Estamos en un cálido mes de agosto. Hoy nos ha tocado acudir a una consulta médica y estamos esperando nuestro turno. De repente, se nos pasa por la cabeza sí nos atenderá un médico o una médica. ¿Cuál de los dos será mejor? Es una decisión difícil. Según diversos estudios, de ello puede depender la vida o la muerte.
En un estudio publicado el 6 de agosto del presente año, se analizaron más de 580.000 pacientes que ingresaron, a través de urgencias, en el estado de Florida debido a causas cardiológicas. La muestra se realizó a lo largo de dos décadas y reveló que, tanto la mortalidad de hombres como la de mujeres, son más bajas cuando son tratados por una doctora. También se vio que la probabilidad de una mujer de sobrevivir era menor cuando era tratado por un médico varón.
Estudios muy parecidos habían sido publicados previamente. En el año 2016, vio la luz uno de la Universidad de Harvard, que incluía a más de 1,5 millones de pacientes de medicina interna. Se comprobó que, aquellos pacientes tratados por doctoras, tenía menos probabilidades de morir o de reingresar durante el primer mes después de haber sido dados de alta. El porcentaje de doctoras fue de un 32% y solían ser más jóvenes y ver menos pacientes que sus compañeros médicos.
Escuchar
Estas, pasaban un 10% más de tiempo con sus pacientes en la consulta que sus compañeros masculinos. Pero escuchar tiene su coste. Esto generó demoras, lo cual implicó retrasos de una hora en comparación con sus compañeros varones. Por lo que se puede ver en estos estudios, parece que algo están haciendo mejor las doctoras de medicina interna, atención primaria y cardiología frente a sus homólogos masculinos. Los autores del estudio señalan que desconocen las razones de tales resultados.
Ellas pasan un 10% más de tiempo con sus pacientes en la consulta
En nuestro país no existen análisis similares. Lo que sí sabemos, por las estadísticas oficiales, es que tenemos una gran paridad entre doctores y doctoras –un 51% son mujeres–, aunque, a mí me parece, cada vez hay más alumnas en las clases de Medicina. La ficción aún no le ha dado papeles protagonistas a las doctoras. Este verano triunfa 'The Good Doctor', cuyo protagonista es un joven cirujano. Lo mismo ocurrió con el famoso doctor House. O con los protagonistas de 'Anatomía de Grey', reparto que encabeza Patrick Dempsey.
Lo que sí sabemos es que, por desgracia, este es uno de los sectores en los que existe una desigualdad en cuanto al salario. Según datos del INE –Instituto Nacional de Estadística–, las doctoras cobran unos 9.000 euros anuales menos que los doctores. Ellas tienen un menor porcentaje de plazas en propiedad, a lo que suman la difícil conciliación de la vida familiar y profesional. En nuestro país, las consultas médicas están saturadas. Muchas veces, citan dos y tres enfermos a la misma hora, como si fuera posible pasar dos consultas a la vez. Por lo tanto, el tiempo para ver a cada paciente es muy escaso. Esto influye a la hora de dar una buena atención médica.
Pregunte
Lo cierto es que, cuando se va a la consulta, hay que preguntar mucho. Siempre me han gustado los pacientes que llevan su lista de preguntas anotada y la sacan durante la consulta. Cuando se tiene una enfermedad, y más si es grave, hay que tener las cosas claras en cuanto al diagnóstico, tratamiento, posibles complicaciones y posibilidades de recuperación.
Pregunte a su médico y, si no está satisfecho, pida una segunda opinión, seguro que haría lo mismo para comprar un coche o una casa, asuntos menos importantes.