc refuerza la respuesta sexual). ¿Suspiras por un postre? Pues prueba con un helado de yogur con arándanos y fideos de chocolate negro (sus nutrientes calman el estrés, el gran enemigo del deseo). ¿Planeas un menú romático? Pues que incluya solomillo de cerdo (sus minerales aumentan los niveles de testosterona). ¡Qué tu despensa sea tu aliada!

¿Marca tu cintura tu vida sexual?

Lo ha demostrado un estudio publicado en Archives of Sexual Behaviour: la grasa que acumulamos en la cintura (obesidad abdominal o visceral) es de una clase nefasta porque no solo actúa a nivel hormonal disminuyendo el deseo sexual, sino que genera inflamación crónica y aumenta el riesgo de padecer ataques cardiacos e ictus, diabetes tipo 2, síndrome metabólico y artritis. La buena noticia es que no hace falta pasar hambre para bajar centímetros. Estos consejos te ayudarán a eliminarla.

Consejos para bajar centímetros

  • Pon fibra soluble en tu plato a diario. La encontrarás sin problemas en las legumbres, las semillas de lino, las coles de Bruselas, los aguacates, los arándanos y las moras.

  • Consume proteína de calidad. Te ayudarán a mantener la masa muscular y el metabolismo. ¿Dónde la puedes encontrar? En el pescado, el marisco, los huevos, las carnes magras, el pollo y el pavo sin piel...

  • Calma tu ansia de dulce comiendo fruta. Puedes tomar las de toda la vida e ir añadiendo algunas exóticas a la lista (mango, durián, mangostán, lichi, guayaba...). Además de postre, puedes añadirlas a ensaladas y guisos.

  • Utiliza solo aceite de oliva virgen extra. Cuando cocines, conina con él y así lograrás controlar tu peso y mejorar tu salud general . Sí, ya sabemos que es más caro, pero si haces bien las cuentas, verás que al cabo de un mes cuesta menos que otros caprichos que compras.

  • Toma dos o tres raciones semanales de pescado azul para aumentar tus niveles de omega-3 y reducir la grasa visceral. Son buenas opciones el salmón, las sardinas, el chicharro, los boquerones, el jurel...

  • Ingiere una cucharada de vinagre de manzana cada día. Es el mejor consejo (y el más fácil de seguir) para mejorar los niveles de azúcar en sangre. Pero una advertencia: no lo tomes nunca sin diluir (una cucharada por vaso de agua).

  • Usa probióticos para mejorar tu microbiota intestinal. Un buen equilibrio de bacterias intestinales ayuda a controlar el peso y evita la acumulación de grasa visceral. Fermentados como el chucrut, el yogur o el kéfir, o el natto son alimentos probióticos.

  • Bebe té verde para estimular tu metabolismo. Contiene cafeína y el antioxidante EGCG, que elimina grasa abdominal. El efecto es mayor si lo combinas con ejercicio físico.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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